J.M. Villanueva firma el resumen ajedrecístico veraniego que sigue a continuación:
Como ya viene siendo habitual en el verano se disputan una serie de eventos de ajedrez dedicados a difundir este juego, deporte-arte-ciencia por parte de muchos clubes encuadrados, generalmente, dentro de las distintas fiestas desde las grandes urbes a los pequeños y modestos barrios.
Lejos de los clásicos Torneos Abiertos nos encontramos con todo tipo de actividades: simultaneas, campeonatos a 5 minutos, pasapiezas, Random Fischer, ajedrez a la ciega, problemas, …
Así, durante este periodo vacacional han habido:
Simultáneas en Sestao, Kabiezes (Santurtzi), Amorebieta, Amurrio, Bilbao, Ugao-Miravalles, … interviniendo desde Grandes Maestros hasta jóvenes promesas (Mario Gómez, David Astasio, Iñigo Argandoña, Jon Ángulo, Julen Aretxabaleta, Jon A. Goiria, Joseba Llano), que se han ofrecido a jugar contra rivales de cero a cien años, llevándose más de un susto ante oponentes de resistencia inesperada.
Multitud de partidas a 5 minutos bien individuales o bien por equipos en toda la geografía vasca. En ellas, desde los más habituales a los más txikis, han tenido la ocasión de pasar jugando toda la mañana o toda tarde fuera de toda presión de ganar o perder porque, con tantas partidas, se disfruta con las victorias que hacen olvidar las derrotas. Campeonatos que prometen una buena vendimia en las Viñas del ajedrez con la llegada del otoño.
Pasapiezas que se juegan por parejas contra otras parejas y donde las piezas comidas en un tablero acaban introduciéndose en otro tablero.
Random Fischer o ajedrez960, aquello que antes se decía como chiste de barajar las piezas de ajedrez para distinguir a un tonto. Algo que ya está reglamentado por la Federación Internacional.
Ajedrez a la ciega en Gallarta, Bilbao y Amurrio, en la que un jugador juega sin ver el tablero contra otro que, lógicamente, lo ve e incluso alguno se ha atrevido contra dos rivales a la vez en plan simultánea.
Los artistas en esta especialidad el gallartino Fco. Javier González y el alavés Erlantz Miguélez.
En la Aste Nagusia bilbaína también se había dispuesto un ajedrez mural donde se planteaban complicados problemas de mate en dos. Tanto público como participantes en los otros eventos realizados por el Club Zuri Baltza sudaban para resolverlos y también un ajedrez gigante en el suelo donde los más pequeños miraban cara a cara al Rey y a la Dama.
E incluso para disfrute de todos siempre hay alguna mesa libre para jugar tranquilamente en familia, con amigos, o con algún voluntario que se sume al gusto de jugar por jugar o también intentar resolver el sencillo problema de ajedrez del día en los distintos periódicos.
O un tablero gigante tendido en el suelo con las piezas colocadas y dispuestas a que, sobre todo los txikis, jueguen a lo grande.
Todo un conjunto de actos capaces de reunir a amigos junto al tablero, como indica el eslogan de la FIDE (Federación Internacional de Ajedrez) “gens una summus”-Somos una familia.
Desde aquí agradecer a todos los que han colaborado al disfrute del ajedrez, desde los clubes a los participantes, la labor oculta de los organizadores, los árbitros e incluso a los espectadores que hacen que el ajedrez sea más grande cada día.