Celada, Arca de Noé

La Celada denominada “Arca de Noé” es una de las más típicas por acontecer en la Apertura más jugada de la historia. En consecuencia no faltan los principiantes que desconociendo su “Intríngulis” caen en ella para regocijo de quienes se han tomado la molestia en estudiar sus pasos.
Para comprender el por qué de su vistoso nombre, hemos de esperar a contemplar lo que sucede sobre el tablero. ¡Empecemos!
1 e4 e5 2 Cf3 Cc6 3 Ab5; Con su último movimiento, las blancas han planteado la Apertura Española. Su idea básica es atacar al caballo de c6 que defiende el peón e5 atacado a su vez por Cf3. El gran Steinitz ensayó la sólida 3…-d6 variante que en su honor lleva su nombre. Pero las blancas respondiendo con 4 d4; tienen un juego más vivo amenazando una inmediata ganancia de peón que incomoda a las negras que reticentes a tomar en el centro se ven forzadas a jugar un triste 4…-Ad7;
De ahí que normalmente se opte por jugar 3…-a6; Aquí alguien podría exclamar y no sin cierta razón ¡Se dejan peón! Pero hay una sutileza que aunque no venga al caso a la lección de hoy, merece la pena recordar a modo de paréntesis:
Si en este momento las blancas optasen por la “Variante Glotona” 4 AxC, las negras en vez de seguir el sacrosanto consejo de llevar peones al centro capturando con el de b, lo harían con el de d, al objeto no sólo de abrir el juego para su pareja de alfiles, que también para proteger indirectamente su peón de e5, pues de tomar el primer jugador 5 Cxe5, las negras con …-Dd4; recuperan el material con juego favorable debido a la pareja de alfiles en posición abierta. Dicho esto, se comprende mejor la mecánica retirada de 4 Aa4.
Pues bien, en este momento, después de:
1 e4-e5; 2 Cf3-Cc6; 3 Ab5-a6; 4 Aa4
empieza a tejerse la idea que se halla detrás de esta trampa de Apertura. Las negras, que en el movimiento anterior habían desdeñado hacer el tímido d6, van y lo ejecutan ahora con un tiempo de retraso: 4…-d6.
Si las blancas no se percatan de la diferencia entre el diagrama anterior y éste, es posible que continúen con la idea de jugar el avance central 5 d4
Solo que ahora, las negras pueden atacar primero al Alfil con 5…-b5
Tras la retirada normal 6 Ab3, las negras realizan Cxd4;
Si las blancas no desean quedarse con peón central de menos, entonces la secuencia es 7 CxC-exC; 8 Dxd4 y ahora ¡Toma 8…-c5! Obsérvese la figura que conforman los peones negros con a6,b5,c5, y d6 ¿No se asemeja a una barcaza?
Seguramente en este instante, las blancas se queden pálidas. Sin embargo, pronto recobran el ánimo porque jugando 9 Dd5 ¡Se salvan! O eso creen. Porque se amenaza el Mate Pastor en f7 y a la vez a la Torre de a8. Si las negras juegan c4 para atrapar al alfil, entonces DxTa8 ganando calidad.
Lástima que las negras disponen de 9…-Ae6 y no sólo repelen el Mate Pastor, gracias a la retirada del alfil de c8, ahora la Torre queda defendida por la Dama desde d8.
¡Que suerte tiene! Pero al menos tengo tablas por repetición con 10 Dc6+ – Continúan optimistas las blancas – No pueden defender con Dd7 porque caería la Torre y si vuelve con el Alfil a d7, entonces otra vez Dd5 y tablas por repetición garantizadas.
Y ¡Efectivamente! Ante 10 Dc6, la mejor es …-Ad7. Pero cuando las blancas vuelven con 11 Dd5, otra vez les ocurre que el diagrama se parece al anterior, más no es el mismo: Al estar el alfil en d7, ya no hay doble amenaza por estar la Ta8 defendida y las negras pueden encerrar al alfil con c4 en el Arca de Noe y ¡Pieza de más!

El cazador cazado. Celada

La Celada “El Cazador cazado” aparece en el Gambito Dama. Es fácil caer en ella de no estar sobre aviso.
1 d4-d5; 2 c4-e6; Aunque defendido por la Dama, las negras con buen criterio prefieren que un peón proteja a otro peón, además de permitir el desarrollo del Alfil de Rey.
3 Cc3; Las blancas echan más leña al fuego presionando con dos piezas sobre d5. Y aunque la Ley de la Táctica le dice a las negras que no hay motivo de preocupación dado que dos piezas como c4 y Cc3 no son suficientes para salir airosas contra dos piezas que defienden d5 como son e6 y Dd8, tampoco está de más sumar apoyos mientras desarrollamos pieza.
3…-Cf6; Ahora atacan dos y defienden tres.
Las blancas, igualmente con buen criterio, insisten sobre el tema, esta vez de modo indirecto mediante la clavada del Caballo con un clásico 4 Ag5;
Las negras saben, que todavía su peón de d5 está a salvo. Las blancas también conocen la Ley de la táctica antedicha, pero piensan “ si las negras se descuidan, primero tomo el Caballo de f6 y si toma con Dama entonces me llevo un peón gratis y si se da cuenta y come con peón de g7, entonces le he destruido el enroque, le he doblado peones en f6 y f7 y además se los dejo aislados tras cambiar en el centro con cxd5”. ¡No está mal pensado!
Pero pensar mucho mientras le toca jugar al contrario, tiene sus inconvenientes, entre otros, calcular con un movimiento de menos.
Las negras conocedoras de los ojos golosillos que se le ponen al adeversario en esta posición, desliza la pillina y aparentemente “mala” 4…-Cbd7; recordemos:
1 d4-d5; 2 c4-e6; 3 Cc3-Cf6; 4 Ag5-Cbd7; los hay que incluso hacen una mueca como de haberse equivocado…
Las blancas ahora se llevan una gran ilusión, que le convertirá en un iluso. “¡Que bien! ¡Se dejan el peón! ¡Menudo pichón!” Etc. Ciertamente, atendiendo únicamente a la Ley de la Táctica, la salida Cbd7 al cruzarse entre la Dama y el peón d5, le resta a éste una defensa: las blancas atacan con dos a d5, con c4 y Cc3, mientras ahora las negras sólo lo defienden aparentemente con uno e6.
Y allá van las blancas en su espíritu de Glotónidas y juegan de seguido:
5 cxd5-exd5; y 6 Cxd5?? ¡Error garrafal!
Es verdad que el Ag5 está clavando al Cf6, pero hay una gran diferencia entre la clavada Absoluta a un Rey y otra relativa a la Dama. Veamos qué sucede:
Las negras para sorpresa del blanco, realizan 6…-CxC.
Huelga comentar la celeridad con que las blancas capturan la Dama negra 7 AxD; con la misma rapidez que las negras les arrean un 7…-Ab4+ que les hunde en la más absoluta de las miserias y hasta puede que les entre un calor y un sonrojo como nunca antes habían sentido ante el tablero.
Tras la forzada 8 Dd2-AxD+; 9 RxA-RxA; las negras tienen pieza de más. De ahí el nombre con el cual he bautizado la Celada.

Celada de Blackburne

 

La celada de Blackburne aparece en la Italiana cuando el negro efectúa un movimiento dudoso como Cd4 aparentando dejarse el peón de e5. Si el blanco acepta el peón envenenado de e5, pierde de corrido en todas las líneas; suele terminar la lucha con un mate de caballo típico de posiciones donde el Rey se halla atrapado por sus propias piezas:

1 e4-e5; 2 Cf3-Cc6; 3 Ac4-Cd4 4 Cxe5-Dg5; 5 Cxf7-Dxg2 6 Tf1-Dxe4+; 7 Ae2-Cf3++

Lo mejor para las blancas, es no hacer caso y tomar el caballo en d4, luego enrocarse. Analicemos con más detalle los dos caminos, primero a) tomando equivocadamente el peón de e5 y luego b) jugando mejor capturando el Caballo de d4.

a) Tomando equivocadamente el peón de e5

1 e4-e5; 2 Cf3-Cc6; 3 Ac4-Cd4 4 Cxe5-Dg5; Con su último movimiento, la Dama negra amenaza al Caballo de e5 a la vez que al peón de g2.
-En esta situación, el retroceso 5 Cf3 no parece buena opción al novato porque de inmediato ve que de retirarlo ahí, con …-Dxg2 queda la torre y el caballo amenazados.
-Lo normal es que el jugador blanco, pese al susto y extrañeza que provoca Dg5, todavía no se haya percatado de que ha caido en una trampa. En consecuencia, por la cabeza del primer bando sólo se barajan dos opciones más, a saber: tomar con Jaque 5 Af7 tras lo cual con …-Re7 serán ya tres las piezas blancas amenazadas y la más atractiva a la vista de 5 Cxf7 con doble amenaza a Dama y Torre que igualmente será contestada de modo forzado con …-Dxg2
-En este momento, ambos bandos tienen atacada una torre del oponente, pero las blancas piensan “su torre no puede escapar, mientras la mía si puede ir al lado del Rey para protegerse. ¡Voy a jugar Tf1! Y luego ya me comeré la 6) Th8…
-Bueno, no estaría mal pensado si no fuera porque las negras tienen 6)…-Dxe4+
-El Rey no puede escapar aprisionado entre la Dama y la Torre. Un poco más y hubiera sido el Mate del Tonto. Evidentemente, se rechaza la posibilidad de cubrirse con la Dama Las blancas no son tantontas como para dejársela comer por el Caballo de d4. ¡Mejor retroceder con 7 Ae2!


-Bueno, mejor, mejor…¡No es! Pero sí más bonito, pues con 7…-Cf3++ el caballo que inició mal la partida concluyó la carrera como un campeón.

b) jugando mejor capturando el Caballo de d4.
-Por experiencia todos sabemos que cuando tiendes una trampa y pasas días esperando a que algún pichón caiga en ella, nada hay peor que ver cómo la presa merodea por sus cercanías y sin ambargo pasa de largo.
-Como se ha anticipado arriba, lo mejor es no hacer caso del peón envenenado e5.
-Yo aquí las blancas pueden escoger entre tres alternativas:
1º- Capturar el caballo de d4, luego enrocar, jugar d3 y atacar por el flanco de Rey con f4 aprovechando el peón amigo de d4 que evita traicioneros ataques por la diagonal.
2º- Ganarle un tiempo más al Cd4 con el avance c3 y de tomar Cxf3, mejor todavía por Dxf3. Luego adelantar d4 y tener desarrollo, centro e iniciativa.
3º- Enrocarse sin más demora y luego combinar las ideas antedichas.