Las más de las veces, la belleza de un encuentro memorable se resuelve en dos o tres golpes tácticos espectaculares. Pero, hay ocasiones, en que la belleza de una partida aparece por una idea de planteamiento general que denominamos plan y que suele irrumpir sobre el tablero fruto de un sigiloso e imaginativo trabajo de laboratorio previo.
El mundo de las Aperturas, precisamente no es otra cosa que el confronto de las distintas ideas ajedrecísticas y quienes acostumbran a prestar atención a estas, además de a la sucesión de sus movimientos teóricos, tienen el privilegio de deleitarse con su sutil encanto.
Hoy vamos a disfrutar con un plan maravilloso cuyo elemento clave es la presión sobre un peón en c2 que propicia un desarrollo extraño, cuanto espectacular y exitoso de las piezas negras, plan, que además se acompaña de sacrificios que hacen de la partida una joya de belleza sin par.
Georgiev, Kiril – Jussupow, Artur
Las Palmas 1993
1. e4 e6 2. d4 d5 3. Cc3 Ab4 4. e5 Ce7 5. a3 Axc3+ 6. bxc3 c5 7. Cf3 b6 8. Ab5+ Ad7 9. Ad3 Las negras deseaban cambiar su alfil malo por el alfil bueno del blanco en a6; con el jaque en b5 y la retirada a su casilla natural en esta clase de posiciones, las blancas han evitado la típica maniobra negra para el cambio de alfiles.
9… Aa4 Pero las negras haciendo de tripas corazón, van a demostrar que el aforismo del veterano y excelente Entrenador Cántabro, Julio Velasco, “No hay niño malo ni alfil malo” es algo más que un buenismo montañés. El alfil en a4, además de bloquear el flanco de dama, pincha al peón c2 que requerirá perenne protección hasta el final de sus días.
10. h4 h6 Las blancas continúan con su juego habitual en estas posiciones ganando espacio en el flanco de rey. Las negras realizan el clásico movimiento de control sobre la casilla g5, respuesta igual de habitual que no despierta sospecha alguna en su rival; pero como veremos a continuación, este típico avance de h6, esta vez, está conectado magistralmente con la presión sobre c2 de Aa4.
11. h5 c4 Las blancas, confiadas en que todo sigue su curso natural, contemplan el último avance negro como un error porque normalmente este avance deja sin contrajuego a las negras en el flanco de dama. Y así es, pero las negras han encontrado un modo de sorprender a su rival y la entera comunidad ajedrecística que conecta esta jugada aparentemente mala con el plan de presionar sobre c2 con el Aa4.
12. Ae2 Rd7 Estamos tan acostumbrados al enroque mecánico que jugadas como esta de rey ni se contemplan en partida viva y menos estando las damas presentes sobre el tablero. Y como podremos comprobar en breve, esta jugada también está conectada con la presión sobre c2 del Aa4.
13. Ch4 Dg8 Ahora comprendemos la jugada de rey.
14. Ag4 Dh7 Y ahora entendemos la jugada anterior de dama y por qué decíamos que las jugadas h6, c4 y Rd7 estaban conectadas con la presión sobre c2 del Aa4.
15. Ta2 Ca6 16. Th3 Cc7 17. Rf1 Taf8 18. Rg1 g5 Observese como las negras se permiten el lujo de atacar por el flanco de rey gracias a que la mitad de las tropas del primer bando se hallan acuarteladas todavía en el flanco de dama ocupadas como están de proteger el peón c2.
19. Cf3 Cc6 20. Ch2 f5 21. exf6 Txf6 Las negras han logrado abrir una peligrosa columna contra el rey blanco.
22. Te3 Thf8 23. f3 Df7 24. Ad2 Ce8 Mientras las piezas blancas del flanco de dama están amarradas a tareas defensivas de c2, las piezas negras cuentan con tiempos para maniobrar a su antojo; en este caso el caballo se dirige a g7 para deglutir al peón avanzado de h5.
25. Ah3 Dxh5 26. Cg4 Tf5 27. Cf2 Dg6 28. Bxf5 exf5 Las negras han sacrificado calidad tomando en consideración que las piezas blancas del flanco de dama todavía tiene dificultad en reubicarse y que el Ah3 blanco molestaba lo suyo presionando sobre el peón débil e6. La presión de dama y alfil sobre c2, es uno de los elementos que posibilitan este sacrificio de calidad.
29. Te2 Cf6 30. De1 Ch5 31. Ta1 Cg3 En los tres últimos tiempos, las blancas han reubicado sus efectivos, pero las negras han aprovechado para situar su caballo en mitad del campamento del rey blanco. Ciertamente las blancas han logrado hacerse con la columna abierta pero no hay entrada factible para la penetración entre las filas enemigas.
32. Te5 Dd6 Las negras no toman en e5 porque la entrada de la dama blanca en dicha casilla sería devastadora para sus intereses tocando al Cg3 y d5.
33. Ch1 Cxh1 34. Rxh1 Cxe5 35. dxe5 De6 Las blancas han devuelto la ventaja de calidad y a cambio han eliminado al molesto Cg3.
36. Ae3 Dxe5 Las blancas entregan el peón que era una causa perdida para intentar reubicar sus piezas conformando una fortaleza confiando en que un final de distinto color ayude en hacer tablas.
37. Dd2 Te8 38. Af2 f4 39. Td1 Rd6 Mientras el rey blanco parece castigado en el rincón, el rey negro trabaja con sus tropas en tareas defensivas, colaboración nada despreciable que supone, de facto, pieza de más.
40. Te1 Df5 41. Txe8 Axe8 Obsérvese como las piezas desaparecen del tablero, como la partida avanza y la idea primigenia de la presión sobre el peón c2 permanece.
42. Ad4 Aa4 43. De1 Rd7 44. Db1 h5 45. Db4 Ac6 46. Db1 g4 47. fxg4 hxg4 48. De1 Aa4 Las negras después de evitar la entrada de la dama blanca en su territorio, sólo deben eliminar el peón c2 para obtener una sencilla victoria sumando su alfil al ataque en el flanco de rey.