El Rey Viajero

NAKAMURA
El otro día tratamos el tema de la “Extracción del Rey”. Ciertamente, sacar al rey de su confortable posición tras la cadena de peones que lo defienden, suele ser motivo de sacrificio; tal es la ventaja para el bando que lleva la inicitaiva, dado que un rey que va por delante de sus piezas, es facil presa del adversario.
Mas, siempre a toda regla, le sigue su excepción, y esta se denomina “El Rey viajero”. Acontece en muy contadas ocasiones, generalmente por un exceso de confianza del jugador atacante, o por una combinación de factores favorables para el rey acosado que le permite, no sólo sobrevivir al susto, que en ocasiones, hasta llevarse la victoria, en cuyo caso, suele ser espectacular como la partida que aquí presentamos extraída de una formidable mina, a saber: la página electrónica AJEDREZ DE ATAQUE.
Para no estropear su belleza, recomiendo a las monitores y aficionadas reproducir la partida sin detenerse a analizarla, al menos en su primer visionado:
Hikaru Nakamura – Jordi Fluvia
Barcelona 2007
1.d4 Cf6 2.c4 g6 3.Cc3 d5 4.Ag5 Ce4 5.Ah4 Cxc3 6.bxc3 dxc4 7.e3 Ae6 8.Db1 Dd5 9.a4 Cc6 10.Cf3 Ah6 11.Ae2 g5 12.Ag3 g4 13.Ch4 f5 14.0–0 0–0–0 15.Ad1 Da5 16.Ac2 Thf8 17.Db2 Ag5 18.Tab1 b6 19.Tbe1 Axh4 20.Axh4 Ad5 21.Ag3 h5 22.f3 gxf3 23.gxf3 f4 24.Axf4 Cxd4 25.cxd4 Tg8+ 26.Rf2 Dd2+ 27.Te2 Tg2+ 28.Rxg2 Dxe2+ 29.Tf2 Tg8+ 30.Ag3 Axf3+ 31.Rh3 Ag4+ 32.Rh4 Dxe3 33.Db5 Dxd4 34.De5 Dd8 35.Td2 Ad7 36.Td4 e6+ 37.Rxh5 Ae8+ 38.Rh6 De7 39.Tf4 Af7 40.Df6 Df8+ 41.Rh7 Rb8 42.Tf2 e5 43.Dxe5 1–0

Extracción del Rey

De principiantes se nos comenta que el rey debe estar a salvo tras los peones. Precisamente a causa de ello, tras abrir con los peones centrales, el rey debe buscar refugio pronto en el Enroque, para volver a tener delante peones que le protejan. También por este motivo inicial, se nos advierte a cada momento lo peligroso que es mantener demasiado tiempo el rey en el centro, etc.
Tomando todo lo anterior en consideración, un tema táctico de primer orden, consiste en el denominado “Sacrificio de Extracción”, con el cual uno de los bandos sacrifica una pieza a cambio de sacar a pasear al rey adversario en medio del tablero.
No obstante, hay ocasiones en que la extracción del Rey no precisa de sacrificio alguno, sino simplemente realizar los cambios oportunos, eso sí, con colaboración del contrario. Veamos un ejemplo:
Vallejo Pons, Francisco – Nabaty, Tamir
1. d4 d5 2. c4 dxc4 3. e3 e5 4. Axc4 exd4 5. exd4 Ad6 6. Cf3 Cf6 7. De2+ De7 8. Dxe7+ Rxe7 Aquí tenemos al rey muy chulo él que sale a tomar el fresco.

9. O-O Ae6 ¡Cobarde de Rey blanco!

10. Te1 Rd7 11. Ce5+ Axe5 12. dxe5 Axc4 13. exf6 gxf6 Tras el intercambio de piezas, el Rey negro queda expuesto a la intemperie.

14. Cc3 c5 15. Af4 Cc6 Las Blancas disponen sus piezas para zarandear al Rey a su antojo.

16. Ted1+ Re6 17. b3 Aa6 Mira por donde, aquí hubiera sido mejor Rf5.

18. Td6+ Rf5 19. Cd5 Cd4 Buscando un jaquecito simplificador.

20. Txf6+ Re4 21. f3+ Rd3 El sinvergüenza del peón aprovecha la ocasión para dar una patadita al monarca. Seguramente ha leido ese libro genial ¡Todas las piezas atacan!

22. Td1+ Rc2 23. Td2+ Rb1 24. Cc3+ Ra1 25. a4 Y las negras abandonan ante la inminencia de un Mate Árabe.

El Centro debe gobernarse con Peones

Aprovechando la reciente entrada donde explicamos la idea de un Gambito, traemos a TX este magnífico ejemplo del denominado Juego de gambito a manos de uno de sus más geniales representantes, el Capitán Evans, en cuyo honor el Gambito Evans acontecido en la Italiana lleva su nombre. Precisamente en la partida que mostramos a continuación, obtiene con dicho gambito una formidable victoria frente a otro insigne jugador de la época a quien rendiremos tributo en mejor ocasión.

Como dijimos, la idea de un gambito es obtener tiempos a cambio de desarrollo, ataque y llevar la iniciativa. Pero profundizando en cada caso podemos observar también otros objetivos como desplazar a los peones contrarios del centro, mantener al rey rival en su casilla de inicio, abrir lineas de ataque, etc.

De los muchos temas que a colación podemos tratar hoy, vamos a centrarnos en la importancia que tiene gobernar el centro con peones.

Es verdad que las piezas son más fuertes que los peones y que valen más. Pero, mientras en situaciones normales un peón puede resistir el ataque de una pieza, bastándole ser defendido por otro compañero de fatigas, cualquier pieza debe poner pies en polvorosa a nada de ser amenazado por un peón. De esta notable diferencia se extrae la conclusión de que, el centro es mejor controlarlo con peones y no con piezas, al menos hasta que no sepamos jugar muy bien y nos de por practicar el famoso Tango de los caballos.

Captain Evans – McDonnell, 1829

1. e4 e5 2. Cf3 Cc6 3. Ac4 Ac5 4. b4 Ab4 Aquí tenemos la posición que conduce la Italiana al Gambito Evans. La idea muy sucintamente consiste en ganando tiempos al Alfil, hacerse con el denominado centro perfecto: e4;d4

5. c3 Ac5 Las blancas se preparan para el asalto de d4.

6. O-O Cf6 Las negras juegan como en cualquier apertura donde las blancas efectuan c3, pero esta vez d4 muerde al Alfil, notable ventaja de tiempo.

7. d4 ed4 8. cd4 Ab6 Al primer jugador todo le ha salido a pedir de boca. Gracias a la entrega de un peón lateral b4 ha obtenido el centro perfecto ¡Y móvil! Cuya peligrosidad estamos a punto de contemplar.

9. e5 d5 Las blancas sin demora pinchan al Cf. Las negras intentan reaccionar con idéntica intención. Pero hay un detalle nada baladi: El rey blanco está seguro en su enroque y el rey negro se mantiene en el centro y para su desgracia con la columna abierta dentro de nada.

10. ef6 dc4 ¡Columnas abiertas!

11. Te1+ Rf8 El rey negro sufre el ataque por la columna abierta de par en par.

12. Aa3+ Rg8 El rey negro sufre ahora también el ataque por la diagonal.

13. d5 Ca5 Otro peón móvil central que hostiga a otra pieza que debe situarse fuera de la zona de conflicto.

14. Ae7 Dd7 15. fg7 Rg7 16. Dd2 Dg4 Las negras tienen más agujeros que un queso gruyere. Con su último desplazamiento evitan la entrada mortal Dg5, pero el viento sopla por todos lados. Y lo que sigue sencillamente es la cosecha de lo sembrado.

17. Dc3+ Rg8 18. Dh8+ Rh8 19. Af6+ Dg7 20. Te8#

El peligro del Rey en el centro

Desde que empezamos a jugar, se nos advierte del peligro de mantener demasiado rato el Rey en el centro. Para ilustrar los riesgos de esta posición, solemos acudir a los mates clásicos de Apertura como el Pastor o el Legal. Sin embargo, con el paso del tiempo y la experiencia relativizamos en demasía dichos riesgos y hasta nos olvidamos de ellos empleando aperturas y defensas que ralentizan a propósito el enroque. Las Aperturas de peón de Dama son buen ejemplo de ello, pero entre las de Rey no faltan, verbigracia, la Siciliana, que desde su inicio parece no tener prisa alguna en llevar el Rey a zona segura. Cuando esta estrategia ya avanzada de posponer el enroque para obtener otros réditos compensatorios se lleva más lejos de la cuenta, suceden cosas como las que siguen a continuación:

Kieninger,G – Mross,P
Munich, 1941
1.e4 c5 2.Cf3 d6 3.d4 cxd4 4.Cxd4 Cf6 5.Cc3 a6 6.g3 b5 Las negras de modo consciente, eligen trabajar en favor de un buen flanco de Dama, en vez de poner a salvo a su Rey.
7.Ag2 Ab7 8.0–0 Cbd7 Pese a observar que el contrario ya ha efectuado su enroque, las negras continúan prefiriendo el desarrollo del flanco de dama y mantener a su Rey en el centro.
9.Te1 e6 En tan propicia circunstancia, la torre blanca, no tiene dudas de dónde debe estar.
10.e5 Axg2 Y empiezan las tareas de demolición.
11.exf6 Ab7 12.fxg7 Axg7 13.Cf5 Af8 Aprovechando que el peón está clavado se amenaza al Alfil y al peón d6. Las negras creen poderlo defender todo, pero el Rey en el centro es toda una tentación.
14.Txe6+ y las negras abandonaron, pues en caso de tomar le viene Dh5++

Ataque sobre el peón colgante d6

capablanca

Capablanca – Fonaroff, 1918

Los colgantes son aquellos que sin quedarse retrasados, ni aislados respecto a sus compañeros, tienen difícil su avance y no cuentan con defensa de otro peón. El peón d6 es un habitual por cuanto colega de c suele avanzarse sea a c5 para romper en el centro sea a c6 con idea de buscar salida a la Dama o intentar una ruptura en d5. Cuando aparece el tema, rápidamente las blancas depositan toda su atención en el desdichado punto d6 por medio de varios procedimientos encaminados todos a acrecentar su debilidad. A continuación visionaremos un excelente aprovechamiento del mismo a manos del genial Capablanca.

1. e4 e5 2. Cf3 Cc6 3. d4 d6 4. Cc3 Cf6 5. Ab5 Ad7 6. O-O Ae7 7. Te1 exd4 Por inversión de jugadas tenemos la conocida posición de la Española donde se plantea la Celada de Tarrasch ya comentada en TXIKI XAKE de haber hecho las Negras el rutinario 7…0-0
8. Cxd4 Cxd4 9. Dxd4 Axb5 10. Cxb5 O-O 11. Dc3 c6 Las Blancas despejan la casilla central para la retirada del Caballo provocando un avance de peón que deja colgando d6.
12. Cd4 Cd7 13. Cf5 Af6 La casilla f5 es una de las preferidas de los Caballos en ausencia del Ac8. Desde tan privilegiada posición, los caballos pinchan sobre d6 y traman múltiples pillerias saltarinas en h6.
14. Dg3 Ce5 La dama Blanca se suma a la fiesta contra d6 pinchando a la vez en g7.
15. Af4 Dc7 Observemos la diagonal que va desde g3 hasta c7: hay muchas piezas conectadas por lo que se conoce Rayos X.
16. Tad1 Tad8 Parece que todo se defiende; si las blancas realizan el típico doblaje de Torres, las negras responden con su especular. Pero…
17. Txd6 Txd6 Este es uno de esos casos en que no conviene entrar en la combinación táctica con la pieza que menos vale, porque en este caso ¡No vale!
18. Axe5 Td1 El Alfil clava a la Td6, pero esta se revuelve. No era correcto AxAe5 dado que tras 19 DxAe5 o cae la Td6 o Mate en g7.
19. Txd1 Axe5 20. Ch6 Rh8 Primero el Jaque para ponerlo en posición.
21. Dxe5 Dxe5 22. Cxf7 La amenaza del miserable Mate del Pasillo obliga a las Negras a abandonar.