Todo movimiento de peón entraña debilidad

Desde que empezamos a jugar se nos advierte del peligro de avanzar los peones sin pensar en las consecuencias. En esos momentos iniciales, las consecuencias se limitan en la percepción del principiante en dejar sin protección el Rey y en ver dificultada la protección de los mismos peones avanzados.
Es más adelante, cuando se transmiten los conocimientos estratégicos que aparecen las casillas débiles y la advertencia algo abstracta que encabeza estas líneas.
Para que deje de ser abstracta, bueno es presentar partidas donde el instintivo avance de un peón para repeler a un Alfil que da jaque, supone un grave error estratégico fácil de apreciar por quien se introduce en los detalles posicionales del juego.

Enmascarado – Leonhardt,P
Leipzig, 1903
1.e4 e5 2.d4 exd4 3.Dxd4 Cc6 4.De3 Cf6 Aunque parezca rara la salida de las blancas contraviniendo los principios básicos de Apertura sacando pronto la Dama, perdiendo tiempos, es una antigua estrategia denominada Apertura Central de la que nos ocuparemos con mayor amplitud otro día.
5.Ac4 Ce5 6.Ab3 Ab4+ La idea de este jaque es inducir al primer jugador a avanzar el peón c.
7.c3 Ac5 Las blancas no pueden tomar en c5 por jaque en d3, casilla débil desprotegida por el avance anterior de c3.
8.Dg3 Axf2+ Ahora se pierde la Dama se tome en f2 con Rey o Dama ante el salto Cd3.

Obcecación con el juego propio

 mate

De entre los múltiples factores psicológicos que inciden sobre el desarrollo de una partida de Ajedrez, además de la natural impaciencia del principiante, el prepotente exceso de confianza ante jugadores inferiores en el ranking, su correspondiente inverso, el miedo a contrarios de Elo superior…uno de los más habituales es el consistente en obcecarse en el propio juego sin atender que el adversario también tiene sus propios planes. Para muestra un botón comentado pedagógicamente desde el punto de vista del bando Blanco:
Kiss – Barcza,G
Debrecen, 1934
1.e4 Cc6 2.d4 d5 3.exd5 Dxd5 4.Cf3 Ag4 5.Cc3 Axf3 Mi quinto movimiento era de celada; de sobra sabía que me ibas a tomar en f3. Ahora veras que sorpresa te vas a llevar cuando te amenace doblete en c7…
6.Cxd5 Axd1 7.Cxc7+ Rd7 8.Cxa8 Axc2 ¡Toma! Ya tengo calidad de más. Ahora debo poner todo mi esfuerzo en sacar el Caballo de a8 para que no se vuelvan las tornas.
9.Af4 e5 Vaya, mi amenaza de escapar por c7 apoyado por el Alfil da resultados antes de tiempo, obliga a entregar algo de material a las negras…
10.dxe5 Ab4+ ¡Qué importa el jaque y perder el enroque. El Rey contrario está en igual circunstancia…
11.Re2 Cge7 ¡Perfecto! El tiempo que se necesitaba.
12.e6+ fxe6 ahora se devuelve el peón con jaque y sacamos de una vez el Caballo por c7.
13.Cc7 Cd4+ ¿Cómo?
14.Re3 Cef5++ ¿Por qué?

No es obligatorio coronar Dama

Lo normal cuando un peón alcanza la octava fila es sacar Dama, por ser la pieza más fuerte sobre el tablero; costumbre casi mecánica que más de una vez causa grandes disgustos a los escolares por ahogar a su adversario justo en el momento de la “Coronación”. Precisamente este término de “Coronación” induce a pensar sólo en la Dama como pieza de “Promoción”. Para evitar los ahogados de fin de partida, muchos monitores, en vez de esforzarse en que sus alumnos sepan dar mate con las piezas que ya tienen de más, aconsejan pedir Torre. Pero con ello, en lugar de corregir el defecto, abundamos en él por no atajarlo de raíz. Con este propósito pueden mostrarse distintas partidas donde como la que viene a continuación, la clave del resultado aparece casualmente por no Promocionar Dama.
Este ejemplo puede servir de excusa para hablar un poco sobre la modalidad desaparecida del Ajedrez por correspondencia, y a su vera contar resumidamente el relato de Woody Allen a propósito de este tema aparecido en su célebre obra “De cómo acabar con la cultura” que podéis leer en TXIKI XAKE en el apartado “Cuentos y Leyendas”
Fidlow,D – Maier,A
Correspondencia, 1959
1.d4 d5 2.c4 e6 3.Cc3 c5 4.cxd5 cxd4 5.dxe6 dxc3 Las negras toman el caballo de c3 sin percatarse del detalle basado en el truco denominado “Divorcio Real” del que hablaremos en otra ocasión.
6.exf7+ Re7 No se puede capturar en f7 por perdida directa de Dama. Las negras no temen Ag5 a consecuencia de su defensa Cf6 y tampoco les importa demasiado la secuencia 7.fxCg8 coronando Dama DxDd1 8.RxD TxCg8 Pero no contaba con…
7.fxg8C+ Txg8 8.Ag5+ que le obligó a abandonar.

Ruptura de Enroque por cambio AxCf

Al abrir por el Centro, el Rey busca refugio en los costados de su formación de peones donde se supone no hay brechas por las que se le pueda hostigar con facilidad. Precisamente, un tema de ataque sobre el el Rey enrocado, consiste en abrir dichas brechas, siendo la más usual clavar al Caballo f para, de haber ocasión, forzar el cambio doblando peones, dejando la columna g abierta, de par en par, y casillas débiles en la columna h donde puede alojarse confortablemente la Dama u otras piezas con amenazantes intenciones. Veamos un buen ejemplo de cómo provocar y explotar este recurso táctico.
Salwe,G – Rubinstein,A
Lodz, 1903
1.e4 e5 2.Cf3 Cc6 3.Ac4 Ac5 4.Cc3 d6 5.d3 Cf6 6.0-0 Ag4 Aquí tenemos ya apostado al Alfil esperando su ocasión para cambiarse por el Caballo.
7.Ae3 Ab6 8.Rh1 Dd7 La retirada a h1 es una medida profiláctica para avanzar sin cuidado el peón f. Las negras empiezan a trabajar sobre una potencial casilla débil en h3 tras doblar peones en f.
9.a3 Cd4 Las negras pinchan donde duele.
10.Tb1 h5 Este sutil movimiento muy empleado en decenas de variants donde un bando está enrocado y el otro no, cuyo veneno será apreciado en poca jugadas.
11.Axd4 Axd4 12.Ce2 Axf3 Aquí se presenta la ocasión.
13.gxf3 Dh3 Las Negras se instalan en la casilla débil anticipada. Las blancas confían en poder jugar Tg1;g3
14.Cxd4 Cg4. Ahora se nota la acción del veneno que comportaba h5: de tomarse fxCg4, hxg4 restablece el mate inevitable.

El peligro de un peón avanzado

AJEDREZ

Debido a la afición del principiante por avanzar peones sin ton ni son, los monitores nos desgañitamos en recordarles que son las únicas piezas que no pueden retroceder y que por ello mismo, cuanto más lejos los hacemos avanzar aumenta su debilidad y dificultad en defenderlos. Con el tiempo, sin embargo, hemos de procurar atender igualmente en que además de su debilidad, el peón se va cargando con su avance de un creciente potencial por acercarse a su Promoción en la octava fila rival, muy a considerar de cara a un hipotético Final de partida sin piezas y que por el camino, va expulsando piezas rivales a la vez que ganando espacio para las propias como sucede cuando está apoyado por una torre desde atrás. Para incidir sobre este particular, podemos visionar alguna partida como la siguiente donde un peón avanzado en la sexta horizontal, es el actor principal de la combinación ganadora.
Schuster – Carls
Oldenburg, 1914
1.e4 c6 2.d4 d5 3.Cc3 dxe4 4.Cxe4 Cf6 5.Cg3 h5 Aprovechando la presencia del Cg3, las negras avanzan su peón h ganando espacio, amenazando h4.
6.Ag5 h4 7.Axf6 hxg3 8.Ae5 Txh2 Las blancas con su octavo movimiento confían en diluir todos los peligros como un azucarillo.
9.Txh2 Da5+ ¡Vaya! ¿para qué sirve este jaque? Se preguntan las blancas.
10.c3 Dxe5+ Aquí está la respuesta.
11.dxe5 gxh2 Y las blancas no pueden impedir la recuperación de la Dama Negra, con ganancia de pieza.