Primer Premio de Belleza

Desde antiguo los ajedrecistas reconocen belleza en ciertas combinaciones y aún en enteras partidas cuya ejecución asombra al intelecto más refinado. Sin embargo, el acierto de distinguir oficialmente uno de estos casos con la concesión de un “Premio de Belleza”, corresponde al Sr. Lieders, apasionado amante del juego de estrategia en cuyo “Café Internacional” se celebró el reputado Torneo de Nueva York entre Septiembre y Octubre de 1876, a quien felizmente se le ocurrió conceder una copa de plata a la partida más bella de la competición, galardón recaido en el celebre jugador Bird por su victoria sobre el Campeón de aquella edición, James Mason. La idea tuvo buena acogida y desde entonces, los grandes Torneos incorporaron a su listado de Premios este nuevo cuanto llamativo título.
Para disfrutar la belleza de estas partidas, es necesario contemplarlas tal cual se presentan, sin analizarlas con lupa y menos al microscopio, por eso os invito a contemplar este encuentro con los monóculos de finales del XIX y no con los módulos del siglo XXI.

H.E. Bird – J. Mason, Nueva York, 1876
1.e4 e6 2.d4 d5 3.Cc3 Cf6 4.exd5 exd5 5.Cf3 Ad6 6.Ad3 0–0 7.0–0 h6 8.Te1 Cc6 9.Cb5 Ab4 10.c3 Aa5 11.Ca3 Ag4 12.Cc2 Dd7 13.b4 Ab6 14.h3 Ah5 15.Ce3 Tfe8 16.b5 Ce7 17.g4 Ag6 18.Ce5 Dc8 19.a4 c6 20.bxc6 bxc6 21.Aa3 Ce4 22.Dc2 Cg5 23.Axe7 Txe7 24.Axg6 fxg6 25.Dxg6 Cxh3+ 26.Rh2 Cf4 27.Df5 Ce6 28.Cg2 Dc7 29.a5 Axa5 30.Txa5 Tf8 31.Ta6 Txf5 32.gxf5 Cd8 33.Cf4 Dc8 34.Cfg6 Te8 35.Cxc6 Dc7+ 36.Cce5 Dxc3 37.Te3 Dd2 38.Rg2 Dxd4 39.f6 gxf6 40.Txf6 Ce6 41.Tg3 Cg5 42.Cg4 Rg7 43.Cf4 De4+ 44.Rh2 Ch7 45.Ch5+ Rh8 46.Txh6 Dc2 47.Chf6 Te7 48.Rg2 d4 49.Ce5 Dc8 50.Cg6+ 1–0

La Belleza de un Plan

Las más de las veces, la belleza de un encuentro memorable se resuelve en dos o tres golpes tácticos espectaculares. Pero, hay ocasiones, en que la belleza de una partida aparece por una idea de planteamiento general que denominamos plan y que suele irrumpir sobre el tablero fruto de un sigiloso e imaginativo trabajo de laboratorio previo.

El mundo de las Aperturas, precisamente no es otra cosa que el confronto de las distintas ideas ajedrecísticas y quienes acostumbran a prestar atención a estas, además de a la sucesión de sus movimientos teóricos, tienen el privilegio de deleitarse con su sutil encanto.

Hoy vamos a disfrutar con un plan maravilloso cuyo elemento clave es la presión sobre un peón en c2 que propicia un desarrollo extraño, cuanto espectacular y exitoso de las piezas negras, plan, que además se acompaña de sacrificios que hacen de la partida una joya de belleza sin par.

Georgiev, Kiril – Jussupow, Artur
Las Palmas 1993

1. e4 e6 2. d4 d5 3. Cc3 Ab4 4. e5 Ce7 5. a3 Axc3+ 6. bxc3 c5 7. Cf3 b6 8. Ab5+ Ad7 9. Ad3 Las negras deseaban cambiar su alfil malo por el alfil bueno del blanco en a6; con el jaque en b5 y la retirada a su casilla natural en esta clase de posiciones, las blancas han evitado la típica maniobra negra para el cambio de alfiles.

9… Aa4 Pero las negras haciendo de tripas corazón, van a demostrar que el aforismo del veterano y excelente Entrenador Cántabro Julio Velasco “No hay niño malo ni alfil malo” es algo más que un buenismo montañés. El alfil en a4, además de bloquear el flanco de dama negro, pincha al peón c2 que requerirá perenne protección hasta el final de sus días.

10. h4 h6 Las blancas continúan con su juego habitual en estas posiciones ganando espacio en el flanco de rey. Las negras realizan el clásico movimiento de control sobre la casilla g5, respuesta igual de habitual que no despierta sospecha alguna en su rival; pero como veremos a continuación, este típico avance de h6, esta vez, está conectado magistralmente con la presión sobre c2 de Aa4.

11. h5 c4 Las blancas confiadas en que todo sigue su curso normal contemplan el último avance negro como un error porque normalmente este avance deja sin contrafuego a las negras en el flanco de dama. Y así es, pero las negras han encontrado un modo de sorprender a su rival y la entera comunidad ajedrecística que conecta esta jugada aparentemente mala con el plan de presionar sobre c2 con el Aa4.

12. Ae2 Rd7 Estamos tan acostumbrados al enroque mecánico que jugadas como esta de rey ni se contemplan en partida viva y menos estando las damas presentes sobre el tablero. Y como podremos comprobar en breve, esta jugada también está conectada con la presión sobre c2 del Aa4.

13. Ch4 Dg8 Ahora comprendemos la jugada de rey.

14. Ag4 Dh7 Y ahora entendemos la jugada anterior de dama y por qué decíamos que las jugadas h6, c4 y Rd7 estaban conectadas con la presión sobre c2 del Aa4.

15. Ta2 Ca6 16. Th3 Cc7 17. Rf1 Taf8 18. Rg1 g5 Observese como las negras se permiten el lujo de atacar por el flanco de rey gracias a que la mitad de las tropas del primer bando se hallan acuarteladas todavía en el flanco de dama ocupadas como están de proteger el peón c2.

19. Cf3 Cc6 20. Ch2 f5 21. exf6 Txf6 Las negras han logrado abrir una peligrosa columna contra el rey blanco.

22. Te3 Thf8 23. f3 Df7 24. Ad2 Ce8 Mientras la piezas blancas del flanco de dama están amarradas a tareas defensivas de c2, las piezas negras cuantan con tiempos para maniobrar a su antojo; en este caso el caballo se dirige a g7 para deglutir al peón avanzado de h5.

25. Ah3 Dxh5 26. Cg4 Tf5 27. Cf2 Dg6 28. Bxf5 exf5 Las negras han sacrificado calidad tomando en consideración que las piezas blancas del flanco de dama todavía tiene dificultad en reubicarse y que el Ah3 blanco molestaba lo suyo presionando sobre el peón débil e6. La presión de dama y alfil sobre c2, es uno de los elementos que posibilitan este sacrificio de calidad.

29. Te2 Cf6 30. De1 Ch5 31. Ta1 Cg3 En los tres últimos tiempos, las blancas han reubicado sus piezas, pero las negras han aprovechado para situar su caballo en mitad del campamento del rey blanco. Ciertamente las blancas han logrado hacerse con la columna abierta pero no hay entrada factible para la penetración entre las filas enemigas.

32. Te5 Dd6 Las negras no toman en e5 porque la entrada de la dama blanca en dicha casilla sería devastadora para sus intereses tocando al Cg3 y d5.

33. Ch1 Cxh1 34. Rxh1 Cxe5 35. dxe5 De6 Las blancas han devuelto la ventaja de calidad y a cambio han eliminado al molesto Cg3.

36. Ae3 Dxe5 Las blancas entregan el peón que era una causa perdida para intentar reubicar sus piezas conformando una fortaleza confiando en que un final de distinto color ayude en hacer tablas.

37. Dd2 Te8 38. Af2 f4 39. Td1 Rd6 Mientras el rey blanco parece castigado en el rincón, el rey negro trabaja con sus tropas en tareas defensivas, colaboración nada despreciable que supone, de facto, pieza de más.

40. Te1 Df5 41. Txe8 Axe8 Observese como las piezas desaparecen del tablero, como la partida avanza y la idea primigenia de la presión sobre el peón c2 permanece.

42. Ad4 Aa4 43. De1 Rd7 44. Db1 h5 45. Db4 Ac6 46. Db1 g4 47. fxg4 hxg4 48. De1 Aa4 Las negras después de evitar la entrada de la dama blanca en su territorio, sólo deben eliminar el peón c2 para obtener una sencilla victoria sumando su alfil al ataque en el flanco de rey.

El Problema más bello del mundo

índice

Posición:
Blancas: Rb1,Dh3,Cc5,Ce5,a2,b2,d5,e3,g3,h4
Negras: Rf6,Df8,Ta8,Ta7,Cb7,g7,e4,d7

A este reto de mate en tres, cuya solución requiere de una primera enérgica jugada, seguida de un movimiento tranquilo y un final humilde cuanto inevitable, el campeón inglés a quien debemos el nombre de nuestras piezas, Staunton, no dudó en calificarlo como el “Problema de ajedrez más bello del mundo”. Espero que con las pistas ofrecidas en su enunciación, todos seamos capaces de dar con la secuencia elegante que presenta.

La jugada más bella de la historia

Lewitky-Marshall2

Levitsky 0 – Marshall 1 Bresalu 1912

F.J. Marshall es uno de los grandes genios del ajedrez honrado en distintas variantes de la española, la siciliana, la semieslava…Digno representante de la escuela Estadounidense de comienzos del Siglo XX, su figura pugnó con maestría entre Lasker, Capablanca o Alekhine. Pero si su talento pasará a la historia y será recordado por todos con admiración, será por la bella jugada que regaló al mundo del ajedrez con la que finaliza la siguiente partida:

1. d4 / e6 2. e4 / d5 3. Cc3 / c5 4. Cf3 / Cc6 5. exd5 / exd5 6. Ae2 / Cf
7. 0-0 / Ae7 8. Ag5 / 0-0 9. dxc5 / Ae6 10. Cd4 / Axc5 11. Cxe6 / fxe6
12. Ag4 / Dd6 13. Ah3 / Tae8 14. Dd2 / Ab4 15. Axf6 / Txf6 16. Tad1 / Dc5
17. De2 / Axc3 18. bxc3 / Dxc3 19. Txd5 / Cd4 20. Dh5 / Tef8 21. Te5 /Th6
22. Dg5 / Txh3 23. Tc5 / Dg3 !!!

Tras esta jugada, las blancas abandonaron e invite a los lectores a descubrir por si mismos Cómo es posible que disponiendo de la libertad que otorga poder tomar en g3 con tres distintas piezas como son peón f, peón h y la propia dama, las blancas ni lo intentaron.