Las Torres de Capablanca

Haciéndome eco de una famosa frase del célebre Tartakover «La táctica consiste en saber qué hacer cuando hay algo que hacer. La estrategia, en saber qué hacer cuando no hay nada que hacer” creo que después de haber transmitido, practicado, asentado, corregido y verificado los múltiples conocimientos tácticos entre el alumnado y de haberles contagiado el gusto por el juego pillo, brillante, de sacrificios y celadas, que diríamos romántico…no viene mal introducir gradualmente los elementos estratégicos del juego que templarán un poco el ímpetu atracativo, si bien elevarán seguramente el nivel de ajedrez a una dimensión hasta entonces desconocida para ellos, aquella que no puede computarse mirando a las piezas de la caja, sino a las que están en el tablero ocupando el centro, diagonales, columnas, huecos, etc.

Hoy os presento una de las mejores partidas que conozco para explicar estrategia, sobre todo dos aspectos:
-Cambio de piezas malas por buenas. (Aspecto menor a cargo del derrotado)
-Dominio de columnas por las torres y entrada en Séptima. (Aspecto mayor a cargo del vencedor)

Al comentar la partida conviene remarcar el contraste de los comentarios estratégicos, remarcando que a diferencia de otras partidas anteriores, en esta apenas se habla de combinaciones, ataques dobles, descubiertas, clavadas, etc. Salvo como es lógico en la combinación final.

Nimzowitch – Capablanca
Nueva York 1927

1. c4 Cf6 2. Cf3 e6 3. d4 d5 4. e3 Ae7 5. Cbd2 O-O; La salida del Caballo por d2 puede obedecer a varios factores entre ellos tener opción de tomar en c4 para luego dirigirse a e5.

6. Ad3 c5 7. dxc5 Ca6 Tomar con el Alfil de e7 es una pérdida de tiempo. La extraña salida del caballo por a6 que parece un burro tiene la idea de tomar en c5 para más adelante situarse en e4 cerrando la gran diagonal del Ad3 que amenaza h7 como la espada de Damocles con los temas del “Trenecito” y “Presente griego” por todos conocidos.

8. O-O Cxc5 9. Ae2 b6 10. cxd5 Nxd5 Obsérvese la posición agresiva de los caballos que parecen potros en mitad del tablero en su cuarta fila.

11. Cb3 Ab7 Las blancas con buen criterio buscan cambiar su caballo tonto por el potro de c5. Por su parte las negras aprovechan dicho tiempo en colocar su alfil en la gran diagonal apuntando al enroque corto contrario. Merece la pena apreciar la diferencia entre los Alfiles de b7 y e2.

12. Cxc5 Axc5 13. Da4 Df6 Las damas salen del palacio para despejar la primera fila y que las torres puedan ocupar las casillas centrales donde se supone son más fuertes y activas por estar las columnas despejadas de peones.

14. Aa6 Axa6 Las blancas otra vez buscan otro cambio favorable; en este caso su alfil tonto de e2 por el activo de b7.

15. Dxa6 Cb4 Lo que sucede con estos cambios provechosos que realiza el blanco, es que le están suponiendo demasiados tiempos y ello le pasará factura de desarrollo.

16. De2 Tfd8 Ahora obsérvese la diferencia entre la actividad de Df6 y De2. Las blancas desean llevar una Torre a d1 como las negras acaban de hacer para ocupar la columna central.

17. a3 Cd3 Las negras introducen en terreno enemigo un poderoso Caballo que va a impedir el juego negro.

18. Ce1 Cxe1 Es tan molesta la presencia del potro en d3 que las blancas se ven forzadas a echarlo de inmediato por otro cambio provechoso, pero a costa de otro tiempo más.

19. Txe1 Tac8 Las negras ya han dispuesto sus dos torres en las dos columnas abiertas. Obsérvese de nuevo la posición: no hay material de más; no existe ninguna ventaja en las posiciones de los reyes, pero las piezas negras juegan mucho más que las de las blancas.

20. Tb1 De5 La jugada blanca era obligada si es que deseaban poder desarrollar el Alfil. Las negras disponen mejor sus piezas.

21. g3 Dd5 22. b4 Af8 El sentido de esta extraña jugada además de para evitar posibles interferencias combinativas por miedo a mates del pasillo, tiene por objeto impedir ataques combinados de Dama y Alfil sobre g7 restando cualquier posibilidad de contrajuego al rival.

23. Ab2 Da2 Primera entrada en Séptima que inmoviliza al blanco.

24. Ta1 Db3 Instalándose la Dama para establecer una cabeza de puente que permita la entrada en Séptima a Tc2.

25. Ad4 Tc2 El Alfil busca taponar una de las vías, pero la entrada es inevitable.

26. Da6 e5 La dama intenta enredar, pero las negras se permiten el lujo de entregar material para introducir la segunda torre en Séptima, gracias a la presencia del Af8 que evita cualquier susto en su primera fila.

27. Axe5 Tdd2 28. Db7 Txf2 a Tf1 para defender se respondía Dxe3, ya que de tomar fxDe3 entonces mate del Muro con Tg2, etc.

29. g4 De6 Las blancas buscan desesperadamente una posición fortín, pero las negras están muy superiores.

30. Ag3 Txh2 Excelente visión de conjunto. Con dos torres en Séptima algo tenía que haber. De tomar el Alfil en h2, Dxg4 y luego Dh3 con mate imparable.

31. Df3 Thg2 32. Dxg2 Txg2 33. Rxg2 Dxg4 34. Tad1 h5 Habiendo esa masa de peones en el flanco de Rey, la dama es mucho mejor que las dos torres.

35. Td4 Dg5 36. Rh2 a5 37. Te2 axb4 38. axb4 Ae7 Desocupado el Afil de su tarea preventiva, sale a tomar el aire.

39. Te4 Af6 40. Tf2 Dd5 41. Te8 Rh7

Capablanca ante el espejo

 

Posición tras 11 Dd2 Dd7;

 

Todos mis alumnos saben el aprecio personal que tengo por el concepto de simetría. De hecho, en los estadios más aventajados recomiendo hacer uso de este recurso que propicia la propia naturaleza de nuestro juego para ahorrar energías en el estudio del repertorio de aperturas (Ver artículo sobre simetría)

Pero ¡Todo tiene un límite! En las primeras etapas infantiles, la ecolalia puede obedecer a un ensayo por adquirir las habilidades de los adultos en el manejo del aparato fonador, pero cuando el fenómeno parece persistir, ya es síntoma de que algo no funciona bien en el niño; La imitación en el taller del arte del Maestro es el camino adecuado para el aprendizaje de sus secretos, pero si pasada la etapa formativa el pretendido artista repite y se repite, más que un artista, se queda en artesano. Y a todos nos agrada que nos imiten, pero no hasta el extremo de que nos hagan burla, etc. Lo mismo sucede en el ajedrez.

Son muchas las líneas que basan su estrategia en la simetría, como sucede en la Apertura Inglesa, o la Petrov. Pero si se abusa de este recurso, nos puede suceder lo que le aconteció a un rival de Capablanca durante unas simultáneas en Nueva York. El personaje no debía saber que en ajedrez, el que da Mate primero, gana la partida.
Raul Capablanca – Anónimo
Nueva York 1918

1.e4 e5 2.Cf3 Cc6 3.Cc3 Cf6 4.Ab5 Ab4 5.0-0 0-0 6.d3 d6 esta variante existe en la teoría de Aperturas y a ella se puede llegar como hemos visto por Cuatro caballos pero también es posible por española y Vienesa. Con este tipo de líneas simétricas se puede volver majareta al rival que a cada momento se plantea la cuestión ante el espejo ¿Quién de los dos está mejor?
7. Ag5 Ag4 8.Cd5 Cd4 9.Cxb4 Cxb5 10. Cd5 Cd4 11.Dd2 Dd7 11.Axf6 Axf3 12. Ce7+ Hasta aquí llegó la guasa y mofa de quien debía creerse un genio ante el espejo preguntándose ¡Espejito! ¡Espejito! ¿Quién juega mejor de los dos?

12…Rh8.
13. Axg7+ Rxg7 14. Dg5+ Rh8 15. Df6 ++
Una curiosidad con la que escarmentar y entretener a los pupilos que ensayan esta estratagema ante su Maestro de Ajedrez.