El Juego en Consulta

En aquellos tiempos en que no había computadoras de ajedrez al alcance de la mano, el juego en equipo era algo más que jugar tu partida al lado del compañero de club frente a los respectivos adversarios para acto seguido sumar los resultados en un acta. Jugar en equipo, suponía estar a disposición de los demás socios del club para encontrar la mejor continuación tras el aplazamiento; preparar una novedad ante el próximo rival; analizar la partida disputada y en ocasiones, a modo de entrenamiento, disputar una partida por equipos, donde los miembros del mismo club o de clubes rivales, jugaban en consulta una misma partida.

Esta modalidad de juego, ahora en desuso, tenia la virtud de brindar a los jugadores jóvenes o menos aventajados la posibilidad de asimilar algo que difícilmente puede transmitirse en las clases de ajedrez o en libros como los de Kotov por muy excelentes que sean, a saber: los procesos mentales que inducen a los jugadores a elegir una u otra variante o a tomar ciertas decisiones durante los encuentros, además de otros conocimientos relativos a las Aperturas, finales, estructuras de peones, etc.

Es así, que desde TX animamos a los Clubes y Escuelas a recuperar esta práctica que cuenta con el aliciente de permitir a socios y alumnado eso tan sano como es la instrucción mutua, generando un ambiente electrizante y auténtica afición entre sus participantes, con el aliciente de que las victorias se festejan como propias y las derrotas se comparten con los el resto del equipo.

El paradigma de una Partida en Consulta surgió durante una concentración que la Federación Soviética realizó en 1952 para preparar su participación en la Olimpiada de Helsinki, en cuyo trascurso se dividió a los presentes (10 Grandes Maestros) en dos equipos ubicados en dos habitaciones contiguas.
Equipo blanco: Geller, Petrosian, Averbach y Taimanov.
Equipo Negro: Keres, Boleslasvky, Kotov y Tolush.
Posteriomente se incorporaron Botvinnik y Smislov.

A priori, cuando alguien se dispone a visionar una partida semejante disputada, nada más y nada menos, que por diez Grandes Maestros cuyos nombres son parte del firmamento ajedrecístico, anticipa contemplar una partida excepcional. Y ciertamente, esta lo es en extremo, pues entre sus rarezas excepcionales pueden observarse que ambos bandos emplean líneas poco frecuentes en la Apertura que cambian un alfil por un caballo o que sacan los alfiles por las bandas; no parece importarles lo más mínimo que se les doble peones; cuentan con reyes viajeros o que la dama negra deambule por todo el tablero emulando la Odisea de Ulises.

Como comprenderán, esta vez me abstengo por completo de realizar cualquier comentario y me limito a reflejar las notas tomadas por uno de los presentes, a saber: el Árbitro Internacional Lev Abramov y pongo en rojo las jugadas de partida para facilitar su seguimiento y evitar confusiones con las jugadas del comentario.

1. d4 Blancas comentan: El adversario es Keres, por lo que hará la defensa nimzoindia.
1… Cf6 Sin embargo, Keres propone (puede que sea broma) el contragambito Albin, Tolush la defensa india de rey, pero la mayoria se inclina por el ofrecimiento de Kotov…

2. c4 e6 3. Cc3 Ab4 4. a3 Axc3+ 5. bxc3 El entendido de esta apertura es Taimanov. Jugó hace poco contra Szabo 5… 0-0, y escribió que era buena 5… c5, pero jugamos de otra manera. 5… Cc6

Efectivamente, el primero en lanzarse fue Taimanov: «Una jugada imprecisa». Averbaj y Geller propusieron el esquema 6.e3, 7. Ad3 y 8. Ce2, pero Petrosian y Taimanov insistieron en otra: 6. f3

Discutida y retirada 6…d6 seguida de e6-e5, las negras acordaron la variante de moda. 6… b6

7. e4 Aa6 8. Ag5 h6 9. Ah4 Dc8 10. Ad3 Aunque la dama vaya a e2, se toma una decisión inmediata. 10… Ca5

En la habitación de las blancas se considera que el adversario se proyecta sin fundamento en ambos flancos. Averbaj dice que luego de 11. De2 Db7 12. Tb1 Dc6 13. Tb4, las blancas acaban con la actividad enemiga en el flanco de dama.
11. De2 Se examina la jugada 11… Db7. Kotov propone 12. Tb1 Dc6 13. Tb4 y después «mantenerse». Tolush advierte: » Juguemos 13… 0-0-0″. Pero a Kotov en ese caso no le agrada 14.d5! Entonces la atención se centra en 11… Ch5 12. Ch3 pero esto lo rechazan la mayoría de las voces. 11… d6 12. f4 Dd7 13. Cf3 Da4 14. Cd2 no tiene perspectivas. En la habitación hay un poco de pánico. Tolush vuelve a 11… Db7 12.Tb1 y propone 12… 0-0-0 13.e5 g5 14. Af2 Ch5 15. Ae4 c6. «Puede ser 11… c5 (?)» -propone Keres- «No, estamos pasivos después de 12. d5» -responden Kotov y Tolush-. «Vamos a acorralar a la torre blanca en b4, y después veremos: 13… d6 o 13… d5».

11… Db7 12. f4 Dc6 13. d5 Da4 14. e5 Db3 (La respuesta 14… Cg8 se rechazó por 15. dxe6 dxe6 16. f5 Axc4 17. De4 y a la retirada de la torre, 16.fxe5. La jugada de la partida fue idea de Keres.)

15. Rf2 (Las blancas rechazaron 15. exf6 y principalmente les disuadió de ello el que si intentaban cambiar la marcha de los acontecimientos después de 15… Dxc3+! 16. Rf2 g5 17. Cf3 gxh4 mediante 18. dxe6 dxe6 19. Ce5 las negras tenian la respuesta 19… O-O-O)

15… Dxc3 16. Cf3 (En la variante 16. Td1 Dd4+ las blancas intentaron en vez de 17. Rf3 jugar su rey a f1, pero no se guiaron por el corazón: (17. Rf1 Dxf4+ 18. Cf3 Cg4 19. Ag3 De3 20. h3 exd5 21. hxg4 Dxe2+ 22. Axe2 Axc4 y las negras tiene cuatro peones por la pieza.))

16… Cxd5 17. Thc1 Db3 18. Rg3 Cxf4 (No daba nada 18… g5 19. fxg5 O-O-O por 20. Cd2 o 20. Cd4)

19. Rxf4 g5+ 20. Rg4 gxh4 21. Cd4 (21. Tcb1 Da4 22. Cd4 c5 23. Df3 d5 24. Tb4 fue la línea propuesta por Botvinnik. Ay (!) , ya no había tiempo para examinar la belleza después de 24… cxb4 25. cxd5 Axd3 26. dxe6 En base a la difícil situación las riendas del gobierno le fueron dadas a Petrosian, pero las negras confiaron en la realización de la ventaja de Keres. He aqui como termino el combate) Desde aquí elimino las jugadas en rojo.

21… Da4 22. Df3 Cc6 23. Cxc6 dxc6 24. Df6 Rd7 25. Dxf7+ Rc8 26. De7 Da5 27. Dxe6+ Rb7 28. Ag6 Thg8 29. Rxh4 Dd2 30. Dg4 Tad8 31. Td1 Df2+ 32. Rh3 h5! 33. Df5 De3+ 34. g3 Tdf8 35. De4 Dg5 36. Ah7 Tg7 37. Tac1 Tf2 38. Dxc6+ Rb8 y las blancas superaron el tiempo estipulado. De haber tomado la dama en c6 las blancas lograrían unas muy necesitadas tablas.
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Bloqueo Total

PETROSIAN
La idea de bloqueo se basa fundamentalmente en entorpecer ciertas maniobras contrarias como puede ser el avance de un peón que busca una ruptura mediante la colocación de una pieza en la casilla a la que pretendia ir, o sencillamente, eludir un cambio de peón para así cerrar el centro o el flanco.
La partida que sigue, es jugada con blancas por Petrosian, pero no el Campeón del Mundo, acaso por ello, la partida no presenta un juego excepcional, aunque dada su singularidad, es digna de ser presentada como paradigma de bloqueo.
Siempre reitero la necesidad de evitar excesivos comentarios ajenos a la enseñanza primordial de la partida presentada. En este caso, dicho consejo se agudiza.

A.B. Petrosian – L. Hasai
1. c4 g6 2. Cc3 Ag7 3. d4 Cf6 4. e4 d6 5. f3 e5 6. d5 Ca6 7. Ae3 Ch5 8. Dd2 Dh4 9. Af2 De7 10. O-O-O O-O Nos encontramos en la clásica posición de enroques opuestos alcanzada tras jugar la variante Sämisch contra la India de Rey.

11. Ae3 f5 12. Ad3 f4 13. Af2 Af6 Las negras están jugando a contener el avance blanco en el flanco de rey con idea, de más adelante, abrir el flanco de dama.

14. Cge2 Ah4 15. Ag1 Ad7 16. Rb1 b6 17. Cc1 Cc5 Blancas y negras toman posiciones ahora en el flanco de dama.

18. Ac2 a5 19. Ac5 bc5 20. Aa4 Aa4 21. Ca4 Tfb8 Las blancas, se han desprendido de su pareja de alfiles tomando en consideración lo cerrado de la posición, pero a costa de abrir la columna b para las negras, que sin demora, se apresuran a explorar sus posibilidades…

22. Dc2 Rh8 23. Td3 Tb4 24. Ta3 De8 Ahora, son las blancas las deseosas de bloquear el juego negro en el flanco de dama. Para ello no ahorran recursos Ca4; Ta3; Dc2 con tal de evitar el avance del peón rival.

25. Cd3 g5 Las negras permiten la captura en b4 porque tras 26 CxT axC recuperan la pieza y abren la columna contra el rey blanco.

26. h3 Cf6 27. Tc1 Rg7 28. b3 Cd7 29. Dd2 Tb7 30. Cdb2 Cb6 31. Ra1 h5 32. Cd1 Ca4 33. Ta4 Tb4 34. Cc3 Dc8 35. Cb5 Ag3 36. De2 Rf6 Mientras en el flanco de dama discurre la melodía con variaciones sobre un mismo tema, el rey negro aprovecha para centralizarse ante un repentino paso al final.

37. Tb1 Re7 38. a3 Ta4 39. ba4 Rd8 40. Cc3 Tb8 41. Tb5 Tb5 42. ab5 Da8 43. Ca4 Da7 44. Ra2 Rc8 45. Db2 Db6 Y hemos aquí la jugada negra que dignifica la partida.

46. Cb6 cb6 La posición de bloqueo es tal, que las negras van a lograr tablas con dama de menos.

47. h4 gh4 48. Dd2 h3 49. gh3 h4 La entrega en h3 era necesaria para echar el cerrojo definitivo. Ahora la posición está completamente bloqueada y la dama blanca no tiene forma de entrar.

Piezas en el banquillo

BANQUILLO

“Las piezas que no se desarrollan están en el banquillo”. Esta es una de las frases más recurrentes en mis clases de Ajedrez. Pero los consejos y advertencias no parecen suficiente…
Cuando harto de repetir a mis alumnos que no se puede ganar al rival sólo con la Dama, a fin de impresionarles durante el análisis de la partida les quitaba desde el inicio, las piezas que no habían intervenido a lo largo de la toda la planilla.
Como es mejor escarmentar en carne ajena que en la propia, hoy os propongo que visionemos el siguiente ejemplo sin demasiados comentarios para, a continuación, reproducirla sin el Flanco de rey Blanco. El ejercicio ayudará a comprender mejor al alumnado por qué se le insiste tanto en desarrollar las piezas.

Sokolov – Aronian, Olimpiada, 2006
1. d4 Cf6 2. c4 e6 3. Cc3 Ab4 4. Dc2 d5 5. cd5 ed5 6. Ag5 c5 7. dc5 h6 8. Ah4 g5 9. Ag3 Ce4 10. Ab8 Df6 11. Ag3 Cc3 12. a3 Af5 13. Dd2 Aa5 14. b4 Ce4 15. Dc1 Tc8 16. Ta2 Tc5 17. Da1 Dc6 18. De5 Rd8 19. Dh8 Rd7

Excepcional excepción a las reglas del desarrollo

Los monitores de ajedrez insistimos en que se respeten las reglas del desarrollo, a fin de que nuestro alumnado no incurra en demasiados errores de Apertura, cuando no, en pillinas celadas agazapadas sobre el tablero para quien no las aprende en el aula. Sin embargo, no conviene perder de vista que las reglas tienen sus excepciones y las reglas de ajedrez del desarrollo, no iban a ser una excepción, por lo que, tampoco resulta muy apropiado corregir en exceso si con ello coartamos la creatividad innata del niño, menos todavía, tras conocer la siguiente partida donde Shirov, hace añicos varios de nuestros sacrosantos postulados como, no mover en la Apertura demasiados peones; no mover seguido sin necesidad la misma pieza; no dejar mucho rato el rey en el centro, etc.
Como toda partida magistral, merece la pena su visionado entero. Empero, en esta ocasión el acento de la enseñanza habremos de ponerlo en su excepcional inicio en su doble sentido, cuyo comentario irá aderezado de autocrítica para el monitoraje ajedrecístico.

Gelfand – Shirov, Linares 1993

1. c4 e6 2. Cf3 d5 3. g3 c6 4. b3 a5 Sin ser tiquismiquis, podríamos aceptar los tres primeros movimientos de peón, pero no ya el cuarto. Seguramente si un joven pupilo hiciera estas jugadas, le estaríamos llamando la atención sobre su planteamiento.

5. Ab2 a4 Ante esta jugada pocos entrenadores dejarían de preguntarse ¿Pero qué diablos estará haciendo este tío? ¡No me hace caso en nada!

6. Ag2 a3 Aquí más de un monitor se giraría en medio de la sala llevándose las manos a la cabeza.

7. Ac3 b5 ¡A perdido el juicio! Exclamaríamos algunos fuera del terreno de juego.

8. c5 Cf6 ¡Por fin! Algo sensato…Pensaríamos la mayoría.

9. b4 Ce4 Pero ¿A dónde vas alma de dios? – Pensaríamos para nuestros adentros.

10. O-O Cc3 Pero ¿Para qué le doy clases? – Nos interrogaríamos en alto ante los colegas. – Hace lo contrario de lo que se le enseña. Ese cambio favorece el desarrollo del caballo blanco y ha invertido tres tiempos en ello: f6,e4 y c3.

11. Cc3 d4 ¿Ha tomado algún medicamento antes de la partida? – Preguntaríamos a los padres a modo de justificación.

12. Ce4 f5 Nada. Se ha vuelto loco. – Afirmaríamos resignados.
El resto del encuentro transcurrió como sigue:

13. Ceg5 Ae7 14. h4 Af6 15. Db3 Dd5 16. Db1 h6 17. Ch3 e5 18. e3 de3 19. de3 Ta4 20. Cd4 Dd7 21. Cc2 O-O 22. e4 f4 23. Db3 Df7 24. Df7 Tf7 25. Tfd1 f3 26. Af1 g5 27. Td3 g4 28. Rh2 Td7 29. Tad1 Td3 30. Td3 Ae6 31. Td6 Rf7 32. Ab5 cb5 33. Tb6 Ca6 34. Tb5 Aa2 35. c6 Ab1 36. Tb7 Re6 37. Ca3 Ta3 38. b5 Ae4 39. Ta7 gh3 40. c7 0 – 1

Tras la victoria, estoy convencido de que nos dirigiríamos a nuestro jugador y le diríamos en tono de rapapolvo y advertencia: La apertura ha sido un auténtico estropicio; Te has quedado muy mal; ¿Se puede saber a qué jugabas? Te ha salido bien, pero porque tu rival era muy malo y no ha sabido aprovechar tus pérdidas de tiempo, tu pésimo desarrollo, tus casillas débiles, tus débiles peones y la mala situación de tu rey. ¡Que no se vuelva a repetir.

La jugada más bella de la historia

Lewitky-Marshall2

Levitsky 0 – Marshall 1 Bresalu 1912

F.J. Marshall es uno de los grandes genios del ajedrez honrado en distintas variantes de la española, la siciliana, la semieslava…Digno representante de la escuela Estadounidense de comienzos del Siglo XX, su figura pugnó con maestría entre Lasker, Capablanca o Alekhine. Pero si su talento pasará a la historia y será recordado por todos con admiración, será por la bella jugada que regaló al mundo del ajedrez con la que finaliza la siguiente partida:

1. d4 / e6 2. e4 / d5 3. Cc3 / c5 4. Cf3 / Cc6 5. exd5 / exd5 6. Ae2 / Cf
7. 0-0 / Ae7 8. Ag5 / 0-0 9. dxc5 / Ae6 10. Cd4 / Axc5 11. Cxe6 / fxe6
12. Ag4 / Dd6 13. Ah3 / Tae8 14. Dd2 / Ab4 15. Axf6 / Txf6 16. Tad1 / Dc5
17. De2 / Axc3 18. bxc3 / Dxc3 19. Txd5 / Cd4 20. Dh5 / Tef8 21. Te5 /Th6
22. Dg5 / Txh3 23. Tc5 / Dg3 !!!

Tras esta jugada, las blancas abandonaron e invite a los lectores a descubrir por si mismos Cómo es posible que disponiendo de la libertad que otorga poder tomar en g3 con tres distintas piezas como son peón f, peón h y la propia dama, las blancas ni lo intentaron.