En mi obra APRENDE A HACER TRAMPAS AL AJEDREZ dedico un breve capítulo a secuencias donde uno de los bandos, juega de tal forma que combina magistralmente para perder para sorpresa de su oponente quien se ve obligado a derrotarle de modo fulminante.
Un buen ejemplo de esta curiosa forma de perder la partida que no es debida a una celada del rival nos la brinda una de las mejores espadas de finales del XIX e inicios del XX y de la que deben tomar buena nota cuantos juegan Escandinava. Por lo demás, es también un bello ejemplo a sumar al tema de la Falsa Clavada ya tratada en TX.
Jacques Mieses vs Johannes Wilhelm Ohquist Nuremberg (1895)
1. e4 d5 2. exd5 Dxd5 3. Cc3 Dd8 4. d4 Cc6 Esta es una jugada natural, pero aquí sospechosa estando como está abierta la diagonal a4-e8 donde se halla el rey y con un peón central que puede pincharlo en d5.
5. Cf3 Ag4 Aquí tenemos la típica escena que he denominado “El invitado” ante la inercia de clavar estos caballos sin reflexión. Las blancas juegan Cf3 “Invitando al Ac8 a entrar en la clavada.
6. d5 Ce5 Y claro…quien se resiste a presionar una pieza clavada. Pero este es el error decisivo de las negras. A partir de ahora, todos los caminos llevan a la derrota.
7. Cxe5 Axd1 El tema de la Falsa Clavada suele ser presentado con el Mate Legal; posiblemente las negras conocían este mate, pero no asimilaron bien el tema. Y ahora, tocaba recibir la lección sobre el tablero.
8. Ab5 + c6 9. dxc6 Dc7 10. cxb7 + Rd8 11. Cxf7 1-0