“Las piezas que no se desarrollan están en el banquillo”. Esta es una de las frases más recurrentes en mis clases de Ajedrez. Pero los consejos y advertencias no parecen suficiente…
Cuando harto de repetir a mis alumnos que no se puede ganar al rival sólo con la Dama, a fin de impresionarles durante el análisis de la partida les quitaba desde el inicio, las piezas que no habían intervenido a lo largo de la toda la planilla.
Como es mejor escarmentar en carne ajena que en la propia, hoy os propongo que visionemos el siguiente ejemplo sin demasiados comentarios para, a continuación, reproducirla sin el Flanco de rey Blanco. El ejercicio ayudará a comprender mejor al alumnado por qué se le insiste tanto en desarrollar las piezas.
Sokolov – Aronian, Olimpiada, 2006
1. d4 Cf6 2. c4 e6 3. Cc3 Ab4 4. Dc2 d5 5. cd5 ed5 6. Ag5 c5 7. dc5 h6 8. Ah4 g5 9. Ag3 Ce4 10. Ab8 Df6 11. Ag3 Cc3 12. a3 Af5 13. Dd2 Aa5 14. b4 Ce4 15. Dc1 Tc8 16. Ta2 Tc5 17. Da1 Dc6 18. De5 Rd8 19. Dh8 Rd7