La mayéutica socrática y la partida de ajedrez

Sócrates, uno de los padres de la Filosofía, era hijo de una comadrona. Por ello, entendió siempre su labor en la búsqueda de la verdad como mayéutica, que en griego es la técnica con la que se traen niños al mundo.

El método socrático, consistente en realizar exhaustivos interrogatorios a sus interlocutores, pretendiendo hacer aflorar el conocimiento que anida dentro de nosotros. Y como sucede en los nacimientos, no sin esfuerzo y dolor.

En la medida en que contemplamos la partida de ajedrez como un diálogo donde blancas y negras se alternan en cuestionar la posición contraria para dar cumplida respuesta al oponente, podríamos entender como mayéutica y no enconado enfrentamiento, el transcurrir de sus movimientos, porque ambas partes presentan dificultades al rival interlocutor y se esfuerzan en contrargumentar sus planes y estrategias o sufren en hallar una buena defensa. Es precisamente, llegados a este punto, conviene no olvidar que la otra parte posee en su interior un conocimiento que no conviene excitar en demasía, de modo que, en ocasiones, tu mejor jugada no es tu mejor jugada si con ella se fuerza al oponente a encontrar la única jugada con que se defiende y te gana.

Dejando a un lado la paradoja anterior, ciertamente, el método socrático de la mayéutica ayuda a comprender el fenómeno de las denominadas “Inmortales” porque la inspiración ajedrecística, a diferencia de la musical o poética, es poca ayuda de cara a componer las obras de arte con las que nos tropezamos por sorpresa en el lúdico dialogo de la competición cuando quien está al otro lado del tablero hace que aflore lo mejor de nuestro genio.

Es entonces que descubrimos una de las grandes verdades atrapadas en el mismo juego, a saber, que se necesita del rival para poder jugar.

El texto puede ser escuchado en la sección Escaque 65 del Rincón del ajedrez, un formidable espacio radiofónico dirigido por, Manuel Azuaga, dedicado con entretenida profesionalidad al maravilloso mundo de las 64 casillas que podeis visitar pinchando en la siguiente dirección:
https://www.ivoox.com/en/escaque-65-la-mayeutica-socratica-del-ajedrez-audios-mp3_rf_42916852_1.html

El Ajedrez de la Filosofía, por Francisco J. Fernández

FILOSOFIA

Hace unos meses cayó en mis manos un curioso trabajo publicado por un antiguo colega de Doctorado de la Facultad de Donosti, Francisco J. Fernández, cuyo título El Ajedrez de la Filosofía, captó de inmediato mi atención, al punto de aplazar mis por entonces obligadas lecturas profesionales sobre mitología comparada para entregarme a su disfrute, dado que en mi también coinciden estas dos bellas disciplinas que requieren zambullirse en las profundidades del pensamiento.

He tardado en editar esta reseña, dado que, el volumen, no cumple los requisitos que yo mismo me he impuesto para esta sección, cuales eran creía yo, la de dar a conocer obras adecuadas para la divulgación del ajedrez aficionado medio, para el monitor o el docente, pero en un sentido amplio, si que encajaba en la perspectiva de TX, a saber, la de publicitar todo eso que tiene que ver con nuestro juego y que por distintos motivos no haya tenido suficiente eco, si quiera, entre las secciones ajedrecísticas habituales.

El autor es filósofo y ajedrecista; su obra entonces presenta un alto perfil de conocimiento expositivo desplegado tanto en una como en otra materia lo que obliga al lector a enfrentarse al texto sin perder de vista nunca sus dos orillas, si no desea ahogarse en el pozo de sabiduría que encierra su meditada reflexión nacida, como no podía ser de otra manera, de la experiencia personal y subjetiva.

Para cuantos no prestan atención al orden de las palabras, el título del volumen puede llevar a confusión, pues como bien advierte el propio autor en su introducción, la obra no trata de la Filosofía del ajedrez – objeto de otra sesuda introspección – sino como reza explícitamente, del Ajedrez de la Filosofía; es decir, de cómo los filósofos, y la Filosofía han trabado contacto con el juego. Ya sólo por esto, conviene entonces advertir que la obra es muy recomendable a filósofos ajedrecistas e incluso para ajedrecistas filósofos y cuantos deseen incorporar a su biblioteca personal un ejemplar único en su especie.

Filósofos y Ajedrecistas: Rousseau y Hume

Cómo no podía ser de otra manera siendo yo del gremio, inauguro esta apasionante sección con dos genios de la Filosofía por los que siento una entrañable simpatía mental. Fueron dos ilustrados preocupados por resolver asuntos prácticos de sus contemporáneos abordando asuntos profundos con un lenguaje sencillo, cosa nada habitual cuando de lo que se trata es de aparentar sabiduría, mas no cuando se posee de verdad, como es el caso de los presentes.

Una edad adecuada para leer sus textos puede ser a partir de los 14 o 16 años si las mentes se han mantenido algo independientes de los planes de estudio estandarizados. En su defecto, habría que esperar hasta los 18 o 21 aproximadamente. En cualquier caso, bueno sería empezar con los dos discursos de Rousseau “Discurso sobre las ciencias y las artes” y “Discurso sobre el origen de la desigualdad entre los hombres”.

La siguiente partida enfrenta precisamente a estos dos pensadores, donde se puede apreciar que ambos participaban del espíritu romántico del juego, si bien, Rousseau demuestra que su afición iba más allá de pasar el rato, pues hay detalles durante la partida como el doble sacrificio de torre, que acreditan una mayor experiencia delante del tablero que lo presentado por Hume.

Rousseau  – Hume
1766

1. e4 / d6 2. Cf3 / Cd7 Está visto que el amigo Hume no tenia una idea clara, simple y distinta de cómo desarrollar las piezas. Esto es un error por obstruir innecesariamente al alfil de casillas blancas.

3. Ac4 / e5 4. d4 / c5 Demasiados movimientos de peón.
5. dxe5 / dxe5 6. Cc3 / Ae7 Tarde y mal. Ahora se permitirá la amenaza del Mate Pastor en f7.
7. Dd5 / Ch6 8. Axh6 / 0-0 El pobre Hume estará entendiendo ahora que del “buen salvaje rousseauniano”, sólo quedó lo de salvaje…
9. Ae3 / Db6 Hume busca desesperadamente contrariar la relación causa (Mal juego de apertura) efecto (Pérdida de partida)
10. Cxe5 / Dxb2 11. Cxf7 / Dxa1+
12. Rd2 / Dxh1 13. Ch6+ / Rh8 empieza el Mate de la coz.
14. Dg8+ / Txg8 15. Cf7++. Y Rousseau explica que el Pacto social es un supuesto teórico, como lo del Bien común.