Celada en Francesa, variante del Avance

Cuando nos iniciamos en las lides tácticas, entre las distintas leyes que se nos comunican sobresale aquella en la que se enfatiza la necesidad de que el atacante posea una pieza más que el defensor para tener éxito en su envite. Y en condiciones puras, o sea, en diagramas donde no intervienen otras variables a ponderar, dicha Ley es muy eficaz para ahorrarnos energías en el cálculo combinativo; empero, sucede que en el Ajedrez a diferencia de la Física, las leyes no se cumplen a rajatabla y a diferencia de la religión donde el curso normal de los acontecimientos es interrumpido en forma de milagros, en el mundo de las 64 casillas su inesperado incumplimiento aparece en forma de sorpresa generalmente desagradable llamada “Jugada Intermedia”, en este caso revestida del conocido tema táctico de la descubierta.

1e4 e6 Aquí tenemos la Defensa Francesa.

2d4 d5 Después de haber cedido el centro perfecto al blanco, las negras se lo disputan.

3e5 c5 Las blancas ganan espacio pero a cambio las negras obtienen contrafuego gracias al tiempo empleado por el primer bando para el avance. Por supuesto, se ataca no a la vanguardia sino a la retaguardia que en Ajedrez decimos “Base de peón”.
4c3 Cc6 Precisamente para no perder la base del peón, las blancas lo refuerzan con c3, de modo que de efectuarse un cambio en d4, e5 seguiría contando con un peón de refuerzo. Las negras por su parte suman fuerzas en la presión sobre d4 para debilitar e5. De momento, dicha presión es notablemente insuficiente según la ley táctica arriba comentada pues atacan dos Cc6 y c5 mientras defienden dos, c3 y Dd1

5Cf3 Db6 Las blancas desarrollan y defienden d4; las negras desarrollan y suman una pieza más a la presión sobre d4. Otra vez la fuerza negra sobre d4 no es suficiente para obtener ganancia; atacan tres Dama, Caballo y peón, mientras defienden también tres, peón, Caballo y Dama; Si en esta posición las blancas jugaran 6Cbd2 las negras ganarían un peón por interferir en su defensa, restando a la dama de la secuencia de cambios, dejando al atacante con uno más. Con esta idea las blancas realizan pillamente:
6Ad3 Aquí la negras cuentan “Ataco con tres y las blancas sólo defienden con dos ¡Adelante!” 6…cxd4 7cxd4 Cxd4 8CxC DxC y 9Ab5 las negras pierden la dama por descubierta.

Las negras debían haber jugado la previa Ad7 antes de entrar a saco, pero para ello, era necesario pensar un poco y no jugar en función de leyes y principios que han de guiar al pensamiento, pero nunca sustituirlo.

El Mate Remate

He bautizado al mate sobrevenido por “Jaque Doble” como Remate. Uno de los más bonitos por acontecer tras la dejada de Dama lo constituye esta Miniatura. Para imprimir el ritmo adecuado que requiere una miniatura sin diluir en alternativas que no vienen al caso la enseñanza del día, es mejor no detenerse demasiado en los comentarios.

Hermann Helms – Oscar Tenner
New York, 1942
1.e4 e5 2.Cf3 Cc6 3.Ac4 Ac5 4.b4 Ab6 Mención al Gambito Evans en este caso rehusado.
5.a4 a6 6.a5 Aa7 7.b5 axb5 8.Axb5 Cf6 9.Aa3 Cxe4 Con su novena jugada, las blancas empiezan a tender la trampa con el cebo de e4 que las negras glotonas aceptan sin miedo por tener el Rey en el centro.
10.De2 Cxf2 11.Cxe5 Cd4 Las negras lo han fiado todo a esta jugada: Se dan cuentan de la descubierta, pero creen tener la situación controlada por la amenaza de captura.
12.Cxd7+ Cxe2 Todo va como lo habían previsto las negras. Bueno…todo salvo el último movimiento. 13.Cf6 ++

Ataque al Rey en el centro

Al iniciar la partida generalmente por el centro, además de dejar desprotegida la figura del rey sucede que la disputa de tan preciado territorio en breve ofrece posibilidad de cambios en la estructura de peones columnas y diagonales abiertas contra la posición central. Si a esto le añadimos que uno de los puntos más vulnerables de la posición inicial, es precisamente el peón f por no tener más protección que la pieza que a su vez ha de ser protegida, cualidad esta que atrae a las piezas rivales como la miel a los osos por medio de sencillas jugadas como Ac4, Cg5, o Dh5 y sus correspondiente con negras…se hace evidente que demorar en demasía la presencia del rey allí donde lo coloca la posición inicial del juego, es una temeridad que se convierte en motivo de ataque por medio de sacrificios de extracción y apertura de líneas, máxime, cuando a la circunstancia le acompaña el acorralamiento del rey adversario por la cercana presencia de sus propias piezas, debida sobre todo a un deficiente desarrollo.

Caza Mayor / Caza Menor

Me costó entenderlo al mus ¡quien se dedica a la chica pierde! Pero en el Ajedrez, siempre lo he tenido muy claro: el objetivo del juego es dar muerte al Rey. Comer peoncitos y piecitas, está bien para ir abriendo boca, pero no hay que confundir la caza mayor con la caza menor.
Para ilustrar los dos tipos de juego, no hay nada como la actitud mostrada por los dos contendientes de la partida de hoy: mientras las negras juegan a ganar peones, las blancas se lanzan camicaces contra el rey adversario sin cuartel.

Schlosser – Kantikheyev
1.e4 c5 2.Cf3 b6 3.d4 cxd4 4.Cxd4 Ab7 Pinchando al peoncito.
5.Cc3 a6 6.Ac4 b5 disparando al Alfil.
7.Ab3 b4 Disparando al Caballo.
8.Ca4 Axe4 Cazando peoncito.
9.Cc5 Axg2 Cazando otro peoncito.
10.Tg1 Ac6 11.Axf7+ Rxf7 Extrayendo al Rey.
12.Txg7 y Dándole otra pieza más que llevarse al macuto. Pero las negras abandonaron ante los mates que sobrevienen tanto si se acepta como si no. Por ejemplo: 12…AxTg7; 13 Dh5+ y mate luego en f5.

Las jugadas invisibles, de Y. Afek – E. Neiman

 

Desde la caída del Muro de Berlín, los libros de ajedrez mejoraron por momentos. Pero desde la entrada en escena de los Monstruos de silicio, la frasecilla “Hacía tiempo que no disfrutaba tanto con una obra de ajedrez” se me está quedando obsoleta.
La obra que hoy presento es sencillamente una delicia en su contenido, una filigrana en su exposición, un ejemplo de buen hacer didáctico por rellenar una laguna de modo compacto de nuestra labor enseñante.
El acierto de sus autores en, primero detectar una insuficiente explicación de estos temas sutiles y después en abordarlo de manera tan concisa y elegante, convierten su esfuerzo en una obra maestra de cara a la docencia ajedrecística.
Como su propio título indica, el texto versa sobre “Jugadas invisibles” cuales son:
-Jugadas tranquilas que mejoran la posición sin amenazar aparentemente nada.
-Jugadas intermedias, que escapan al cálculo lineal de las variantes dando más de un susto y alegría.
-Jugadas encontradas, que aparecen para sorpresa de ambos jugadores durante el juego pero que escapan a la reflexión.
-Jugadas de retroceso
Los autores también abordan nociones que no tenemos suficientemente en cuenta como:
-aspectos geométricos que inciden sobre el juego.
-Situación inusual de una pieza.
-Cambio repentino de flanco
-Circuitos
La obra en su conjunto reúne una serie de conocimientos para el vulgo dispersos que desde ahora todos tenemos reunidos y bien explicados de una sola tacada con adquirir su volumen. Y por supuesto, leerlo.