Riazor Blues y todos los ultras: ¡FUERA!

En distintos medios de comunicación se han hecho eco de lo que ocurrió este domingo antes del partido entre el Athletic y el Deportivo, con los ultras del equipo gallego, con los Riazor Blues. Según cuenta Gonzalo Martin-Marquina, dueño de la Cafetería Aroaldi de Elcano, en donde tuvieron lugar parte de los incidentes, un grupo armado  hasta los dientes (los Riazor Blues) irrumpió en su local, con no muy buenas intenciones. Avisada la Ertzaintza se les expulsó del interior del local, pero mientras les registraban fuera comenzaron los incidentes con los ultras locales (que tampoco perdonan una para montarla), por lo que de nuevo los gallegos entraron en dicha cafetería.

Armas incautadas tras algún encuentro

Me parece inaceptable el comportamiento de unos y otros. Que porque haya salvajes en todas las localidades no se pueda ir con tranquilidad a otra ciudad a ver un partido de fútbol es una faena. Todo lo bonito que tiene la rivalidad bien entendida en el deporte se pierde y pasa a ser violencia por la violencia. Algo totalmente gratuito en lo que te puedes ver involucrado sin comerlo ni beberlo porque unos «…», no sé ni cómo calificarlos, no tengan otra cosa mejor que hacer que ir a machacar al aficionado rival, sea ultra o no, da igual, como si fuese otro deporte más. Que esto último ocurra ya de por sí es increíble, pero también es inadmisible, inexplicable, incomprensible que cuando los incidentes son controlados, y todos los ultras gallegos juntos, se les escolte al campo. ¿No se ha puesto una denuncia contra ellos por destrozos? ¿No deberían escoltarles hasta el cuartelillo? Me puede explicar alguien por qué se les lleva al campo. ¿No es más sencillo escoltarles hasta el autobús y que se vayan por donde han venido?

También se comenta que cuando llegaron a Bilbao, después de dejar los autobuses, dos coches se pararon junto a ellos y empezaron a repartirles todo tipo de bates, barras, palos (quizá similar al instrumental para «animar» que aparece en la fotografía superior). El que vio esta maniobra ¿no cogió los números de matrícula?

Por último y que no menos importante: ¿Interesa a alguien que no se acabe con los ultras? Si la respuesta es que no, no comprendo porque no se hace nada. Para empezar un ejemplo: coger todos los nombres de los involucrados en los incidentes, y ficharlos para que no vuelvan a entrar en un campo de fútbol. Lo que está claro es que la mejor forma de hacer algo no es precisamente, después de que la han montado parda, escoltarles al campo para que tranquilamente puedan ver el partido, mientras te siguen insultando con total impunidad.

Por favor, que alguien haga algo y Ultras, KANPORA!