Si alguien espera de este comentario que ponga a parir a Fernando puede dejar de leer ahora mismo. Esta primera frase es por lo de que «El que avisa no es traidor». Lo que voy a decir no es el sentir general, pero es lo que pienso y como esto es un blog donde se dicen las opiniones aquí está la mía. Me hubiese encantado que Llorente siguiese en el Athletic, pero no fue así, y por ello no le voy a crucificar. Se han dicho y se dicen auténticas barbaridades de él y a mí siempre me produce el mismo sentimiento de tristeza. Estoy convencida que él sigue siendo del Athletic. Lo contrario me parece impensable porque habiendo vivido todos los años que ha vivido en y por este Club, es imposible que no lo sea. Además, en su caso los años pasados aquí son quizá los años que más te marcan, los de la infancia, juventud e inicio de la madurez. Ha vivido muchísimas cosas y la mayoría buenas salvo su salida, la cual recuerdo como un folletín, telenovela que no me gustó nada y que me fastidió todavía más por el horroroso final que tuvo. Los que le critican, la mayoría dicen que tomó el pelo al Club y que no quería renovar. Yo estoy convencida de que sí quería renovar, pero que por un cúmulo de circunstancias que ellos sabrán, al final se torció todo, y no se consiguió. Para mí no hubo un solo culpable. Y si lo hubo desde luego no fue LLorente. Lo que quiero decir es que las culpas fueron compartidas. Seguro que Fernando estuvo desafortunado. Seguro, Pero lo que a mí nadie me quita de la cabeza es que el Club, el presidente (Josu Urrutia), la Junta Directiva, tampoco estuvieron precisamente brillantes. Hubo cosas que hicieron rematadamente mal.
Por otro lado, siempre parto de que los jugadores son profesionales. Que su vida deportiva es corta o a veces muy corta. Tienen que aprovechar las oportunidades, o supuestas oportunidades, y por ello, si se van de aquí me da pena, mucha pena, muchísima, o me es indiferente, pero es su decisión, es su carrera, es su futuro,… es su vida. Cuando se habla de sueldos se hace con una ligereza que me sorprende. Dicen o decimos: «No ha renovado porque quería un millón más, por que le daban no sé cuanto dinero, en no sé dónde… y fíjate… hay que ser malvado para irse… Yo me hubiese quedado… yo no pediría tanto… yo… yo… » Para nosotros es facilísimo hablar, total. Ninguno de nosotros jugamos, ni es nuestro dinero ni es nuestro porvenir o el de nuestra familia. Por ello, los jugadores son muy libres de hacer lo que quieran. ¿Que me da pena? Pues claro que me da pena, pero lo entiendo, aunque no lo comparta.
Fernando viene hoy por primera vez a San Mamés y la pregunta del millón es cómo se le va a recibir. Y a la hora de saber qué voy a hacer o no, voy a tener en cuenta no el modo en el que se fue, sino todo lo que nos dio. Esos años de crecimiento y esos goles, esas bajadas de balón, esas asistencias,… esa participación en el juego que tuvo y, no sólo en el año de las finales con Bielsa, también con Caparrós. De hecho, el otro día vi un resumen de la semifinal Athletic – Sevilla de Copa, que nos llevó a la final tras 25 años sin olerlas, casi ni de lejos. Un Llorente en pleno rendimiento goleador y pasador. Un Fernando que salío del campo aplastado entre los aficionados que lo invadieron, para abrazarle a él y a todos sus compañeros por la hazaña conseguida. Y es el mismo Llorente. Es el mismo que con Clemente y contra el Zaragoza, hizo un slalom en 10 cms de cesped de San Mamés sorteando a un rival para regalarle un gol a Yeste, que quizá nos libró del descenso. Yo me voy a acordar de todo ello, porque Llorente no es sólo el de su salida, Fermnando es también el de todo lo demás. Y si es que hay posibilidad le aplaudiré. Me encantaría no quedarme sola. Me encantaría…
Así mismo me gustaría no oír la canción que tanto se repite de «Y Llorente ¿qué?, y Llorente ¿qué?». Soy más de animar a los míos olvidándome del resto. Es más, me parece incluso mal para nuestros jugadores que se cante eso porque Fernando fue su compañero y seguro que también le quieren y les dolerá que se le critique. ¿No es mejor en vez de cantar eso, cantar «Aritz Aduriz, …. Aritz Aduriz»? Así, sí animamos a los nuestros. No de la otra manera. En mi descargo diré, que tampoco me gustan nada las canciones de «Ni Barça ni Madrid, Athletic» o «Sólo hay un Athletic, y es el de Bilbao». ¿Por qué me tengo que acordar de los otros? Mucho mejor animar a los míos sin menospreciar al resto. La segunda cancioncilla que he comentado supongo que tampoco le gustará mucho a Raúl García. Seré un poco exagerada, bueno, quizá, pero prefiero «Athletic, Athletic».
Por último, que el criticar a Llorente no nos distraiga del fin último, que debe ser animar a nuestro equipo hasta el final, para que obtenga el mejor resultado posible contra el Sevilla, un equipo que no nos lo va a poner nada fácil, al contrario, será difícil y contra el que tendremos que jugar el mejor fútbol para poder superarlo.
¡A por el Sevilla y aúpa Athletic!