Norma y Excepción en pedagogía ajedrecista

Cuando se es principiante, bueno es aprender las reglas generales y conducir el pensamiento por la normalidad. Ya habrá tiempo de aprender que los planes rutinarios, la mecánica de los movimientos y la anodina reflexión estandarizada, puede depararnos desagradables sorpresas.

En consecuencia, el docente habrá de esperar a que los conocimientos iniciales estén lo suficientemente bien asentados como para soportar excepciones a la regla, sin causar más incertidumbre en el aprendizaje de la iniciación.

Por consiguiente:

-Al introducir el peón, bastará explicar su movimiento. Más tarde vendrá la Coronación y un poco después, transcurridos varios meses la Captura al Paso.

-Al explicar el Rey, no debe mencionarse en la misma clase el Enroque.

-En el caso de la Coronación, bueno es enseñar primero a promocionar Dama y después explicar casos donde es preferible otra pieza.

Esta espaciación entre la transmisión de lo que es Norma y las excepciones, ayuda a una mejor comprensión en vez de enredarla.

Y la recomendación sirve igualmente para todos los conocimientos de Aperturas, elementos tácticos o Finales. Siempre hemos de ir de lo general a lo particular, de la norma a la excepción, dejando tiempo suficiente para que la primera pueda acomodar sin dificultad a la segunda.

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