Peón Dama Aislado Triunfante

Ante un alumnado que se esté iniciando en los temas de Estrategia, no es buena idea empezar a mostrarle las virtudes del conocido tema “Peón Dama Aislado” (PDA), por cuanto podría resultar engañosa la lección, pues en su nivel lo normal es que quedándose con el PDA de seguido lo pierdan, no siendo nada recomendable, en su caso, emplear lineas de Apertura que conduzcan a posiciones semejantes sin dominar el juego dinámico, asimétrico, de ruptura, etc.
Mas como quiera que estas variantes existan en el repertorio de Aperturas y que hay jugadores deseosos de quedarse con el PDA, es conveniente introducirnos en el tema, con la cautela debida, dando razón de cuáles pueden ser los motivos que subyacenen dicha elección, porque cuando se desconocen las razones que son favorables al bando que se queda con el PDA, ocurre que uno se encuentra mal, sea cuando se queda con el PDA como cuando lucha contra el PDA.
Hablemos pues hoy de las virtudes que posee un PDA que en circurstancias normales son las siguientes:
-Crea posiciones dinámicas
-Suele poder avanzar
-En su avance repele piezas rivales
-Al repeler piezas rivales, gana tiempos de ataque
-Proporciona al propio bando un mayor control del centro
-El bando del PDA puede elegir y preparar el avance y ello le proporciona cierta ventaja en las combinaciones resultantes
-En ocasiones su avance comporta la amenaza de coronación
A continuación, disfrutaremos de una joya del Peón Dama Triunfante en la que Smislov, uno de sus mayores defensores como planteamiento general, imparte una clase magistral de su empleo, nada menos, que ante un genio de la estrategia como Karpov.

Smislov – Karpov, 1972
1. c4 c5 2. Cf3 Cf6 3. Cc3 d5 4. cd5 Cd5 5. e3 e6 6. d4 cd4 7. ed4 Ae7 Ya tenemos planteada la partida donde las blancas se han quedado voluntariamente con un PDA.

8. Ad3 O-O 9. O-O Cc6 10. Te1 Cf6 11. a3 b6 12. Ac2 Ab7 13. Dd3 Tc8 Las blancas, como suele ser habitual en apertura de dama, montan el Trenecito, de ahí la preventiva a3 que también evitaba la maniobra de bloqueo Cb4-Cd5. Tanto blancas como negras juegan su plan sin sobresaltos: de momento el PDA no puede avanzar a d5, pero tampoco es facil sumar presión sobre él.

14. Ag5 g6 Las negras se ven forzadas a debilitar su enroque ante el conocido tema de la eliminación del Caballo Defensor.

15. Tad1 Cd5 16. Ah6 Te8 17. Aa4 a6 18. Cd5 Dd5 A diferencia de un caballo, la dama no es buena en labores de bloqueo como veremos…He ahí una de las razones del blanco para cambiar caballos en d5.

19. De3 Af6 20. Ab3 Dh5 Aquí tenemos a la dama obligada a dejar la confortable casilla d5.
21. d5 Cd8 Y ahora ¡Sí! Las blancas juegan su plan general derivado del tratamiento estandar del PDA. Obsérvese, como las blancas, dueñas del momento en que desean jugar su avance, pueden prepararlo adecuadamente y cuando este acontece suele deparar desagradables sorpresas al rival. En esta ocasión, las negras se ven forzadas a retirar su caballo.

22. d6 Tc5 Y el PDA se convierte en un podersos Peón Pasado que ya amenaza un doble en d7.

23. d7 Te7 Si nos fijamos, el avance del PDA sale gratis en tiempos gracias a que en su avance pincha piezas o amenaza con hacerlo.

24. Df4 Ag7 25. Db8 Dh6 Las blancas penetran en la octava fila y eso ya da una clara ventaja.
26. Dd8 Af8 27. Te3 Ac6 Antes de entrar a matar deben tomarse precauciones que podrian complicar una partida ganada.

28. Df8 Df8 29. d8=D Y aquí tenemos la recompensa: Un Peón Dama Aislado Triunfante.

¡Cerco a la Dama!

En la entrada “Ratoneras de dama” ya dimos cuenta en TX de esas celadas en las que se atrae a tan poderosa pieza hacia una trampa, situación que normalmente acontece en una banda o rincón del tablero por cuanto es en tan estrechos lugares donde pese a su gran capacidad de movimiento, tiene menos espacio para escapar de sus perseguidores.
Hoy, redundamos sobre el tema, con un ejemplo en el que la dama primero es atraida hacia una banda, para una vez llevada allí, mediante el denominado “Efecto Cortina” – También tratado en la entrada correspondiente en TX – no dejarla escapar. El hecho de que finalmente la dama sea cazada en mitad del tablero, imprime al asunto un plus de espectacularidad.
La explicación, esta vez, arranca en un turno tan tardio como el 32, por lo que recomiendo visionar hasta ese movimiento de modo agil sin apenas comentarios para que la atención se centre en lo esencial del caso.
La explicación ha de incidir sobre los temas de: Efecto Cortina; ruptura; apertura de líneas; y el rechazo de cambios liberadores para el rival.

M. Bobotsov – T. Petrosian, 1968
1. d4 Cf6 2. c4 e6 3. Cf3 d5 4. cd5 ed5 5. Cc3 c6 6. Ag5 Ae7 7. Dc2 g6 8. e3 Af5 9. Ad3 Ad3 10. Dd3 Cbd7 11. Ah6 Cg4 12. Af4 O-O 13. O-O Te8 14. h3 Cgf6 15. Ce5 Cb6 16. Ag5 Ce4 17. Ae7 De7 18. Dc2 Cd6 19. Ca4 Cbc4 20. Cc4 Cc4 21. Cc5 Cd6 22. Tac1 Dg5 23. Dd1 h5 24. Rh1 Te7 25. Cd3 Ce4 26. Cc5 Cd6 27. Cd3 Df5 28. Ce5 f6 29. Cf3 Tg7 30. Ch2 Te8 31. Rg1 Ce4 32. Df3 De6 Las negras lo tienen todo dispuesto para atacar al enroque blanco. El cambio de damas sería favorable al primer jugador por cuanto es más sencillo defenderse si el rival no dispone de material con qué atacarte. Por otra parte, se debe reparar en la concurrencia de una amenaza de doble en d2 y de futura ruptura en g4 que facilitan las maniobras de ataque negro.

33. Tfd1 g5 Hemos aquí como el diablo presenta la tentación en forma de peón lateral para atraer a la dama a una banda además de abrir la columna h contra el enroque rival.

34. Dh5 f5 Las blancas que debian ser de la cofradía de Oscar Wilde quien podía resistirlo todo, menos la tentación, aceptan la invitación confiadas en lo abierto que está el flanco de rey negro.
35. Te1 g4 Las negras con el avance g4 inician el ¡Cerco a la dama! Mediante el denominado “Efecto Cortina”.

36. hg4 fg4 37. f3 gf3 38. Cf3 Th7 La dama blanca dispone de medio tablero para moverse, pero sólo hay una casilla a donde poder ir.
39. De5 Dc8 hemos aquí como una retirada a tiempo, se convierte en victoria.
40. Df4 Tf8 41. De5 Tf5 Y la dama blanca es cazada en medio del tablero.

El Juego del Gallina: Enroques Opuestos

TAR

La Teoría de Juegos estudió en profundidad esa clase de circunstancias en que dos rivales se enfrentan a su capacidad de mantener los nervios de acero cuando ambos se encaminan a una catástrofe cierta a fin de no ser el primero en desviarse de su trayectoria, planteamiento que puede presentar la forma de carrera en paralelo hacia un precipicio o la más usual de uno contra otro a bordo de un coche.

Algo similar acontece en partidas con Enroques Opuestos, donde un tiempo puede dar la victoria y en consecuencia la dificultad estriba en adivinar cuándo es conveniente emplear el turno en una maniobra defensiva y cuándo es preferible hacer caso omiso del ataque rival para continuar adelante con el propio.

Un ejemplo excelente de cómo se deben afrontar estas situaciones nos la brinda el encuentro entre Tartakower y Rossolimo, de paso que sirve para trabajar esquemas e ideas en la Siciliana.

Tartakower – Rosolimo, 1936

1. e4 c5 2. Cf3 Cc6 3. d4 cd4 4. Cd4 Cf6 5. Cc3 d6 6. Ag5 e6 Tenemos planteada la Variante Richter-Rauzer de la Siciliana.

7. Dd2 Ae7 8. O-O-O a6 9. f3 O-O La elección de plantear una partida de Enroques Opuestos en la Siciliana es cosa de las blancas. Ello ofrece al primer jugador la nada despreciable ventaja de acudir a la partida psicológicamente preparado para la situación, mientras su rival habrá de hacerse a la idea sobre el tablero.

10. h4 Ad7 11. g4 Ce5 Las blancas ya han iniciado su ataque a la bayoneta, mientras las negras se han visto forzadas a realizar maniobras preparatorias ante la imposibilidad de jugar b5 en directo.

12. Ae2 Tc8 13. Rb1 b5 Las negras han logrado cierto equilibrio en los tiempos metiendo miedo con rayos X con su Tc8 obligando al rey blanco a tomar medidas profilácticas.

14. Af6 Af6 15. g5 Ae7 16. f4 Cc4 Uno de los detalles a considerar en los ataques a la bayoneta son los tiempos que se pueden sacar gracias a tocar con el avance peonil las piezas del rival. Tocar una ya es apreciable y cuando son dos, casi la propia inercia conduce la escaramuza hacia la victoria…Por este motivo, las blancas se deciden a hacer eso que tantas veces criticamos los monitores de Cambiar un alfil por un caballo, porque en este caso, ese cambio permitirá conectar dos jugadas seguidas de peón en el ataque a la bayoneta contra el Enroque rival.

17. Ac4 Tc4 18. f5 b4 Hemos aquí uno de esos momentos donde el juego de ajedrez se asemeja al Juego del gallina. Ambos jugadores miran de frente y no se achantan ante el riesgo.

19. Cce2 ef5 Y aquí le vemos a las blancas emplear un tiempo en su defensa y a las negras verse en la obligación de hacer caso al ataque del rival.

20. ef5 f6 21. Cf4 Da5 Como se puede apreciar, al margen del resultado final, las negras no se quedan esperando a recibir los golpes, emplean una defensa activa.

22. The1 Te8 23. Te7 Te7 Pero el ajedrez no es el poker y cuando la fruta está madura, cae por su propio peso.

24. gf6 gf6 25. Tg1 Rh8 26. Cg6 hg6 27. Dh6 1- 0

La Importancia de la Séptima fila

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En el proceso de aprendizaje de la Torre, tras la instrucción de su movimiento durante la iniciación, pasamos a descubrir que su lugar apropiado en el Medio Juego es el dominio de las columnas así como la técnica de “Doblar Torres”, tras lo cual, es hora de progresar un poco más en la etapa avanzada y ponerse al tanto de la importancia que tiene instalar una torre en la séptima fila cuya presencia actua cual guillotina para el rival. Un buen ejemplo de la ventaja que otorga situar una torre en séptima nos la brinda la siguiente partida, fijando la atención, primero, en la evolución de las torres para controlar la columna “c” y después en cómo trabaja la torre infiltrada en territorio enemigo.

Gelfand – Anand, Moscú 2012
1. d4 d5 2. c4 c6 3. Cc3 Cf6 4. e3 e6 5. Cf3 a6 6. c5 Cbd7 7. Dc2 b6 8. cb6 Cb6 9. Ad2 c5 10. Tc1 cd4 La columna “c” está abierta de par en par. Su control es importante por cuanto la artillería pesada, entiendase Torres, pueden penetrar verticalmente en campo enemigo.

11. ed4 Ad6 Las blancas desean entrar en c7 motivo este que las negras dificultan con el movimiento de su alfil.

12. Ag5 O-O 13. Ad3 h6 14. Ah4 Ab7 15. O-O Db8 El desplazamiento de la dama negra obedece a la necesidad de llevar la torre del flenaco de rey al teatro de operaciones donde las columnas b y c son las que revisten importancia.

16. Ag3 Tc8 Cambiar un alfil por un caballo es cosa muy seria y más cuando ello supone la apertura de columnas para que el rival ataque tu enroque por el Cañón del Colorado.

17. De2 Ag3 La Dama se retira de los rayos X de la Tc8 mientras las negras que tienen su Dama atada a la defensa de un alfil se liberan de dicha tarea mediante su cambio. Pero con ello, ya no disponen de una pieza capaz de defender la entrada en c7 que es de lo que va todo el asunto desde hace un buen rato.

18. hg3 Dd6 19. Tc2 Cbd7 20. Tfc1 Tab8 Las blancas han doblado sus torres en la columna abierta, medida necesaria cuando el oponente presenta batalla por su control.

21. Ca4 Ce4 Las blancas abren la compuerta que le da control sobre la columna “c” al tiempo que defiende el punto b2 atacado con rayos X por Tb8. Las negras entre tanto instalan un caballo en medio del tablero. Esta contrapartida acrecienta la importancia del control de la columna y de la entrada en séptima.

22. Tc8 Ac8 23. Dc2 g5 24. Dc7 Dc7 25. Tc7 f6 Mientras las blancas han logrado su objetivo, las negras parecen colaborar al adelantar peligrosamente sus peones del enroque lo que supondrá dejar al rey con el paso cortado y la pérdida de la partida.

26. Ae4 de4 27. Cd2 f5 28. Cc4 Cf6 29. Cc5 Cd5 La presencia de la torre blanca en c7, no sólo corta el paso al rey rival que también ayuda a la evolución por la misma columna de las piezas menores.

30. Ta7 Cb4 31. Ce5 Cc2 32. Cc6 Tb2 Las negras también han llegado a sentarse en la séptima fila, pero la película está terminando…

33. Tc7 Tb1+ 34. Rh2 e3 35. Tc8+ Rh7 36. Tc7+ Rh8 37. Ce5 e2 38. Ce6 Da igual lo que hagan las negras, la partida está perdida irremediablemente por Cg6+

Ataque al Enroque: El Dardo

DARDO
Los trucos tácticos suelen estar bautizados con nombres que ayudan a retener la información conceptual de su enjundia, tales como Doblete, Enfilada, Clavada, Descubierta, Rayos X, Desviación, Atracción…pero por alguna extraña razón, los distintos modos de atacar el Enroque, salvo contadas excepciones, verbigracia, el “Presente Griego” o “El Trenecito”, han sido condenados a vivir en el difuso limbo inefable de las combinaciones cuando sus esquemas y patrones se repiten lo suficiente como para ser mencionados con un determinado concepto. A esta tarea le he dedicado esfuerzos los últimos 30 años de mi docencia y en mi obra El enroque ¡Uy! ¡Qué miedo! hablo entre otras estratagemas de ataque, de El Dardo.
Cuando el rival levanta su peón h6, sea para evitar el salto de un Caballo a g5 o la molesta clavada de un alfil en el mismo escaque, sea para expulsar una pieza, ese peón lateral se convierte en un objetivo de ataque de primer orden, siendo una de las técnicas más habituales, aprovechar la presencia del propio alfil de dama que desde un inicio ataca dicha casilla para situarlo delante de la dama y sacrificarlo contra dicho peón h6. La pieza sacrificada por dos peones del enroque suele estar compensada, si no con fuerte ataque, si almenos con el susto que se pega el oponente, lo cual en ocasiones también ayuda a la victoria.
A continuación veremos una buena muestra de cómo funciona El Dardo.

Naiditsch, A. – Kramnik, V. 2009
1. e4 e5 2. Cf3 Cf6 3. Ce5 d6 4. Cf3 Ce4 5. d4 d5 6. Ad3 Ad6 7. O-O O-O La defensa Petrov debe jugarse con mucho cuidado, pero a cambio del riesgo que se corre por exceso de simetría ofrece igualar con sencillez en la Apertura, que no es poco con negras.

8. c4 c6 El Ce4 centralizado es demasiado fuerte como para que además esté cómodo. Las blancas buscan precisamente erosionar su apoyo de d5.

9. Te1 Af5 10. c5 Ac7 La jugada c5, es cuando menos dudosa porque deja al blanco sin iniciativa y con un d4 que va a sufrir lo suyo.

11. Cc3 Cd7 Las leyes de la táctica nos dicen que auí las blancas ganan un peón en los cambios sobre e4, pero es obligación nuestra ver de qué manera, el desarrollo de Cd7 defiende sorpresivamente la situación.

12. Dc2 Te8 13. Ae3 h6 14. b4 Cdf6 15. h3 Dd7 Aquí tenemos el avance del peón latearl del enroque, el más debil que hay poniéndose a tiro del alfil que está en e6, situación que las negras aprovechan para montar el Dardo con su Dd7. Öbservese este esquema porque es muy habitual Dd7+Ae6 o Dd2+Ae3.

16. Ce2 Ah3 Sacrificio temático.

17. Ce5 Ae5 Las blancas buscan taponar una de la vias de entrada a su enroque, pero hay mas fugas que manos para cubrir los huecos. Las negras cambian su alfil por el Ce5 porque la función del Ac7 era atacar h2, como quiera que el Ce5 además de estar centralizado imposibilitaba dicho ataque, lo mejor es cambiarlo.

18. de5 Te5 Ninguna pieza negra desea perderse el baile.

19. f3 Tae8 La jugada f3 introduce el tema de dos piezas atacadas…Dado que el negro tiene dos piezas atacadas, deja que sea el blanco quien elija cuál de las dos prefiere engullir y aprovecha su tiempo para sumar fuerzas en la columna.

20. Af4 Th5 Las blancas imitan a las negras en eso de dar a elegir: como las negras tienen dos piezas atacadas que sean ellas las que decidan cual salvan. Pero las condiciones del ofrecimiento son muy distintas.

21. fe4 de4 22. Ac4 Ag2 El Dardo causa estragos en los enroques porque dejan sin peones escudos al rey rival expuesto a la entrada en tromba de la dama.

23. Cg3 Af3 Si el rey hubiera capturado en g2 no le hacía falta saber contar hasta cuatro.

24. Db3 Th4 25. Ad6 Dh3 Aquí etenmos la entrada de papa noel por la chimenea.

26. Af7 Rh7 27. Db2 Cg4 Y tras el pataleo del rival la llegada del Cg4 permte anunciar un mate del Pozo con centinela en h1.