Ahogado

Mientras puede haber ¡jaque! sin mate, no puede haber mate sin jaque. La propia expresión jaque mate así nos lo recuerda. De modo que, si el rival en su turno, libre de jaque, no pudiera ejecutar movimiento legal alguno, fuera con su Rey o cualquier otra pieza, la partida habría concluido ¡Sí! pero por Ahogado, con resultado de tablas, como le sucede a las negras en el diagrama precedente.


Las posiciones de ahogado más frecuentes son las derivadas de finales de peones donde el bando débil jugando correctamente hace inviable la coronación del peón de más de su contrario; El mate Amazona de Rey y Dama contra Rey, y otros mates propios del Final, también pueden concluir en tablas por falta de atención; Son frecuentes las posiciones de ahogado por despiste o insuficiencia técnica, cuando el bando fuerte utiliza demasiado material en la ejecución de acorralamiento.

Con todo, el ahogado puede convertirse en recurso táctico, empleado por ejemplo en el final de Rey y peón de alfil en séptima contra Rey y Dama donde el bando débil tiene la argucia de abandonar a su suerte al peón yéndose al rincón dado que de ser capturado por la Dama la posición es ahogado.Más espectacular resultan los casos de piezas Kamikaces que ofrecen su captura insistentemente provocando bien el jaque continuo o el ahogado.

Finalmente, hay ocasiones en que el Rey débil logra el ahogado del bando fuerte, verbigracia, en finales con peón de Torre donde el bando fuerte para hacer progresar la posición captura el peón de Torre adversario, momento aprovechado por el Rey del bando débil para no dejarle salir de la banda mediante oposición vertical.