La Inmortal Letona

LETONA
El Ajedrez por Correspondencia, al que debemos una entrada específica en TX, ha dado joyas del talento humano sobre el tablero en tiempos en que todavía era posible hacerlo sin el concurso de los cerebros de silicio. Una buena prueba de este talento postal que iba y venia en sacas de correos, lo representa sin nunguna duda, la magnífica partida que hoy presentamos en TX y que he hallado en la muy recomendable página Ajedrezdeataque.
El bautismo de la inmortal Letona obedece en esta ocasión al Gambito Letón empleado por las negras, cuya victoria es todo un homenaje al ajedrez espectacular, siempre y cuando se disfrute de su primer visionado dejando los comentarios para una segunda reproducción.

Morillo, Neptalí – Ortiz, Víctor Héctor
Correspondencia 1969
1. e4 e5 2. Cf3 f5 3. Ac4 fe4 4. Ce5 Cf6 5. Cf7 De7 6. Ch8 d5 7. Ae2 Cc6 8. Ah5 g6 9. Cg6 hg6 10. Ag6 Rd8 11. Ah5 Ce5 12. O-O Dh7 13. Ae2 Ad6 14. g3 Dh3 15. f3 Ceg4 16. fg4 Ag3 17. Tf2 Af2 18. Rf2 Dh2 19. Re3 Dg3 20. Rd4 c5 21. Rc5 Cd7 22. Rd4 De5 23. Re3 d4 24. Rf2 Dh2 25. Rf1 Ce5 26. Cc3 d3 27. cd3 Ag4 28. Ag4 Re7 29. Cd5 Rd6 30. Ce3 Tf8 31. Cf5 Tf5 Las blancas están perdidas ante la pérdida de dama o mate. 0-1

Gambito Halloween

¡Susto! o ¡Trato!
¡Susto! o ¡Trato!

Y al hilo de las dos últimas entradas dedicadas a la estrategia del gambito y al Gobierno del centro con peones, aprovechamos la ocasión de presentar una de mis recetas preferidas para quienes deseen jugar divertido y sobre todo, sin miedo: el Gambito halloween.
El Gambito Halloween alude a una variante poco trabajada de la Apertura de los Cuatro Caballos, a saber:
1. e4 e5 2. Cf3 Cc6 3. Cc3 Cf6 4. Cxe5
Este sacrificio pocas veces ha sido mencionado por los estudios de aperturas; de hecho, todavía hoy, parece ninguneado por los tratados. El primero en dignarse a mencionarlo fue Oskar Cordel en su libro Guía de la Teoría de Aperturas en fecha tan tardía como 1888 con el nombre Gambito Müller und Schulze. Por si esto fuera poco, el Campeón del Mundo Euwe quien tuvo en su mano sacarlo del ostracismo del repertorio, lo consideró ventajoso para las negras.

Pero como ni los lectores ni el autor de TX somos Campeones del Mundo, lo juzgamos muy digno de ser jugado por los siguientes motivos:

1º Acontece en una Apertura muy común.
2º Es nuestra opción jugarlo o no jugarlo.
3º No es muy usual.
4º Cuando una línea de apertura es complicada, suele serlo más para quien la juega sin elegirla y debe encontrar las buenas sobre el tablero.

En consecuencia, dentro del Planteamiento del Juego Pillo, TX considera muy aceptable integrar en el repertorio propio el estudio de su desarrollo aunque las valoraciones finales arrojen como resultado un juego favorable para el rival, que sólo por recordarlo, tampoco es campeón del Mundo. ¡Eso sí! TX no se hace responsable de las posibles derrotas que acontezcan a quienes sin la debida preparación se atrevan a jugarlo.

Así, una vez efectuado el sacrificio 4Cxe5, otra gran ventaja de la posición es lo forzado que va todo. Por ejemplo:

Si las negras desean conservar a ultranza la pieza sólo cuentan con dos alternativas, cuáles son, llevar el caballo a g6 o a c6. Vemos lo que acontece:
Llevando el Caballo a g6

1. e4 e5 2. Cf3 Cc6 3. Cc3 Cf6 4. Cxe5 Cxe5 5. d4 Cg6 6. e5 Cg8 7. Ac4 d5 8. Axd5 c6

Vemos ahora cuando el Caballo vueleve a c6
1. e4 e5 2. Cf3 Cc6 3. Cc3 Cf6 4. Cxe5 Cxe5 5. d4 Cc6 6. d5 Cb8 7. e5 Cg8 Es la jugada septima y las negras tienen sus piezas en la posición inicial.
8. d6 c6 9. Ac4 f6 10. Dh5+ g6 11. exf6 Dxf6 12. De2+ Rd8 13. Ce4 1-0
Como se puede observar, el juego blanco bien preparado puede dejar noqueado psicológicamente al bando negro.
Pero las negras pueden jugar de un modo más prudente devolviendo material a cambio de llegar a posiciones menos comprometidas, como en la siguiente partida:
Sigfusson, S. – Schubert, HJ.
Reykjavik,2002.03.07

1. e4 e5 2. Cf3 Cc6 3. Cc3 Cf6 4. Cxe5 Cxe5 5. d4 Cg6 6. e5 Ab4 7. exf6 Dxf6 8. Ae3 d5 9. Dd3 c6 10. O-O-O O-O 11. Rb1 Ag4 12. f3 Af5 13. Dd2 Tfe8 14. Ag5 Dd6 15. g4 Ad7 16. h4 Axc3 17. Dxc3 a5 18. h5 Cf8 19. h6 Ce6 20. Ae3 g5 21. Dd2 f6 22. Ad3 Te7 23. Af5 Cf8 24. f4 Tae8 25. Th3 Axf5 26. gxf5 Dd7 27. fxg5 Dxf5 28. Tg3 Rh8 29. gxf6 Dxf6 30. Ag5 Dd6 31. Dg2 1-0

El Centro debe gobernarse con Peones

Aprovechando la reciente entrada donde explicamos la idea de un Gambito, traemos a TX este magnífico ejemplo del denominado Juego de gambito a manos de uno de sus más geniales representantes, el Capitán Evans, en cuyo honor el Gambito Evans acontecido en la Italiana lleva su nombre. Precisamente en la partida que mostramos a continuación, obtiene con dicho gambito una formidable victoria frente a otro insigne jugador de la época a quien rendiremos tributo en mejor ocasión.

Como dijimos, la idea de un gambito es obtener tiempos a cambio de desarrollo, ataque y llevar la iniciativa. Pero profundizando en cada caso podemos observar también otros objetivos como desplazar a los peones contrarios del centro, mantener al rey rival en su casilla de inicio, abrir lineas de ataque, etc.

De los muchos temas que a colación podemos tratar hoy, vamos a centrarnos en la importancia que tiene gobernar el centro con peones.

Es verdad que las piezas son más fuertes que los peones y que valen más. Pero, mientras en situaciones normales un peón puede resistir el ataque de una pieza, bastándole ser defendido por otro compañero de fatigas, cualquier pieza debe poner pies en polvorosa a nada de ser amenazado por un peón. De esta notable diferencia se extrae la conclusión de que, el centro es mejor controlarlo con peones y no con piezas, al menos hasta que no sepamos jugar muy bien y nos de por practicar el famoso Tango de los caballos.

Captain Evans – McDonnell, 1829

1. e4 e5 2. Cf3 Cc6 3. Ac4 Ac5 4. b4 Ab4 Aquí tenemos la posición que conduce la Italiana al Gambito Evans. La idea muy sucintamente consiste en ganando tiempos al Alfil, hacerse con el denominado centro perfecto: e4;d4

5. c3 Ac5 Las blancas se preparan para el asalto de d4.

6. O-O Cf6 Las negras juegan como en cualquier apertura donde las blancas efectuan c3, pero esta vez d4 muerde al Alfil, notable ventaja de tiempo.

7. d4 ed4 8. cd4 Ab6 Al primer jugador todo le ha salido a pedir de boca. Gracias a la entrega de un peón lateral b4 ha obtenido el centro perfecto ¡Y móvil! Cuya peligrosidad estamos a punto de contemplar.

9. e5 d5 Las blancas sin demora pinchan al Cf. Las negras intentan reaccionar con idéntica intención. Pero hay un detalle nada baladi: El rey blanco está seguro en su enroque y el rey negro se mantiene en el centro y para su desgracia con la columna abierta dentro de nada.

10. ef6 dc4 ¡Columnas abiertas!

11. Te1+ Rf8 El rey negro sufre el ataque por la columna abierta de par en par.

12. Aa3+ Rg8 El rey negro sufre ahora también el ataque por la diagonal.

13. d5 Ca5 Otro peón móvil central que hostiga a otra pieza que debe situarse fuera de la zona de conflicto.

14. Ae7 Dd7 15. fg7 Rg7 16. Dd2 Dg4 Las negras tienen más agujeros que un queso gruyere. Con su último desplazamiento evitan la entrada mortal Dg5, pero el viento sopla por todos lados. Y lo que sigue sencillamente es la cosecha de lo sembrado.

17. Dc3+ Rg8 18. Dh8+ Rh8 19. Af6+ Dg7 20. Te8#

Idea del Gambito

Extracto de mi obra “La lógica de las Aperturas contada a los principiantes”.

La etimología de corte Indoeuropeo a la que podemos remontar el tecnicismo ajedrecístico de “Gambito” nos conduce a la raíz “Kamb” que aludía a doblez, cuya presencia todavía podemos observar en la palabra castellana “cambio”. De ahí pasó al griego y de este al latín donde vino a significar parte de la extremidad animal. El italiano amplió esta acepción hasta designar con ella a la pierna y de esta lengua hermana hemos tomado la voz “Gambito” que no es una gamba pequeña pese a compartir el origen etimológico, sino una zancadilla en traducción libre.

El gambito es entonces un obstáculo que sale al paso del desarrollo adversario en forma de opción de captura, generalmente de un peón o incluso pieza que le tienta a utilizar su turno no en jugar para ocupar centro, desarrollar pieza, ganar espacio o proteger su rey, sino precisamente en capturar, tiempo que el jugador de gambito aprovechará para reforzar, tomar o recuperar la iniciativa en el juego.

En mi opinión, hay dos clases de gambito, según sea su intención: de desviación, cuyo propósito es desviar a un peón de su columna normalmente central como ocurre en el Gambito Rey o de Dama e incluso una pieza como sucede en el Evans; o de activación como por ejemplo el del Ala en la Francesa, el Morra en siciliana, el Danés…Pero según sus consecuencias podemos encontrarlos sosos como 1d4-c5; peligrosos para quien lo propone como el Blackmar 1)d4-d5; 2)e4; especulativos como el Englund 1)d4-e5; y hasta cómicos como el famoso Gambito Topo en la Escandinava 1)e4-d5; 2)exd-Cf6; 3)d4-C5;

En cualquier caso, conviene tener siempre presente, que los gambitos suelen conducir a posiciones sumamente tácticas donde los principios generales son arrastrados al precipicio de la estrategia ortodoxa en donde como la lucha libre, ¡Todo vale! Sin embargo, ante la presencia de un gambito, existe la opción de aceptar o no aceptar como sucede en el Gambito Dama 1)d4-d5; 2)c4 donde sin problemas puede hacerse tanto cxd, como c6 o e6, e incluso una vez aceptado, no hacer nada por conservar la ventaja material, dándose casos en los que hasta se devuelve voluntariamente la ganancia como vemos en el Gambito Volga cuando después de 1)d4-Cf6; 2)c4-c5; 3)d5-b5; 4)cxb-a6; ahora cabe la extraña variante de 5)b6;

En sus más tempranas apariciones, la aceptación del gambito era de cumplimiento obligado en una época en la que los duelos primero a espada y luego a pistola, estaban a la orden del día donde el retado a quien se le había arrojado el guante tenía algo más que perder que la vida de rehusar, a saber, su honor. Sólo cuando se comprendió que el honor no facilitaba en nada la victoria, empezó a hacerse un hueco las variantes donde se rehusaba el gambito. Claro que antes apareció la idea de echar más leña al fuego, consistente en proponer a su vez una doble captura, que es lo que se conoce como Contragambito que es la idea del Albin 1)d4-d5; 2)c4-e5;

Juego de Gambito

 

Los Gambitos son Aperturas cuya estrategia consiste en entregar material, generalmente un peón, a cambio de tiempo para mantener la iniciativa. Denominamos “Juego de Gambito” a aquel, donde no hay más estrategia que la falta de ella, primando en todo momento la táctica, poniéndose entre paréntesis cualquier Principio de Apertura sobre Centro, Desarrollo, Espacio, Tiempo, Posición del Rey, etc.
Anderssen, dominaba esta forma Romántica de jugar como ninguno. En la siguiente joya que nos ofrece, veremos mover peones con alegría, no enrocarse a los reyes y algunas travesuras más que los monitores reprendemos en los inicios de nuestra enseñanza.
Bueno es entonces, mostrar al alumnado que los Principios generales, pueden sacrificarse en aras de otro ajedrez, siempre y cuando ya dominen varios temas tácticos.

Rosanes, J. – Anderssen, A.
Breslau, 1863

1. e4 e5 2. f4 exf4 Aquí tenemos el Gambito Rey aceptado. Uno de mis favoritos para crear afición en el alumnado. Como en cada turno de Blancas y Negras existen varias opciones potables y en su conjunto más de un centenar de variantes y contravariantes, vamos a abstenernos de cualquier comentario al respecto, para no distraer la lección.
3. Cf3 g5 Quizá el camino preferido de quienes buscan la victoria con negras que están decididas a defender lo que es suyo a cambio de un tiempo.
4. h4 g4 Las blancas siguen el Principio de atacar, no al peón avanzado, sino al que lo defiende, denominado “Base de peón”. Las Negras optan por el ataque sin contemplaciones en un juego de lucha libre ¡Sin reglas!
5. Ce5 Cf6 6. Ac4 d5 Entre Ac4 y Ce5 se realiza la clásica presión sobre f7. La entrega de peón en d5, obedece, de una parte a la defensa de g4 y de otra a obstruir la diagonal del Alfil blanco.
7. exd5 Ad6 8. d4 Ch5 9. Ab5+ c6 Empiezan las travesuras de nuestro genial amigo Anderssen.
10. dxc6 bxc6 11. Cxc6 Cxc6 12. Axc6+ Rf8 Anderssen no contento con entregar la torre, realiza movimiento de Rey ¿Para qué si toda la posición parece un queso Gruyere. ¡Cierto! Pero el plan negro contempla que su Rey está mejor fuera de la columna abierta y que precisa de dos tiempos para poner en juego su torre en dicha columna.
13. Axa8 Cg3 Antes de jugar el plan, hay que mejorar la posición.
14. Th2 Af5 15. Ad5 Rg7 Entre la captura de la Torre de a8 y su retirada a d5, el Alfil blanco ha ofrecido a Anderssen dos valiosos tiempos para desarrollar su plan de ataque.
16. Cc3 Te8+ Observese que la torre de menos que tiene en la caja las Negras, la posee de más sobre el tablero, pues las dos torres blancas de Rosanes, no funcionan una encerrada en a1 y la otra maltrecha en h2.
17. Rf2 Db6 18. Ca4 Da6 Las negras ya están amenazando cosas serias con entrada de Te2+ y Axc2
19. Cc3 Ae5 Blancas no pueden tomar por Mate en dos.
20. a4 Df1+ ¡Genial! Las blancas pretendían taponar con Cb5. Pero…
21. Dxf1 Axd4+ 22. Ae3 Txe3 23. Rg1 Te1++