Ataque a la Bayoneta

Momento previo al sacrificio del alfil en h7.
Momento previo al sacrificio del alfil en h7.

Antiguamente, cuando era preciso matar al enemigo mirándole a la cara clavándole el filo de la bayoneta en el estómago, los generales ordenaban a la infantería ir a su encuentro a la carrera. Pues bien, de esta imagen en la que los soldados son enviados a la batalla y sobre todo, a una muerte segura desde sus trincheras contra la formación debidamente alineada del enemigo, al objeto de abrir brecha para una posterior acometida del resto de la tropa, se sacó la descriptiva metáfora de “Ataque a la bayoneta” para aludir a cualquier ataque con peones que se haga con intención de debilitar la posición contraria o abrir líneas de ataque sin importar lo que le suceda a dichos peones que se sacrifican en pos de dichos objetivos.

Los más claros ejemplos de un Ataque a la bayoneta nos los proporcionan partidas con enroques opuestos. A continuación una Obra Maestra de cómo opera esta estrategia de Ataque.

Rubinstein – Teichmann, Viena 1908

1.d4 d5 2.c4 e6 3.Cc3 Cf6 4.Ag5 Cbd7 5.e3 Ae7 6.Cf3 O-O 7.Dc2 b6 c5 Rubinsteín ha entrado en su Variante de la Defensa Ortodoxa

8.cxd5 exd5 9.Ad3 Ab7 10.O-O-O c5 Puede parecer de locos enrocarse por donde las negras precisamente suelen atacar estando como está la columna desprotegida del peón c y teniendo las negras la opción de ruptura en c5. Pero las blancas, deliberadamente han elegido jugar una partida de enroques opuestos, y eso es una ventaja anímica que puede pillar por sorpresa al rival.

11.h4 c4 Empieza el Ataque a la Bayoneta.

12.Af5 Te8 13.Axf6 Cxf6 El cambio de un alfil por un caballo obedece en este tipo de posiciones a dos factores: el primero eliminar a uno de los caballos defensores del enroque; segundo, despejar la casilla por donde habrán de subir los peones en su ataque demoledor.

14.g4 Ad6 Otro peón a la carga.

15.g5 Ce4 aquí tenemos una ventaja de esta estrategia: los peones pinchan a las piezas enemigas y ganan tiempo en la iniciativa.

16.h5 De7 17.Tdg1 a6

18.Axh7+! Rxh7 Obsérvese cómo este sacrificio temático ha sido posible gracias a la previa labor de deshacerse del clásico Caballo Defensor de f6. Ahora este sacrificio de pieza proporcionará a las blancas varios tiempos de ataque en un planteamiento donde, la iniciativa, es pieza de más.

19.g6+ Rg8 20.Cxe4 dxe4

21.h6! f6 aquí tenemos al Peón Minero encargado de abrir de par en par al enroque rival.

22.hxg7 exf3 Y ¡Misión cumplida! El Ataque a la Bayoneta de las blancas ha funcionado y tras abrir brecha la infantería, ahora entran a saco las piezas pesadas.

23.Th8+ Rxg7 24.Th7+ Rg8 25.Df5 c3 26.Txe7 1-0

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Los Tres Mosqueteros

AJEDREZ

Descripción del Diagrama para los alumnos ONCE

Blancas: Rg3, a5,b5,c5

Negras: Rg5, a7,b7,c7

La Creación de un peón pasado, sobre todo en un Final de Partida, puede suponer la victoria, dado que los peones al promocionar en octava desequilibran en exceso la lucha.

Un instructivo problema que ayuda a trabajar algunas de las ideas que intervienen en la Creación de un peón pasado, es el que hoy aquí presento con el nombre de “Los Tres Mosqueteros”.

El lema de los Tres Mosqueteros era ¡Todos para uno! Y ¡Uno para todos! Obsérvese como en el diagrama tenemos a tres peones blancos (Los tres mosqueteros) En frente, está apostada la guardia del Cardenal Richelieu que les impiden el paso al Palacio Real para entregar un importante mensaje. En principio, la lucha es igual: tres contra tres; y ello conforme a las leyes tácticas del ajedrez, no augura nada bueno para el atacante que como sabemos, precisa de sumar un atacante más. Sin embargo, en esta ocasión, existe una posibilidad para la victoria…

1 b6 Con este movimiento, las negras se ven forzadas a tomar sea con el peón de a, sea con el peón de c. Supongamos que es con el peón de torre.
1…axb6 Ahora las blancas deben jugar sin miedo.
2 c6 Aquí tenemos el ¡Todos para uno! Los dos peones se han sacrificado para que el tercero pueda pasar y coronar.
2…bxc6 Las negras estaban obligadas a tomar. De lo contrario la siguiente jugada blanca sería 3 cxb7 Ahora las blancas con un sencillo avance ganan la partida porque su peón a de torre es un peón pasado.
3 a6 Y aquí tenemos el ¡Uno para todos! Porque gracias a su avance, este peón coronará y ganará la partida.

Si las negras en su primer movimiento para repeler el ataque de los mosqueteros hubieran tomado 1…cxb6, la solución sería especular.

Idea del Gambito

Extracto de mi obra “La lógica de las Aperturas contada a los principiantes”.

La etimología de corte Indoeuropeo a la que podemos remontar el tecnicismo ajedrecístico de “Gambito” nos conduce a la raíz “Kamb” que aludía a doblez, cuya presencia todavía podemos observar en la palabra castellana “cambio”. De ahí pasó al griego y de este al latín donde vino a significar parte de la extremidad animal. El italiano amplió esta acepción hasta designar con ella a la pierna y de esta lengua hermana hemos tomado la voz “Gambito” que no es una gamba pequeña pese a compartir el origen etimológico, sino una zancadilla en traducción libre.

El gambito es entonces un obstáculo que sale al paso del desarrollo adversario en forma de opción de captura, generalmente de un peón o incluso pieza que le tienta a utilizar su turno no en jugar para ocupar centro, desarrollar pieza, ganar espacio o proteger su rey, sino precisamente en capturar, tiempo que el jugador de gambito aprovechará para reforzar, tomar o recuperar la iniciativa en el juego.

En mi opinión, hay dos clases de gambito, según sea su intención: de desviación, cuyo propósito es desviar a un peón de su columna normalmente central como ocurre en el Gambito Rey o de Dama e incluso una pieza como sucede en el Evans; o de activación como por ejemplo el del Ala en la Francesa, el Morra en siciliana, el Danés…Pero según sus consecuencias podemos encontrarlos sosos como 1d4-c5; peligrosos para quien lo propone como el Blackmar 1)d4-d5; 2)e4; especulativos como el Englund 1)d4-e5; y hasta cómicos como el famoso Gambito Topo en la Escandinava 1)e4-d5; 2)exd-Cf6; 3)d4-C5;

En cualquier caso, conviene tener siempre presente, que los gambitos suelen conducir a posiciones sumamente tácticas donde los principios generales son arrastrados al precipicio de la estrategia ortodoxa en donde como la lucha libre, ¡Todo vale! Sin embargo, ante la presencia de un gambito, existe la opción de aceptar o no aceptar como sucede en el Gambito Dama 1)d4-d5; 2)c4 donde sin problemas puede hacerse tanto cxd, como c6 o e6, e incluso una vez aceptado, no hacer nada por conservar la ventaja material, dándose casos en los que hasta se devuelve voluntariamente la ganancia como vemos en el Gambito Volga cuando después de 1)d4-Cf6; 2)c4-c5; 3)d5-b5; 4)cxb-a6; ahora cabe la extraña variante de 5)b6;

En sus más tempranas apariciones, la aceptación del gambito era de cumplimiento obligado en una época en la que los duelos primero a espada y luego a pistola, estaban a la orden del día donde el retado a quien se le había arrojado el guante tenía algo más que perder que la vida de rehusar, a saber, su honor. Sólo cuando se comprendió que el honor no facilitaba en nada la victoria, empezó a hacerse un hueco las variantes donde se rehusaba el gambito. Claro que antes apareció la idea de echar más leña al fuego, consistente en proponer a su vez una doble captura, que es lo que se conoce como Contragambito que es la idea del Albin 1)d4-d5; 2)c4-e5;

Buen uso del Peón Doblado

índiceLas Blancas acaban de jugar 12Tad1; a las negras no les queda otra que Ae7. Y entonces…

Es verdad que tener peones doblados es malo, primero porque al estar en la misma columna no pueden protegerse entre sí; segundo, porque el más adelantado, entorpece el avance del atrasado. Con todo, hay ocasiones en que un peón doblado, bien usado, sobre todo, cuando no está frenado, puede propiciar su cambio, fortalecer la defensa de una determinada casilla vital para la estrategia del rival e incluso ser decisivo en la victoria como en el caso que hoy presentamos, precisamente para poner entre paréntesis este principio general sobre la estructura de peones. Aún así, en lo posible debemos evitar dejar que nos doblen los peones.

Schlechter – Steinitz 1898

1.e4 e5 2. Cc3 Cc6 La jugada blanca introduce el plan de la Vienesa consistente en jugar como en el Gambito de Rey con f4, pero, procurando evitar la reacción negra en d5.
3. Ac4 Cf6 4. d3 Ca5 Las Negras ven la oportunidad de cambiar su Caballo por el siempre molesto Alfil de casillas blancas que pincha donde más duele en este tipo de Aperturas, en f7.
5. Cge2 Cxc4 6. dxc4 d6 Aquí tenemos el peón doblado en c4. Pero obsérvese que por un lado contribuye a la defensa de d5, donde las Negras suelen reaccionar y de otro, no está frenado, por lo que puede convertirse en un minero contra la estructura de peones negros.
7. O-O Ae6 Las Negras van disponiendo sus piezas buscando la ruptura en d5 para dar brillo a su pareja de Alfiles. Sólo en posiciones abiertas, la pareja de Alfiles muestra su superioridad a la pareja Alfil y Caballo.
8. b3 c6 Movimiento para reaccionar en d5.
9. Dd3 Ae7 La salida de la Dama obedece, primero a despejar su casilla para llevar una Torre a la Columna central con intención de imposibilitar d5, además de presionar el punto d6 que está colgando con alfileres y de otra, estar en disposición de pasase al flanco de Rey por el pasillo horizontal.
10. Ag5 h6 Llevar un Ag5, es movimiento habitual de desarrollo, con ideas típicas de eliminar el Caballo Defensor, clavarlo, romper el enroque, etc. Pero en esta ocasión lo que se persigue es eliminar un apoyo al pretendido d5 de las Negras, y de paso, amenazar ganar el peón de d6 si las negras no andan con cuidado.
11. Axf6 Axf6 Lo normal de posiciones parecidas, era haberse retirado a h4 desde donde el Alfil cumpliría la misma función. Pero ya hemos advertido que aquí Ag5 tenia otras intenciones.
12. Tad1 Ae7 Las Blancas presionan en d6 como estaba previsto y las negras regresan a su defensa como habían calculado. Parece que les ha dado tiempo…
13. c5 dxc5 Y aquí vemos al detestado peón doblado, quitándose de encima parte de su mala fama y obligándonos a matizar nuestras enseñanzas. Con el avance c5, la posición Negra es comprometida estando además todavía su Rey en el centro.
14. Dg3 Ad6 Aquí tenemos a la Dama desplazándose por el pasillo horizontal de la tercera fila pinchando en g7 al tiempo que por descubierta ataca a la Dama del oponente. Steintz por su parte, prefiere defender su peón central y ceder el de g7 con la idea de poder trabar contrajuego por la chimenea que se abra entonces directa al enroque de Schlechter.
15. Dxg7 Re7 El movimiento negro obedece a la idea apuntada.
16. Cf4 Tg8 Si las Negras toman en f4 entonces viene e5.
17. Cg6+ Rd7 Esta clase de jugadas y las que se suceden en tobogán, las Blancas se las pueden permitir por la exposición del Rey Negro en mitad de la refriega.
18. Txd6+ Rxd6 19. Td1+ Ad5 20. Dxe5+ Rd7 21. Cxd5 cxd5 22. Txd5+ Rc6 23. Ce7+ Rb6 24. Td6+

No es obligatorio coronar Dama

Lo normal cuando un peón alcanza la octava fila es sacar Dama, por ser la pieza más fuerte sobre el tablero; costumbre casi mecánica que más de una vez causa grandes disgustos a los escolares por ahogar a su adversario justo en el momento de la “Coronación”. Precisamente este término de “Coronación” induce a pensar sólo en la Dama como pieza de “Promoción”. Para evitar los ahogados de fin de partida, muchos monitores, en vez de esforzarse en que sus alumnos sepan dar mate con las piezas que ya tienen de más, aconsejan pedir Torre. Pero con ello, en lugar de corregir el defecto, abundamos en él por no atajarlo de raíz. Con este propósito pueden mostrarse distintas partidas donde como la que viene a continuación, la clave del resultado aparece casualmente por no Promocionar Dama.
Este ejemplo puede servir de excusa para hablar un poco sobre la modalidad desaparecida del Ajedrez por correspondencia, y a su vera contar resumidamente el relato de Woody Allen a propósito de este tema aparecido en su célebre obra “De cómo acabar con la cultura” que podéis leer en TXIKI XAKE en el apartado “Cuentos y Leyendas”
Fidlow,D – Maier,A
Correspondencia, 1959
1.d4 d5 2.c4 e6 3.Cc3 c5 4.cxd5 cxd4 5.dxe6 dxc3 Las negras toman el caballo de c3 sin percatarse del detalle basado en el truco denominado “Divorcio Real” del que hablaremos en otra ocasión.
6.exf7+ Re7 No se puede capturar en f7 por perdida directa de Dama. Las negras no temen Ag5 a consecuencia de su defensa Cf6 y tampoco les importa demasiado la secuencia 7.fxCg8 coronando Dama DxDd1 8.RxD TxCg8 Pero no contaba con…
7.fxg8C+ Txg8 8.Ag5+ que le obligó a abandonar.