Ajedrez en el aula, de Evajedrez

Uno de los primeros trabajos en aparecer en el mercado para asistir el ajedrez escolar. Por su formato grande con amplios dibujos para colorear, poco texto y abundantes motivos didácticos con los que trabajar los conceptos ajedrecísticos, es un excelente material con el que poder abordar las clases de etapas infantiles de entre 4 y 7 años. Es muy útil al monitor y profesorado por hallar entre sus páginas formidables recursos lúdicos como crucigramas, sopas de letras, dibujitos…con un diseño propio para dichas edades y nivel de conocimientos propios de la Iniciación.
El correcto modo de empleo de este texto, sin embargo, no puede consistir en seguirlo sin más, dado que sería demasiado lento el proceso de aprendizaje. El educador debe utilizarlo sólo como fondo de recursos lúdicos con los que apoyar sus explicaciones.
En cualquier caso, es una trilogía con la que debe equiparse un centro escolar que desee impartir el ajedrez como asignatura en la etapa infantil o primeros cursos de Primaria.

Lecciones de estrategia en Ajedrez, de Valeri Beim

Toda la obra está muy bien y merece ser leida. Ahora bien, el material que destaca y valida que los monitores o clubes se hagan con este ejemplar es el tratamiento separado y pedagógico que realiza sobre temas como:
-El peón central aislado
-El peón central pasado
-La estructura simétrica de peones
-Características estáticas y dinámicas
-Zugzwang
Evidentemente, este conocimiento no es el apropiado para introducir al alumnado en las estrategia. Quizá después de los niveles clásicos de Iniciación y avanzado, sea un buen momento para explicar algo sobre estos temas en clase de Perfeccionamiento a partir de los 14-15 años. Huelga comentar que el jugador debe tener claros los conceptos básicos contenidos en las obras ya reseñadas de “Mi sistema” o “Estrategia Moderna en ajedrez”.
La obra es muy clara en su estructura interna otorgando a cada conocimiento un capítulo con ejemplos muy didácticos que muestran con sencillez lo que desean explicar sin andarse por las ramas, que es muy de agradecer a la hora de su exposición.

La bolsita mágica del Ajedrez, por Igor Suhin

No sé como dí con esta maravilla. Seguramente la adquiriría en algún mercadillo de libros de ocasión. El caso es que, se trata de una obra perfectamente pensada y desarrollada para iniciar a los más pequeños en los conocimientos básicos del ajedrez:

-Se trata de un cuento bien trabado; nada artificioso en su afán de introducir temas pedagógicos.
-Según se desarrolla el argumento, los pequeños van conociendo las filas, columnas y diagonales que forman el tablero, así como las distintas piezas y sus nombres.
-El formato del libro grande, con letras grandes, dibujos en colores grandes…es el diseño ideal para la edad a la que va dirigido el conocimiento en el contenido a niños de entre 4 y 7 años.

Hasta la fecha no he hallado nada mejor en su género. Yo lo he usado durante toda una década con éxito.

Curso de Aperturas, de Daniel Elguezabal

Cuando un entrenador de Ajedrez trabaja con alumnos de Avanzado o Perfeccionamiento ya cadetes que con su esfuerzo personal achuchan nuestra labor, no es correcto hacerles transitar nuestro repertorio propio pues eso supone contrariar su natural ímpetu.
El fallo de enseñar lo que uno sabe – si es que lo sabe – y sólo lo que uno domina – si es que lo domina – se apoya en la economía de trabajar y vivir de las rentas haciendo que aquello que te hizo servicio como jugador, te preste rendimiento como entrenador. ¡Pero no es correcto!
El buen entrenador, ha de saber dirigir a su discípulo pero por donde él quiera ir en cuanto a estilo y creatividad se refiere. Una vez el alumnado ha trabajado el ajedrez ortodoxo de los primeros años, tiene todo el derecho a diferenciarse y singularizarse. Es entonces, cuando el entrenador debe empezar a amoldarse al entrenado en su elección.
Yo he sido un todoterreno en Aperturas y creo haberlo jugado casi todo… ¡Mal! Lo que me permite hablar con autoridad de las cosas que no se deben hacer, de no ser que tu naturaleza sea pilla y lúdico-cernícala. En consecuencia, el buen entrenador se ha de dotar de instrumentos que le ayuden a poder dirigir con sabiduría a sus discípulos en terrenos para él ignotos, sin correr demasiados riesgos.
Los cuatro tomos de Elguezabal, van en esta línea de ayudar al entrenador a la hora de explicar y aconsejar en el inicio – subrayo este aspecto de inicial – al alumnado que desea elegir una nueva Apertura o una línea distinta de la que ya juega.
La obra no tiene vocación de totalidad: Muchas variantes no aparecen, otras veces prescinde de explicar para blancas, otras restringe el abanico de posibilidades….porque la idea es ofrecer alternativas, planes e ideas para formar una primera opinión sobre tal o cual Defensa o Gambito. Es un texto que complementa a la enciclopedia, y a su vez, debe ser complementada por monografías y muy revisada con Fritz. Pero su valor no reside tanto en las jugadas, cuanto en los comentarios de las ideas que estas contienen.
Por supuesto, con este trabajo no se puede uno preparar para jugar la Siciliana en alta competición. Como digo es muy incompleto en cuanto a variantes. Pero si puede ser una ayuda al entrenador para hacerle llegar los planes de una determinada Apertura a sus discípulos antes de que tomen una decisión a ciegas o sentimental de jugar esto o aquello sin otra información que el nombre o los primeros movimientos.
Finalmente, al objeto de una mejor labor para ayudar en el discernimiento de su elección al alumnado, la obra es más resuelta combinada con la enciclopedia personal de De Firmann que tabeen va en esta línea. Evidentemente, una vez que se ha hecho la elección, dirigirse a una monografía como las editadas por De la Villa, es lo correcto. Pero nadie puede ir con todas las monografías en todo momento, ni todos los clubes adquirirlas. Por consiguiente, esta obra con todas sus lagunas, me parece una excelente herramienta a los efectos comentados.

Iniciación al ajedrez para niños, de Pablo Castro Girona

Este ejemplar podeis adquirirlo vía Internet en la megatienda de la Revista Jaque que os aparece con sólo pincharla en cualquier buscador.

Es muy difícil que un libro de Ajedrez sea a la vez pedagógico, instructivo y menos divertido, cuando explícitamente sus destinatarios son niños. El caso que hoy presento, no es una excepción. Pero si esta obra ha merecido un hueco en esta sección es debido a los siguientes puntos positivos que he observado en sus páginas, detalle que no ha paso desapercibido en el mercado donde ya va por la quinta edición:
1º- El libro es humilde en su objetivo y se ciñe al conocimiento anunciado en su título, o sea, al “nivel de iniciación”, sin que en su interior se aprecie ningún salto cualitativo desafortunado como es costumbre suceda en estos casos, donde después de enseñar los movimientos de las piezas, los autores se animan a explicar “La Inmortal” de Andersen-Kieseritzky.
2º- El tratamiento del contenido es apropiado para un libro de texto de Ajedrez para niños que sepan leer: El tamaño de la letra es grande sin ser exagerado, los diagramas dibujos y gráficos tienen el tamaño adecuado para la edad; las explicaciones son las justas…
3º- Aunque el orden de conocimientos no coincide con mis gustos, es evidente que ha habido un propósito pedagógico en la exposición gradual del contenido, y gran rigor al limitar todo el conjunto de la obra a siete lecciones.
4º- De principio a fin abundan los ejercicios prácticos para probar la buena comprensión del alumno y juegos con motivos propios de pasatiempos como sopa de letras, crucigramas, etc, cuyas instrucciones son de muy sencillo seguimiento por parte de los interesados.

Aunque el libro está pensado para niños que saben leer de entre 8 y los 10 años, de sus páginas, el monitor podrá extraer bastantes fichas didácticas con las que presentar y trabajar los elementos impartidos en el Nivel de Iniciación para edades inferiores dada su buen tamaño y facturación de las ilustraciones.