Ser SINSORGO

A pesar de ser un vocablo tan nuestro, no pertenece al euskera sino que es una palabra castellana que se edifica en base a otra de euskera: no la usan los euskaldunes sino los castellano-hablantes.

Se trata de sinsorgo, tan común entre los vascos, pero extraña a oídos de alguien de fuera de nuestras fronteras, ya que también su uso en el castellano es geográficamente muy restringido.

Al utilizarla, hacemos referencia a algo o, sobre todo, a alguien ‘insustancial, de poca formalidad o fundamento’ o incluso ‘imbécil’, si bien lo común es usarlo en un modo cariñoso, no con el fin de herir o afrentar. Al ser propia del castellano, admite distinción de género: sinsorgo para masculino y sinsorga para el femenino.

Por otra parte una sinsorgada —siempre usada en femenino— es un ‘acto propio de un sinsorgo/a’. La palabra sinsorgada, común entre nosotros, no está sin embargo recogida como propia del castellano.

El origen de sinsorgo está en el euskera zent(z)urge, surgida de la suma de zentzun ‘sentido, juicio’ y ge, ‘sin’. Es decir y traducido literalmente, ‘sin sentido’.

La partícula —ge añadida a un sustantivo implica la negación de éste. Así, kolorge es ‘sin color’, indarge ‘sin fuerzas’, etc. Está relacionado con el primitivo bage de donde, por una metátesis o cruce involuntario ente consonantes, se convierte en el gabe que hoy usamos en el euskera unificado o batua. Y de la variante bage + rik proviene el bagerik o barik característico del euskera occidental o dialecto vizcaíno.

¿Y cómo pasa la —n final de zentzun a la r de zentzu-r-ge o sinso-r-go? No es nada extraño en euskera al entrar en composición con otra palabra. Es lo mismo que nos sucede con jaun ‘señor’ pero jauregi ‘palacio’, literalmente, ‘lugar del señor’.

Pues nada, que seguís siendo tan sinsorgos/as y que nunca cambiéis.

Podéis ver una explicación más a la ligera en el siguiente vídeo: https://youtu.be/QjeqBPiCNVE