Este año no sólo es el de la confirmación de Iker como jugador de 1ª división, sino que también es el año en el que se empiezan a oír nombres de clubs a los que les gustaría que él estuviera en sus filas. Los años anteriores ya dejó muestras de lo que era capaz de hacer pero al ser muy joven la política de Caparrós fue la de ir sacándolo poco a poco. Este año ya de poco a poco nada. Como el resto de sus compañeros titulares está jugando hasta los descansos… Su calidad es innegable. Su capacidad de desborde cualquier jugador la quisiera para sí, así como su visión del juego. Lucha todo hasta el último segundo del partido y es capaz de tirar el sólo del equipo si la situación es complicada. Vamos… que no se esconde.
Por todas estas cualidades lo quieren otros equipos, pero mi confianza me dice que él está encantado en Bilbao y que va a seguir aquí muchísimos años, cosa que me alegra muchísimo porque lo quiero en mi equipo muchos años. Pero por eso mismo ahora le voy a dar un pequeño tirón de orejas repartido en dos temas que debería cuidar.
El primero de ellos desde que ha empezado a jugar es algo que se ha repetido un montón en todos los foros… Supongo que ya sabéis a qué me refiero. Sí, a su afición a meterse en charcos en los que no debería. Marrullerías, broncas, … y cosas que a mí no me gusta ver en nadie, por muy buen jugador que sea. Antes se decía que era demasiado joven y que tenía que aprender. Ya sé que sigue siendo jovencísimo pero creo que le tienen que leer la cartilla. La retransmisión del partido contra el Granada le volvió a dejar retratado. Pegó una patada (pequeña pero patada) sin balón a un contrario, lo que debía haber sido expulsión. Ya se encargaron los de Canal Plus de que se viese, rodeándolo con un círculo, por si a alguien se le había escapado. Francamente, no es que no me guste, es que me parece fatal. Se puede hablar de calentones y del momento, pero es que para Iker cualquier momento es bueno para calentarse y lo ha repetido más de una vez. No digo lo de la patada, pero sí algún empujón, algún manotazo,… Es una pena y lo tiene que corregir ya.
El segundo va por su gusto a tener el balón, que contra el Granada hizo que su equipo tuviese un gol menos. Ya sé también que son décimas de segundos las que tienen para decidir qué hacer con el balón, pero… el miércoles en su mano a mano con el portero tenía a su izquierda a dos compañeros, ¡totalmente solos!, con lo que el gol era imposible no meterlo. Si no lo metía uno lo hacía el otro de 100 veces 100. Y no…, no fue así porque él intentó lo más difícil. Tampoco me gusta. Tiene que soltar el balón antes. Así mismo, la última jugada del partido también fue un tiro suyo desde fuera del área, complicadísimo, y muy difícil de convertirlo en gol. ¿No había otras opciones mejores teniendo en cuanta que estaban en el centro del área Llorente, Toquero, Javi Martínez,…? En fin, que está bien echarse el equipo a la espalda, pero hay que medir en qué momentos, siempre no es bueno.
En cuanto corrija esto… buf… pocos jugadores van a ser mejores que él.
Totalmente de acuerdo con el comentario sobre Munian. Este txabal me parece que está un pelin endiosado, mira más por su lucimiento personal que por el equipo y desde luego tiene gestos y agresiones que están fuera de lugar. La clase se ve también ahí.
Iñaki, tiene que ser muy complicado a la edad de Iker escuchar tantas y tantas alabanzas, hay que tener muy bien amuebalada la cabeza para que el tema no te supere. Espero que alguien le ayude, y le haga ser consciente que las alabanzas como vienen se van. Hay que seguir trabajando.
De todas formas no creo que lo haga para su lucimiento personal. Me parece jugador de equipo y quizá la razón de no soltar el balón sea que en las categorías inferiores la diferencia entre su calidad y la calidad de los contrarios era tanta que hacía que driblase hasta a su sombra. Ahora siempre lo intenta, sin miedo, lo que puede estar muy bien, siempre y cuando haya opciones mejores lo veas y las lleves a cabo. Pero, tiempo al tiempo. Está con jugadores experimentados que se lo pueden recordar de vez en cuando.