No me gusta mucho jugar bien y perder el partido. De hecho, prefiero no jugar nada y ganar, aunque sea de manera injusta. Pero no es lo que ocurrió el pasado sábado contra el Real Madrid. Esta temporada es lo que nos toca, jugar bien contra los equipos denominados grandes, a pesar de lo cual, perdemos y así nos ha ocurrido tanto en Liga como en Copa. Madrid, Barcelona Sevilla son los equipos que están ocupando las tres primeras posiciones y contra ellos hemos hecho muy buenos partidos. Pero… no hay manera, no hemos conseguido rascar ni medio punto. La catedral de nuevo fue testigo de un buen partido de su equipo pero contra éstos se necesita algo más, se necesita ese punto de suerte, una efectividad del 100%, que el árbitro no influya, que ellos no estén acertados,… Demasiadas cosas. El equipo empezó intentando controlar el partido desde el primer minuto. Hubo alguna internada interesante de Lekue por banda derecha y un par de oportunidades nuestras, pero el Real Madrid en dos acercamientos casi nos hiela la sangre ¡qué peligrosos son, madre mía! El Athletic siguió a lo suyo pero en una de éstas Benzema acabó transformando el contrataque de los blancos en gol. Nosotros dominamos el partido pero sin grandes ocasiones y ellos estaban muy relajados saliendo al contrataque con muchísimo peligro.
De todas formas, decisorio en el primer tiempo se volvió a convertir el árbitro, Latre, que como siempre utilizó un reglamento distinto para los jugadores del Real Madrid. Si en vez de llevar una camiseta blanca, Casemiro, llevase una de cualquier otro color no hubiese acabado ni siquiera el primer tiempo, porque mereció la expulsión por doble amarilla. En el minuto 22 le dio una patada a Williams que lo puso en órbita y el árbitro muy enfadado, como suelen hacer, le avisó y le dijo que ni una más. Le avisó porque es del Real Madrid porque la tarjeta que merecía era tan clara que no admite ni discusión. Y el mismo jugador en el minuto 30 sí que recibió la primera tarjeta, cuando en realidad debería haber sido la de la expulsión. Pero esto es así, lo saben ellos, lo sé yo, lo sabemos todos. Un asco, pero es sí. Poco después hay una tangana en la que a Aduriz le empujan por lo menos 3 jugadores distintos del Real Madrid, pero aunque no hayáis visto el partido sé seguro que sabéis quién se llevó una tarjeta. Pues efectivamente, Aduriz. Ya casi es como para que nos entre la risa. Es una película que ya habíamos visto todos y que todos sabíamos cómo iba a acabar. Y luego desde Madrid te intentan vender la película de que el Athletic es violento, cuando en realidad, Casemiro parecía Chuck Norris. O también, que les perjudican los árbitros. Es de llorar, por la poca vergüenza que tienen.
A pesar de ello los rojiblancos lo siguieron intentando y en el segundo tiempo se consiguió incluso la igualada por medio del de siempre, por medio de Aduriz, ayudado de su fiel escudero, Raúl García, que le puso un balón medido a la cabeza. Pena que somos unos panchitos y al de 3 minutos se volvieron a poner por delante en el marcador en una jugada en la que todos estaban preocupados de Sergio Ramos, dejando en el área, al jugador que tenía que haber estado expulsado, más solo que la una. Casemiro agradeció el regalo y metío gol. Luego mucho asedio del Athletic pero sin finalización, algo que este año nos está costando muchos partidos. Necesitamos muchísimas oportunidades para meter algún gol. La efectividad es bajísima.
Y así sin grandes alardes el Real Madrid los ha vuelto a pintar la cara, y perdemos la imbatibilidad en San Mamés. Algo que nos duraba desde la visita del Barcelona en agosto. Eso sí, algo positivo tenía que tener esta jornada y ha sido que ninguno de nuestros rivales directos ha conseguido ganar su partido, por lo que tanto Real Sociedad como Villarreal siguen a la misma distancia que antes, a 4 puntos. Es decir, seguimos de lleno en la pelea por la Europa League.
Ahora toca descansar unos días por el parón de las selecciones. Por cierto, aprovecho la ocasión para felicitar a Yeray por su primera convocatoria, más que merecida porque está un nivel muy alto. Un Yeray que va a ir acompañado de Kepa y de Iñaki Williams, dos también de los destacados el sábado. Enhorabuena a los tres.
Y tras el descanso a por el Osasuna y esperemos que con el mismo buen juego que hemos estado exhibiendo estas últimas jornadas, aunque algunos de los resultados no hayan acompañado, sise juega así es difícil no sacar algo positivo.
¡Aúpa Athletic!