Ayer dije que iba a escribir sobre Fernando Llorente y aquí estoy, aunque tengo la sensación que lo que voy a decir no va a ser muy apoyado.
No sé si es verdad. Pero si lo es me gustaría que no se convirtiese en un culebrón. O mejor dicho que no se enquistase el problema.
El pasado domingo ya tuvimos que sufrir la odiosa canción de «Y Llorente, ¿qué?… y Llorente, ¿qué?», que también la oímos el día de Copa. ¡Qué aburrimiento!
Repito que mis argumentos parten de que parece que ya está contratado y ante eso no hay solución posible. No hay vuelta atrás. Si la nueva Junta ha decidido llevarlo a cabo y el nuevo Director Deportivo y Garitano han dado el Ok, no hay nada que añadir. Si ellos piensan que es necesario es por el bien del equipo y será porque deportivamente puede aportar al juego y con ello mejorar los resultados deportivos. Y partiendo de que supuestamente ya está hecho… por mucho que cante, y silbe no voy a conseguir que no se le contrate… lo único que puedo hacer es perjudicar a mi equipo dividor la grada, como se demostró el domingo (unos cantan y otros pitan porque no están de acuerdo con la cancioncilla). Todo crea mal ambiente y es perjudicial. Una vez contratado… ¿para qué sirve pitarle? Para nada. Pues entonces,… dejémoslo. Si es positivo para el Club porque puede aportar… no tiene ningún sentido montar la mundial. ¿Cómo la gente se puede cerrar tanto ante su vuelta si los dirigentes deportivos consideran que es necesaria? ¿No podemos olvidar todos los pecados que supuestamente ha cometido? ¿tan horrible fue que no se le puede perdonar?
Tampoco me puedo olvidar de que
Llorente nunca ha caído muy bien entre los aficionados, por ser suave… Es más, es probablemente con mucha diferencia el jugador que más pitado ha sido siempre en San Mamés. Ayer estuve releyendo comentarios míos anteriores sobre él y en la mayoría hablo sobre los pitos. Os puedo introducir algunos como el de Una minoría en San Mamés devorando a Fernando Llorente.
O también El Athletic beti zurekin… pero te silbo. O El Athletic sí está en crisis. Tengo tantos que llenaría este comentario. En ellos se ven situaciones que no me gustaron y las explico. Siempre acababa Llorente mal parado y silbado… Un aburrimiento.
Llorente se fue, a saber cuál fue el motivo, si hubo uno, dos, tres o más. Da igual, la culpa de él y del Club, ¿a partes iguales? Ni idea, pero que no fue sólo de Fernando lo tengo claro. Se le echó mierda a paladas y alguna ya se ve en los comentarios que he introducido y en algunos otros, como en mi reflexión de cuando volvió con el Sevilla: ¿Cómo acogerá La Catedral a Llorente?
Todo fue hace mucho. ¿Fue un pecado? ¿No se puede olvidar? ¿No se puede perdonar?
En mi caso, sí perdono, si es por el bien del Athletic acepto su vuelta, como acepté la de Urzaiz cuando dijo que no renovaba y ese mismo verano como no consiguió nada mejor acabó volviendo. También acepté a Raúl García, un diablo, por no decir otra cosa… , que ahora es nuestro diablo…
Ya sé que a Llorente se le ha odiado más. Mucho más. Pero… ¿no merece la pena hacer un esfuerzo, si el cuerpo técnico piensa que deportivamente puede aportar? Y a los que le odian decirles que el esfuerzo no es por Llorente, sino por el Athletic.
¡Aúpa Athletic!