¡Pieza tocada! ¡Pieza movida!

El Árbitro de la FVA J.M. Villanueva, con esta colaboración ha demostrado su dilatada experiencia en el delicadísimo campo de la Competición Escolar. Sólo así puedo explicarme la capacidad de casuística destilada en tan sintética aportación.  Por supuesto de su simple lectura el profano puede hacerse una idea equivocada sobre su sencillez o dificultad a la hora de su aplicación. pero como se dice en estos casos: el movimiento se demuestra andando.  De todos modos, un día de estos ofreceré mi particular receta para dirimir estas cuestiones entre escolares cuando los testimonios son diametralmente contrapuestos…Pero os dejo con la excelente aportación del Sr. Árbitro:

Una de las reglas del Ajedrez artículo 4.2 es el que conocemos como “Pieza tocada. Pieza movida” aunque a alguno se le lingüe la traba y diga pieza movida pieza tocada. ¿Os imagináis que en futbol, al tirar un penalti yéndose el esférico más allá de las nubes el delantero diga que no le ha gustado y quiere repetirlo? Evidentemente nadie se lo permitiría. En Ajedrez, el concepto es el mismo: tocas una pieza para mover y te arrepientes. Pero ya es demasiado tarde…

Es decir si a un jugador le toca mover y toca una pieza tanto suya como de su rival está obligado a moverla (si es la del contrario a capturarla), veamos casos:

a) de tocar durante su turno una o más piezas propias, debe mover la primera pieza tocada que se pueda mover.

b) una o más piezas del adversario, debe capturar la primera pieza tocada que pueda ser capturada.

c) una pieza de cada color, debe capturar la pieza del adversario con la suya o, si ello es ilegal, mover o capturar la primera pieza tocada que se pueda mover o capturar. Si resulta imposible establecer qué pieza se tocó en primer lugar, será la pieza propia la que se considere como pieza tocada.

Excepciones: Al igual que en futbol, donde se puede repetir el penalty, en Ajedrez hay casos que no se puede aplicar lo de pieza tocada a rajatabla. Por ejemplo:

-Si se toca una pieza que no tiene ningún movimiento legal no hay porque moverla.

-Si se ha realizado una jugada ilegal y no se ha pulsado el reloj podemos rectificar pero con la obligación de mover esa pieza siempre que tenga un movimiento legal. (en Rápidas1 la ilegal pierde la partida)

-La cuestión de tener intencionalidad, si vamos a mover una pieza y sin querer la tocamos con la manga, la muñeca, brazo, … y la desplazamos está claro que no hay intencionalidad. –

Si una pieza está mal colocada en el tablero y queremos colocarla mejor (componerla), debemos decir antes de hacerlo “compongo”; ANTES y no después, que hay mucho espabilado.

Nota: el enroque es una jugada de Rey y por lo tanto hay que tocar primero el Rey. Si se toca la Torre en teoría ese enroque no es posible.

(1): Rápidas: son partidas de menos de 15 minutos por jugador que muchas veces llamamos rápidas cuando las rápidas son entre 15min y 1 hora.

Juguemos a la Matemática con el Ajedrez, de J. Berguier-R. Berguier-M. Rubinstein

Como su propio título indica, esta curiosa obrita de no más de 100 páginas, es toda una invitación dirigida a los profes de mate para que abandonen los manidos ejemplos de trenes y naranjas a los que nos tienen acostumbrados en los problemas e incorporen en su lugar el motivo de Ajedrez para ilustrar las distintas situaciones.

El trabajo es un compendio de diversos ejercicios donde el alumno ha de averiguar la fracción de tablero dominado por sus piezas o las del rival, cuántos tiempos necesita tal o cual Alfil para llegar a una determinada casilla, cuánto valor suman las piezas sobre el tablero, en un diagrama donde hay una Dama en h5 y una Torre en a4, cuántos escaques pertenecen a ambos radios de acción, etc.

Es un texto válido para el profesorado de Matemáticas que se halle inmerso en un colegio donde el Ajedrez tenga arraigo o su alumnado mayoritariamente sepa jugar al Ajedrez. De cuanto conozco sobre el tema, es de los intentos en castellano más logrados de cara a la trasversalidad curricular del Ajedrez con las matemáticas.

Para el monitor de Ajedrez sólo le puede servir de cara a llevarlo al colegio donde imparta la extra escolar como ejemplo de lo que se puede hacer en clases de matemáticas.

Sobre las condiciones de Juego

 

Jugar en tan excepcionales condiciones como hacen en la Final del Gran Slam de Bilbao, es algo que está al alcance de muy pocos...¡Bolsillos!

 

J.M. Villanueva, Árbitro de la Federación Vasca de Ajedrez, nos ofrece esta vez una excelente reflexión sobre las condiciones más adecuadas para la práctica de nuestro juego. Merece la pena prestarle atención.

El ajedrez es un juego que precisa de un alto grado de concentración mientras se practica. Muchas veces esa concentración se puede ver alterada por motivos externos que nos incomodan durante la partida: ruido en la sala de juego, tableros o piezas descoloridas y viejas, mesas y sillas en mal estado, falta de iluminación en la sala, aire rancio, etc.

El acondicionamiento del local, así como el equipamiento, deberán reunir las condiciones apropiadas para el nivel de la competición y todos debemos colaborar en ello.

Local

La verdad es que cuando jugamos, jugamos en cualquier sitio dependiendo de las circunstancias: en locales cerrados, en frontones, en la calle, …

Ya quisiéramos todos jugar en condiciones como las de la urna que hemos visto por Bilbao, al alcance sólo de unos privilegiados. Sin embargo, las más de las veces, nos tenemos que acoplar a lo que haya pero siempre que se cumplan unas mínimas condiciones.

Condiciones ambientales adecuadas:

Temperatura: agradable, no conviene pasar ni frío ni calor. En este caso se recomiendo una temperatura de 22 a 24ºC.

Ventilación: conviene que haya un ligero movimiento del aire pero sin corrientes, que no se note.

Humedad: los ambiente húmedos o muy secos no son muy cómodos ya que nos permite respirar correctamente. Se recomienda una humedad del aire entre el 20 y el 60%.

Iluminación: buena luminosidad sin sombras, mínimo 300 luxes. Asimismo sin deslumbramientos ni directos ni indirectos.

Capacidad: la sala de juego deberá tener amplitud suficiente, proporcional al número de jugadores y árbitros así para el público asistente. En algunos casos se recomienda 2m2 por jugador y si el evento es grande se puede reducir a 1,7m2.

Silencio: el ruido incluido el de los otros jugadores no nos deja concentrarnos. Una alfombra puede eliminar el ruido molesto e incluso una nueva normativa para ciertos campeonatos indica llevar calzado de suela blanda.

Fácil acceso: tanto a la propia sala de juego como a los servicios.

Equipamiento

Aparte del local de juego también hay que tener en cuenta:

Tableros en buen estado, de madera o material similar, pintados o acabados en colores mates, para evitar el reflejo de la luz. Los cuadros de 4,5 a 6 cm de lado

Piezas, homogéneas (no mezclemos juegos) del modelo Staunton o similar de los número 5 ó 6, guardando armonía con el tamaño del tablero.

Mesas, medidas mínimas de 70×70 acorde al tamaño de los jugadores. También pueden ser mesas corridas respetando espacios entre jugadores y facilitando el acceso a las sillas.

Sillas, cómodas y de altura proporcional a las mesas de juego.

Planillas, del tamaño adecuado sobre todo a la hora de anotar las jugadas.

Relojes, fáciles de usar..

Por una vez que no se cumplan unas condiciones adecuadas no pasa nada; Pero estar todos los días así no puede ser bueno.

Referencias.
Reglamentos de la FVA, FEDA y FIDE
The Chess Organiser´s Handbook, Steward Reuben
Normativa RD 486/1997