Hemos desperdiciado la ocasión de sentenciar la eliminatoria en La Catedral. Una pena que no se metiera alguna otra de las oportunidades tan claras de las que dispusieron. Aduriz, raro en él, falló dos muy claras. Sobre todo la primera, porque el control fue extraordinario y parecía que era de las que no falla. Pena. La segunda era ya más complicada, por el minuto en el que estábamos y lo que implicaba el tute físico importante que llevaba en semejante campo… Aduriz nos tiene mal acostumbrados. Cuando se mete todo o casi todo, te extraña que falle algo. Lo dicho una pena. Sobre el campo decir que en el nuevo San Mamés es la primera vez que vemos tanto barro en el césped. Normal, porque es imposible absorver la cantidad de agua que ha caído en las últimas semanas. De hecho, para lo que llovió estuvo muy bien. También comentar que es curioso que ahora el juego del Athletic se vea perjudicado por ese campo tan embarrado. Curioso, porque antes era justo lo contrario. Pero este equipo juega bien. Combina, se gusta y el barro… no les ayuda nada. El resultado de 1 a 0 (extraordinario gol de Raúl así como soberbio el pase de Beñat), es muy engañoso. Siempre se quiere que no te metan gol en tu campo y los rojiblancos lo consiguieron. Pero hay que jugar la vuelta allí y el Valencia, al cual ganamos el otro día 0 a 3 en su campo, tiene calidad y te la puede liar en cualquier momento. Ayer tampoco es que dispusiese de muchas oportunidades pero alguna sí tuvo. Bien Herrerín en el trabajo que le dieron en defensa y sobresaliente en su participación ofensiva. Gracias a sus saques rápidos y bien dirigidos con el pie se dieron dos oportunidades que bien podían haber acabado en gol. Sobre todo la primera de Susaeta, pero ya sabemos que lo suyo no es la finalización. Otra pena, porque hubiese culminado el perfecto y rapidísimo saque de Iago de la mejor manera posible. Con gol. En el segundo tiempo también tuvo otro saque similar, pero enviándole el balón a Balenziaga, una máquina físicamente, que cedió a Beñat, cuyo pase lo detuvo el barro. A pesar de no obtener resultado de dichas jugadas, Herrerín demostró lo listo que es y lo bien que ve esas contrataques. Muy bien, Iago. Le tiene que venir fenomenal este tipo de partidos, sobre todo cuando ya se habla de que el siguiente portero del Athletic es Kepa Arrizabalaga, olvidándose muchos de él.
La vuelta el próximo jueves en Mestalla, donde hay que ir a por todas. Salir a mantener el resultado es una locura, e imagino que saldrán a lo que salen últimamente. A ganar, aunque inicialmente se den unos tanteos, dejándole la iniciativa quizá al Valencia, para aprovechar alguna contra. Pero eso será otra historia y por medio tenemos también en San Mamés al Betis. Equipo que va a venir a intentar aprovecharse del desgaste físico que llevan nuestros chicos. Supongo que Valverde volverá a tirar de rotaciones, porque sino, y tal como volverá a estar el campo, no llegan vivos a Mestalla.
¡Aúpa Athletic y a por el Betis!