El Enroque y sus dudas, por J.M. Villanueva

El Aárbitro Vasco J.M. Villanueva nos regala a los Txikixakeros esta vez una pieza muy completa, pues en ella hay instrucción técnica sobre el Enroque, cierta llamada de atención para que los monitores tengamos un poco de paciencia con el aprendizaje de algunos temas complejos del juego y varias anécdotas relacionadas que si no esbozan una sonrisa, entonces cusan estupor.

El enroque y sus dudas.

El enroque es una jugada especial del Rey con el concurso de una de las Torres. Se realiza como sigue: el Rey es trasladado dos casillas desde su escaque original hacia la torre que está en su casilla original y luego dicha torre es trasladada a la casilla que acaba de cruzar el rey y junto a él.

El principal objetivo es esconderlo ante las amenazas del rival, sobre todo en el inicio de la partida.

Para que el enroque sea posible se tienen que dar tres condiciones:
1- Que no se hayan movido ni el Rey ni la Torre aunque vuelvan a estar en su casilla inicial.
2- Que el rey en ese momento no esté en jaque ni atraviese una casilla que lo este
3- Que no haya piezas entre el Rey y dicha Torre

Parece sencillo aunque los principiantes muchas veces se suele equivocar. Pero no sólo los principiantes, hay Grandes Maestros que también se equivocan, veamos algunos grandes gazapos.

Beliavsky,A (2585) – Timman,J (2620) [B09]
Tilburg Tilburg (7), 27.10.1986
1.d4 d6 2.e4 ¤f6 3.¤c3 g6 4.f4 ¥g7 5.¤f3 0–0 6.¥e3 c5 7.dxc5 £a5 8.£d2 dxc5 9.¤b5 £a4 10.e5 ¤e4 11.£d3 £b4+ 12.¤d2 ¥f5 13.¤c7 ¤c6 14.¤xa8 ¦d8 15.£a3 ¤xd2

En esta posición Beliavasky preguntó al árbitro si se podía enrocar

16.0–0–0 £e4 17.¦xd2 ¦xa8 18.£d3 £a4 19.£b3 £e4 20.£d3 £a4 21.£c4 £a5 22.a3 ¦c8 23.¥d3 ¥e6 24.£b5 £c7 25.£xc5 b6 26.£c3 £b8 27.¥a6 ¦c7 28.£d3 ¥f5 29.£e2 ¤a5 30.¦d3 ¥xd3 31.£xd3 e6 32.¦d1 ¥f8 33.£d8 ¤b3+ 34.¢b1 £xd8 35.¦xd8 ¤c5 36.¥b5 ¢g7 37.¦d4 a6 38.¥e2 b5 39.b3 ¤d7 40.a4 ¤b6 41.axb5 axb5 42.¥xb5 ¥c5 43.c4 ¥xd4 44.¥xd4 ¤c8 45.¢b2 g5 46.fxg5 ¢g6 47.b4 ¢xg5 48.¥a6 ¢f5 49.¥xc8 ¦xc8 50.¢c3 ¢e4 51.b5 ¦d8 52.¥f2 ¦d1 53.¢c2 ¦d7 54.b6 ¦b7 55.¢c3 ¢xe5 56.¥g3+ ¢f6 57.c5 1–0

Averbakh,Y – Purdy,C [A34]
AUS-ch Adelaide (4), 08.10.1960
1.c4 ¤f6 2.¤c3 d5 3.cxd5 ¤xd5 4.g3 ¤xc3 5.bxc3 c5 6.¥g2 ¤c6 7.¦b1 e5 8.£a4 £c7 9.¥xc6+ £xc6 10.£xc6+ bxc6 11.¤f3 f6 12.d3 c4 13.dxc4 ¥e6 14.¤d2 0–0–0

Este pudo ser el movimiento que sorprendió a Averbakh. Él asumió que con su Tb1 atacando b8 el Negro no podía enrocar

15.¤b3 ¥xc4 16.¥e3 ¦d7 17.f3 ¥e7 18.¢f2 c5 19.¤a5 ¥a6 20.¤c6 ¥d6 21.¦hd1 ¢c7 22.¤xa7 ¦a8 23.¤b5+ ¥xb5 24.¦xb5 ¢c6 25.¦b2 ¦da7 26.¦db1 ¦xa2 27.¦b6+ ¢c7 28.¦b7+ ¢c8 29.¦xg7 ¦8a7 30.¦xa7 ¦xa7 31.¦b5 ¦c7 32.c4 ¢d7 33.¦a5 ¢c6 34.¦a6+ ¢d7 35.g4 ¦b7 36.h4 ¦b4 37.¦a7+ ¢e6 38.¦xh7 ¦xc4 39.h5 ¦a4 40.¦h8 ¦a7 41.h6 ¦c7 42.h7 ¢d5 43.¥d2 ¦d7 44.¥a5 c4 45.e4+ ¢d4 46.¦d8 ¦xh7 47.¦xd6+ ¢c5 48.¦xf6
1–0

También existe el caso de una Olimpiada en la que se movió el Rey y posteriormente volvió a su casilla de origen y varias jugadas más tarde se enrocó. De este gazapo se percataron al introducir la partida al ordenador y comprobar que la máquina no admitía tal jugada.
No obstante se dio por bueno el resultado firmado.

¡Pieza tocada! ¡Pieza movida!

El Árbitro de la FVA J.M. Villanueva, con esta colaboración ha demostrado su dilatada experiencia en el delicadísimo campo de la Competición Escolar. Sólo así puedo explicarme la capacidad de casuística destilada en tan sintética aportación.  Por supuesto de su simple lectura el profano puede hacerse una idea equivocada sobre su sencillez o dificultad a la hora de su aplicación. pero como se dice en estos casos: el movimiento se demuestra andando.  De todos modos, un día de estos ofreceré mi particular receta para dirimir estas cuestiones entre escolares cuando los testimonios son diametralmente contrapuestos…Pero os dejo con la excelente aportación del Sr. Árbitro:

Una de las reglas del Ajedrez artículo 4.2 es el que conocemos como “Pieza tocada. Pieza movida” aunque a alguno se le lingüe la traba y diga pieza movida pieza tocada. ¿Os imagináis que en futbol, al tirar un penalti yéndose el esférico más allá de las nubes el delantero diga que no le ha gustado y quiere repetirlo? Evidentemente nadie se lo permitiría. En Ajedrez, el concepto es el mismo: tocas una pieza para mover y te arrepientes. Pero ya es demasiado tarde…

Es decir si a un jugador le toca mover y toca una pieza tanto suya como de su rival está obligado a moverla (si es la del contrario a capturarla), veamos casos:

a) de tocar durante su turno una o más piezas propias, debe mover la primera pieza tocada que se pueda mover.

b) una o más piezas del adversario, debe capturar la primera pieza tocada que pueda ser capturada.

c) una pieza de cada color, debe capturar la pieza del adversario con la suya o, si ello es ilegal, mover o capturar la primera pieza tocada que se pueda mover o capturar. Si resulta imposible establecer qué pieza se tocó en primer lugar, será la pieza propia la que se considere como pieza tocada.

Excepciones: Al igual que en futbol, donde se puede repetir el penalty, en Ajedrez hay casos que no se puede aplicar lo de pieza tocada a rajatabla. Por ejemplo:

-Si se toca una pieza que no tiene ningún movimiento legal no hay porque moverla.

-Si se ha realizado una jugada ilegal y no se ha pulsado el reloj podemos rectificar pero con la obligación de mover esa pieza siempre que tenga un movimiento legal. (en Rápidas1 la ilegal pierde la partida)

-La cuestión de tener intencionalidad, si vamos a mover una pieza y sin querer la tocamos con la manga, la muñeca, brazo, … y la desplazamos está claro que no hay intencionalidad. –

Si una pieza está mal colocada en el tablero y queremos colocarla mejor (componerla), debemos decir antes de hacerlo “compongo”; ANTES y no después, que hay mucho espabilado.

Nota: el enroque es una jugada de Rey y por lo tanto hay que tocar primero el Rey. Si se toca la Torre en teoría ese enroque no es posible.

(1): Rápidas: son partidas de menos de 15 minutos por jugador que muchas veces llamamos rápidas cuando las rápidas son entre 15min y 1 hora.

Errare humanum est

Un artículo del Árbitro Vasco J.M. Villanueva

Errar es humano; frase atribuida al filosofo Séneca mucho antes de que el ajedrez campase por la península ibérica.

En este caso no nos vamos a referir a cuando nos dejamos la dama en una de la forma más tonta con la partida ganada, ni tampoco a ahogar al rival teniendo hasta dos damas de ventaja o que nos peguen mate tras sacrificar tres piezas y meternos el mate de la coz, que el rival se lo ha ganado, estudiando la situación –menudo crack. Más bien nos vamos a referir a las pifias de nosotros los árbitros y compañía.

Con el paso del tiempo y varios torneos a las espaldas ya sabemos interpretar los puntos de los listados y notamos que nos falta un punto, que se debe haber anotado mal un resultado, ¿a dónde ha ido a parar ese punto?.

Esto se puede deber a muchos factores desde que se da el resultado hasta que sale la siguiente ronda. Viendo los fallos de ir aportando soluciones para poder ir mejorando poco a poco en la realización y organización de torneos de modo que las famosísimas normas de calidad ISO, las UNE y la EN se queden en pañales.

Por ejemplo, siguiendo el camino que sigue el punto, vamos a ver los problemas más habituales en nuestras meteduras de pata.
1. Los jugadores se han sentado con los colores cambiados y el resultado puede ser confuso, el jugador a la hora de dar el resultado decir claramente gana Alexander, de modo que quede claro que gana Alexander y no Iker, el anotador de resultados observará que se han colocado al revés y lo dirá al árbitro (que luego más de uno se queja que repite color)

2. Algún jugador se ha sentado en otra mesa, que simplemente se equivoca (Errare Humanum est) o ya hay algún –¡pecador de la pradera!-que no quiere jugar con uno muy bueno y que le gana siempre, lo normal para evitar este fallo es que el usuario normal venga y lo diga: ese es mi sitio, además se intenta pasar un pequeño control para ver si los jugadores están sentados en su sitio y si se comprueba que no: Camarero, ¿me puede cambiar a mi compañero de mesa? “Frase de un Gran Maestro –Miguelin Tal- y si él lo dice pues yo también.
Otra forma de ir solucionando el tema es colocar claramente cuál es el número de la mesa.

3. Otro caso es que, de puro nerviosismo, nos equivoquemos al decir quien gana, el anotador debería indicar alguna pregunta para certificar, ¿Zuriñe con Blancas?

4. También el anotador se puede equivocar al anotar el resultado. Para evitar esto el anotador debiera mostrar como coloca el resultado a la par que lo apunta.

5. También en la hoja al meter al ordenador se puede uno equivocar, ante esta situación lo mejor es repasar los resultados, que si son pocos es fácil pero si son cincuenta y anotados en varias hojas la cosa se complica. Por lo que hemos de intentar agruparlos en una única hoja.

6. Mas, por muy raro, el sistema informático puede fallar y hacer algunos extraños, cosa que se soluciona con copias de seguridad. Y con lo típico de informática: apagar y encender de nuevo. Aunque en esta caso puede tardar un tiempo que nos retrase todo

7. De todos modos un jugador al notar un fallo en los puntos, lo correcto es indicarlo, averiguar las causas del error y corregir el resultado si procede, sobre todo si ambos jugadores están en la sala de juego. E incluso se puede corregir a posteriori.

8. También es de agradecer la colaboración de algunos monitores que apuntan los resultados de sus pupilos y que les tendrán controlados hasta los propios errores de ellos, es decir cuando se dejan la dama, cuando hacen ilegales, …pero que no se confíen que sus pupilos también les tendrán controlados cuando ellos también se equivocan

Porque aquí todos nos podemos equivocar.

Del Arbitraje Escolar

Hoy por hoy, no existe dentro del Colegio arbitral la categoría escolar para designar a un árbitro. Ello no es óbice para distinguir dentro de la propia actividad arbitral el registro escolar, del federado, dado que los matices y componentes que concurren en dicho ámbito nos facultan para abrir este campo dentro de nuestra esfera competencial. En otras palabras, aunque no exista la categoría de árbitro escolar, sí se da el fenómeno de la competición escolar, y por ende, hemos de distinguir un arbitraje específico para dicha competición separada, que no yuxtapuesta, al ámbito general del arbitraje.
Separada en el sentido de “distinguida” para reforzar las peculiaridades y características que han de regir el arbitraje escolar, más no yuxtapuesta al arbitraje general, pues ninguna de las decisiones que se tomen en el ámbito de la competición escolar, pueden entrar en contradicción con la norma general. En todo caso, ha de contemplarse el arbitraje escolar, bien como un complemento al arbitraje general, en el caso de ciertas normas específicas, o como un grado rebajado de la potencialidad del arbitraje general.
AGENTES QUE INTERVIENEN EN LA COMPETICIÓN ESCOLAR

En la competición escolar, inciden distintos vértices que no aparecen en el arbitraje general, y que paso a comentar:

– NIÑO/A: Desempeña la función de jugador, pero a diferencia del arbitraje general no podemos contemplar a éste, como un sujeto plenamente responsable, pues detrás de él, hay otras figuras que le tutelan, además, se ha de tener en cuenta, que el jugador escolar, está en pleno proceso de aprendizaje, tanto del juego, como de la normativa, y en consecuencia, habremos de cuidarnos mucho en no ser severos en el cumplimiento de todas las leyes, o de alguna de ellas.

– MONITOR: Detrás de los jugadores escolares, lo normal es que haya un responsable cualificado a tal efecto y con la debida titulación de monitor, cuyas funciones pueden ir desde un sencillo acompañante, hasta un entrenador, pasando por abogado defensor, delegado, capitán… Es función del monitor, representar al jugador y tramitarle la inscripción, velar por el buen hacer del árbitro, presentar las reclamaciones, supervisar que las actas lleguen a su debido destino y de forma correcta, el rellenado de las mismas, etc. Pero sobre todo, la función más destacada es la de instruir al jugador en la correcta técnica del juego y en las leyes que lo rigen. Por consiguiente, es su obligación no enviar niños y niñas al campeonato escolar, sin la debida formación en dichos conocimientos. Además el monitor, debe dar ejemplo a su alumnado y acatar las decisiones arbitrales, aun cuando éstas les sean desfavorables a sus intereses y realizar las protestas de forma argumentada y respetuosa.

– COLEGIOS: Aunque no siempre, la mayor parte de las veces, los jugadores escolares representan a colegios. Por consiguiente, el árbitro debe tener muy presente, que detrás de cualquier jugador, hay una institución, con capacidad muy superior a la que tiene un club, a la hora de tomar alguna medida disciplinaria sin que antes haya sido suficientemente confrontada con su delegado o responsable técnico del colegio, pues no sería la primera vez que se hace una montaña de un grano de arena. Por su parte, hemos, también, de ser conscientes, que el colegio tiene, no solo derecho, sino también obligación para con su jugador, como es trasmitirle todas las notificaciones oficiales, así como su debida inscripción, licencia….

– FAMILIARES: Los familiares son la figura de cara a la competición, en principio más irrelevante, en cuanto tales. Sin embargo, a la sazón, resultan los más problemáticos, pues no gozan de los conocimientos suficientes como jugador, ni como monitor ni como árbitro, y suelen intentar hacer las veces de todos ellos a un tiempo. Por ello, el árbitro nunca debe dejar pronunciarse a los padres, en ningún caso y ha de mantenerles lo más lejos posible de la partida, y de la sala de juego.

– DIPUTACIÓN: La Diputación, que es la que patrocina normalmente los encuentros escolares, y la que otorga los permisos para que los jugadores en edad escolar puedan participar en éste o en otro torneo, entrega a todos los colegios y a todas las federaciones, un manual con una normativa escolar general, y en algunos casos, algunos apartados específicos, al margen de las leyes de la federación. El árbitro de competición escolar, debe estar al tanto de ésta legislación de la Diputación para velar por ella y hacerla cumplir, no sea que un cualquiera, externo a la organización federativa, deje en evidencia carencias nuestras en este sentido.

– FEDERACIÓN: La Federación es en quien la Diputación ha delegado la dirección técnica del torneo escolar. Es éste organismo el que se ocupará de indicarnos a los árbitros, los parámetros, grados y niveles en que debamos desempeñar nuestra competencia. Es a ella a la que nos debemos en primer grado, pues es ella, la Federación la que tiene la potestad de nombrarnos y destituirnos en nuestras funciones. Nuestros informes arbitrales, es a ella, y solo a ella, a la Federación, a la que debemos entregárselos, para que use de ellos como bien juzgue oportuno.

– ÁRBITRO: El árbitro de la competición escolar, ha de tener presente todos los aspectos referidos anteriormente, y buscar un equilibrio de todos los agentes que participan. Por consiguiente, lo primero que ha de hacer el árbitro, es velar por la buena marcha técnica del torneo, por el cumplimiento de la normativa escolar de Diputación y las leyes de la FIDE.

PROPIEDADES DEL ARBITRAJE ESCOLAR

Ya he adelantado más arriba, que cuanto se diga del arbitraje escolar, no puede entrar en contradicción con la norma general. Así pues, todo cuanto diga a continuación
se supone ya del árbitro, sólo que en éste caso lo remitimos a la competición escolar.

– IMPARCIALIDAD: Todos los agentes arriba mencionados, deben percibir del árbitro una total e impecable imparcialidad. Por ello no recomendamos que se dedique al arbitraje escolar en ámbitos elevados, monitores muy conocidos, dado que ello generaría una comprensiva desconfianza hacia su persona, independientemente de su pulcra actuación.
– LABOR DE JUEZ: El árbitro debe hacer cumplir las leyes que le han sido dadas si bien, con la consabida coletilla de interpretarla según los casos. En este sentido, el árbitro tendrá como leyes, las de la FIDE, que regulan el juego técnico, las de Diputación, que regulan la competición escolar, y las que se escriban y publiciten matizando las anteriores, para cada caso concreto, todas ellas en grado de complementariedad desdeñando aquellas que entren en contradicción.

– LABOR DE NOTARIO: El árbitro dará fé de que cuanto consta en la documentación que entrega a la Federación ha sucedido tal y como ordena la legislación vigente, y como se refleja en las actas, pues a fin de cuentas, él personifica en la competición los intereses de la Federación y de la propia Diputación.

– LABOR COMUNICATIVA: El árbitro debe hacer las veces de comunicador, de cuanto sea relevante para la buena marcha de sus funciones. A este respecto, conviene que antes del comienzo de cualquier competición, reúna a los delegados para recordarles la normativa vigente o cualquier excepción a la norma general, para que a su vez, éstos se la den a conocer a sus jugadores. También es preciso tener presente, que ante cualquier dificultad o imprevisto, la mejor herramienta para evitar males mayores o innecesarios, es la buena comunicación de cuanto sucede a los delegados, obviamente con la debida discreción y evitando alarmismos.

– LABOR PEDAGÓGICA: Muchas veces nos encontramos con jugadores que aún están aprendiendo todos los recovecos del ajedrez. En buena lógica, no se le puede pedir el mismo conocimiento de las leyes, a un benjamín, que a un cadete, ni a un monitor que empieza, que a uno que lleva varios años en la competición escolar. Por consiguiente, el árbitro habrá de distinguir a quién le aplica la ley con severidad, de a quién le llama la atención, y otras medidas que tengan por objeto, no el castigo sino la pedagogía para futuras competiciones.

– LABOR DE PSICÓLOGO: El árbitro no debe olvidar que está trabajando con el segmento más delicado de cuantos hay en la competición, pues nos enfrentamos a padres inexpertos que desean, comprensivamente, que su hijo gane, a monitores no suficientemente experimentados que desean que su discípulo gane, a colegios que desean ser campeones, y a niños y niñas que de por si ya desean ganar, y que a veces, sucumben ante tanta presión. Por tanto, el árbitro cuando se dirija a los escolares, debe hacerlo con el mayor tacto posible, teniendo muy en cuenta, que si ya los jugadores están nerviosos por la competición misma, los jugadores escolares lo están aún muchísimo más debido a todo lo anterior.

– AUTORIDAD: El árbitro en la competición es la máxima autoridad. Pero la autoridad debe ir acompañada de asentimiento y respeto. Ciertamente, por ser árbitro, en principio ya se es la autoridad, pero de ahí a que se lo reconozcan los demás, va un trecho muy grande. Para que dicho trecho sea más estrecho, es importante, que el árbitro no vacile externamente, no cambie de opinión continuamente, mantenga su criterio, aunque por dentro nade en un mar de dudas, se debata en un sinfín de matices, etc. Si no desea que esto le ocurra a menudo, mientras la experiencia no le dote de dicha facultad, el mejor antídoto es saberse bien el reglamento, por una parte, y por otra no expresarse inmediatamente despues de que te hagan una reclamación, sino tomándose el tiempo suficiente y a solas, para emitir un determinado fallo.

LEGISLACIÓN DE LA COMPETICIÓN ESCOLAR

Al margen de lo que cada temporada nos remitan la Diputación y la Federación, con su normativa e indicaciones respectivas, el arbitraje escolar debe manejarse en una gradación pedagógica según edades, niveles de conocimientos, y su relevancia deportiva.

– POR EDADES: Se supone que las categorías por edades, responden en su mayoría a los niveles de conocimiento adquiridos por el grueso de cuantos concurren bajo dicha categoría. En consecuencia el nivel de exigencia en benjamines será muy inferior al requerido en cadetes, y establecerá el mínimo de la competición escolar cuando se trate de las fases previas de dicha categoría. Los mínimos de la categoría benjamín en las competiciones clasificatorias, será el siguiente:
o Darse la mano al comenzar y finalizar la partida.
o Pieza tocada, pieza movida.
o Pieza soltada, pieza dejada.
o Noción de ahogado.

Para los alevines, aparte del mínimo establecido a los benjamines, en las competiciones de clasificación, se les puede exigir también:
o Captura al paso.
o Correcta normativa del enroque.
o Correcta coronación.

Para los infantiles, aparte de las siete normas requeridas en los capítulos benjamín y alevín, para las fases clasificatorias, sería oportuno incorporar la siguiente medida:
o Correcta anotación de las partidas.

Para los cadetes, aparte de los ocho puntos anotados de benjamín, alevín e infantil, para los torneos de clasificación sería recomendable
o Correcto uso y manejo del reloj.

– POR RELEVANCIA DEPORTIVA:
Para los torneos de clasificación ya hemos hablado en el apartado anterior y no conviene redundar en el asunto.

Para las fases finales, sería conveniente aumentar la exigencia en cada una de las categorías, de modo que en cada una de sus finales rigiese lo que es básico en la siguiente. En otras palabras que en la final benjamín, regiría los siete puntos del alevín; en la final alevín, regirían los ocho puntos del infantil; en infantil, regiría los nueve puntos de cadete y en todas ellas, la interpretación del árbitro debería inclinarse más hacia el cumplimiento de la normativa FIDE que hacia la comprensión de la categoría en que se encuentra, si lo juzga oportuno.

ELEMENTOS DE LA COMPETICIÓN ESCOLAR

El árbitro debe velar por los distintos asuntos y personas que concurren en la competición, que paso a explicitar:
– SALA DE JUEGO: No es función del árbitro, en principio, poner los juegos, mesas, sillas y relojes, pero sí es obligación suya informar al director del torneo, de cómo quiere que se dispongan las mesas, las sillas y los relojes, así como si desea dedicar un espacio para el público, una sala de análisis, la mesa arbitral, la información, etc. Recomendamos al árbitro las siguientes indicaciones:

o Si la sala no es muy espaciosa, no dedicar sitio alguno a público ni a padres, impidiendo la entrada a todo aquel que no esté facultado como delegado.
o No se permitirá entrar en la sala ni se atenderán reclamaciones que no provengan de un delegado de la sala.
o Por consiguiente habrá de haber en cada sala un delegado no adscrito a zona alguna que atenderá a cuantos jugadores lo soliciten por no tener delegado.

– SOBRE DELEGADOS: Ya hemos descrito las funciones de los delegados, como capitán, como abogado defensor, como niñero, etc. pero el árbitro ha de velar por el buen comportamiento de los propios delegados, así les indicará que deben cumplir sus funciones, hacer respetar las leyes del ajedrez, no contestar de malos modos las decisiones arbitrales delante de sus alumnos, ayudar en el cumplimiento de las normas de la sala, y desempeñar su labor siempre desde detrás de su jugador, para evitar suspicacias. Por supuesto, les ha de recordar en todo momento, que si no reclaman los niños, ellos no pueden intervenir en la partida bajo ningún concepto. El niño reclama al árbitro, el árbitro atiende al jugador, y entonces y sólo entonces, el delegado puede intervenir para realizar ulteriores reclamaciones.

– SOBRE EL SISTEMA DE JUEGO: Se recomienda que el número de rondas no excedan en benjamines 4 rondas por día. En alevines, 3 rondas por día. Igualmente, se recomienda, por el bien del ajedrez federativo y escolar, que según vaya aumentando la seriedad, el número de rondas disminuya por jornada. En cuanto a sistemas de competición propiamente dichos, recomiendo:
o Liga para competiciones con no más de 12 jugadores.

o Copa, para no menos de 16 jugadores.
o Mundial, para no menos de 8 jugadores.
o Suizos, para no menos de 20 jugadores.

– SOBRE SISTEMAS DE DESEMPATE:
Los sistemas de desempate que usamos habitualmente, son completamente desconocidos para la mayor parte de padres, jugadores y colegios, por ello, conviene ser prácticos en este asunto y escoger el más fácil y sencillo para la comprensión de todos:
Para equipos: el resultado particular, el número de victorias, el holandés, etc.
Para jugadores: el resultado particular, el acumulativo, el número de victorias, etc.

– MATERIALES: El árbitro debe ser el primer responsable de los materiales de arbitraje e interesarse por aquellos elementos cuyo desconocimiento pudiera perjudicarle en la buena labor arbitral. Así pues, el árbitro debe estar familiarizado con las actas, planillas, relojes, piezas, letreros informativos, txartelas acreditativas, programas informáticos y cuantos elementos crea conveniente de cara a su buena labor arbitral.

– PRESENCIA ARBITRAL: El árbitro habrá de tener una presencia impecable en todos los órdenes externos e internos, como son vestimenta, limpieza, puntualidad, continua presencia en la sala de juego, prontitud en la atención de los jugadores, portar sus propias herramientas de trabajo como son leyes, manuales, portátiles, etc.

¿Qué es el Suizo?

En los escolares de Sestao, entre ronda y ronda, justo cuando andamos haciendo los papeleos de introducir los resultados que aun faltan, de hacer la ronda nueva, imprimir dichas rondas, … se me acercó un padre para una pequeña consulta y vio el nuevo emparejamiento fresquito y listo para ponerlo. Le llamo la atención el sistema de emparejamiento de jugar partidas de jugadores con la misma puntuación y, tras una breve explicación, realmente le pareció muy bueno.

En los torneos con muchos jugadores lo que se suele usar son los Torneos por sistema suizo, ya que lo que interesa es jugar todas las partidas y que un jugador no quede eliminado por perder la primera partida con alguien que es una máquina jugando y que ganará casi todas. O ¿que hacemos si el resultado acaba en empate (tablas)?.
Otros tipos de torneos son el sistema de Liga, el sistema de Copa, el Scheveningen o el Masnou e incluso las Simultáneas. Sistemas que iremos viendo en posteriores artículos.

Para un profano describir un suizo es un poco complejo, se podría considerar como una Copa con repesca continua, donde el repescado tiene incluso posibilidad de quedar el primero.

El nombre de Suizo proviene de que se usó por primera vez en un torneo de la localidad suiza de Zurich (1895) y dada su eficacia se aplica en casi todos los torneos con una cantidad muy elevada de participantes.

Para emparejar jugadores se aplican varios criterios, tales como no jugar más de una vez contra la misma persona, intentar jugar las mismas con blancas y con negras y, sobre todo, que ambos jugadores tengan los mismos puntos. Aunque a veces esto último no es posible.

Un detalle importante es el número de rondas, en un principio se establecen para que haya un campeón, pero en los torneos escolares el mayor limitador es el tiempo ya que si queremos acabar a las dos de la tarde no tiene sentido que a las cuatro se siga jugando.

Para establecer una clasificación también existen diversos criterios de desempate, no sería la primera vez que me preguntan por el buc (sic) o bien ¿tengo buen buc?.
Aunque la verdad, en la fase previa lo que importa es el número de puntos conseguidos. Tres puntos son tres puntos tantos si es el veinte o el treinta.