Hasta dónde puede llegar esta temporada nuestro Athletic es la pregunta que nos hacemos todos. Ilusionarse es gratis y este año los aficionados lo estamos, por las cosas que estamos viendo. Lo primero de todo es que al comenzar la temporada el equipo nos regaló nada menos que la Supercopa, arrebatándosela al super Barcelona. Triunfo en ese torneo, la Supercopa, sobrevalorado según los catalanes, pero que se comen los higadillos por no haberla conseguido. Triunfo de enorme mérito por cómo se consiguió, por dónde se logró y por el resultado final que se obtuvo. Nada menos que 5 a 1. Seguido o a la vez ganaron las dos eliminatorias necesarias en Europa, para poder estar otra vez en la UEFA Europa League, a pesar de la dificultad, por las fechas y por el poco tiempo que se tuvo para que el equipo estuviese en forma.
Ahora, a pesar de que por medio ha habido algún que otro petardazo, hasta en las mejores familias pasa, nuestros chicos han conseguido clasificarse para la siguiente ronda en Europa, encima pasando como primeros de grupo, a falta incluso de disputarse un partido. Vamos, clasificación con chulería. Sobrada, repito, a pesar de algún traspiés inicial. En Liga estamos séptimos y a un punto de puestos europeos. Se puede soñar. Claro que se puede soñar, pero es sueño con base porque el equipo nos lo permite. Hay un once titular más o menos definido y a ese once se le pueden introducir cambios sin que se resquebraje la estructura, a no ser que los cambios sean de diez en diez. Hay un banquillo potente, y más potente que va a ser cuando se recuperen totalmente los lesionados. Valverde va a tener problemas porque no va a saber a quién sacar. Bendito problema.
Aritz Aduriz, base y pilar sobre el que se asienta este equipo dijo el otro día que su objetivo era ganar en Europa. Me encantó escucharlo. Me parece muy difícil, pero a la vez estupendo que ese sea el objetivo. No creo que dicho objetivo sea incompatible con el de ir partido a partido. Así se fue la vez anterior, cuando se llegó a la final estando con Marcelo Bielsa. Fue partido a partido, en unas eliminatorias muy complicadas que sobre el papel nadie pensaba que se podían pasar pero… hasta Bucarest llegamos. Aritz quiere repetir y además ganar. Muy difícil sí. Pero intentarlo, hay que hacerlo por supuesto. Y a ver qué pasa. Habrá que tener suerte en todo, eliminatorias, días de partido, arbitrajes, juego propio, del contrario… Pero todo buscando ese objetivo último del triunfo absoluto.
En Liga, también, ya veremos. Partido a partido pero intentando mirar hacia arriba porque el equipo ha demostrado que a pesar de perder con los dos primeros ha competido en ambos partidos y ellos no lo tuvieron fácil para derrotarnos. Así mismo, se ha visto que también se puede perder de mala manera, si se hace mal, contra cualquiera, pero… es lo normal. De hecho el fútbol es un juego y todo puede ocurrir.
Y en Copa, también soñaremos. Eliminatoria a eliminatoria. Poco a poco. Para empezar, no menospreciar a nadie y a jugar sin olvidarnos del objetivo, ganar pero jugando. No ganar desde el vestuario. Ya sabemos todos que las eliminatorias iniciales pueden llegar a ser muy indigestas. El jueves tenemos la ida contra el Linense, sin confiarse y dándolo todo como siempre. ¡A por ellos y aúpa Athletic!