Quizá la palabra adecuada no sea enhorabuena, pero sí tengo claro que les quiero felicitar de alguna forma. Felicitar no por el resultado final sino por toda la temporada que han hecho. No se merecían este «broche» de ninguna de las maneras, pero parece evidente que éste no es el año del Athletic, por lo menos en lo que respecta a las finales.
Las chicas se han pasado toda la Liga en primera posición, lo que lo hace más cruel todavía. Hasta ayer sólo habían perdido un partido y ni siquiera había sido contra el Barcelona. Estaba todo preparado y parecía propicio. Con un empate bastaba. San Mamés, el de las grandes ocasiones, estaba precioso. Sol y todas las gradas completamente rojiblancas. Animando al equipo sin desfallecer ni un solo momento a pesar del resultado. Familias enteras, padres, hijos, abuelos. Sentimiento a raudales. Ganas de triunfo enormes. El himno cantado más que nunca por gargantas jovencísimas… La carne de gallina. Todo preparado para el triunfo. Pero… no ha querido la fortuna que haya sido así y San Mamés se quedó sin el tan anhelado premio. Hubiese sido una despedida perfecta…
El mal cuerpo con el que salí del campo todavía no se me ha quitado, así que no me quiero ni imaginar cómo estarán las jugadoras. Eso sí, deben saber, lo contrario es imposible, que todos los que ayer estaban en San Mamés, e incluso los que no estaban siguen con ellas, y seguirán con ellas. En los triunfos y en las derrotas. Aquí está quizá la grandeza del Athletic. Ayer se volvió a demostrar. 28.000 personas se juntaron para ver un partido de fútbol femenino. Impensable en cualquier otro lugar. Impensable incluso para equipos de primera masculinos congregar esa cantidad de público sea en situaciones buenas o en malas. Pero nosotros sí. Y cuando acabó el partido allí estábamos sintiendo el dolor que se palpaba en el campo. En grada y en jugadoras. Cada uno a su manera. Las jugadoras unas echadas llorando solas. Otras abrazadas, también llorando. Otras saludando a las campeonas, o más bien era al revés, las campeonas que iban a consolar a las derrotadas.
Y entre todas Tzibi, destrozada, pero dando una vuelta al campo ella sola, única y exclusivamente para aplaudir al público, supongo que agradecida por el nuevo espectáculo que había dado de apoyo incondicional. La verdad es que se me rompió el alma viéndola así. Cada vez que me acuerdo se me humedecen los ojos. Y por supuesto, todo el mundo aplaudiéndolas: a ella, a Tzibi, a Arrate, que se le unió en la vuelta de «honor», y a todas las demás. Aplaudiéndolas ¿Por qué, si no ganaron? Porque se dejaron el alma y algo más, y porque son Athletic.
Iraia dijo a la prensa más tarde que no cambia este vestuario ni este equipo ni esta afición por nada del mundo.
Pues que sepáis que nosotros tampoco os cambiamos a vosotras, ni al equipo, ni al Athletic por nada del mundo. Y seguiremos igual de orgullosos tanto en vuestras derrotas como en vuestras victorias.
Un abrazo a todas y todos los que formáis este equipo eta segi aurrera.
Mi enhhorabuena a las campeonas, y mis felicitaciones a las subcampeonas.
Perder duele y mucho si lo haces además rodeado por los tuyos, pero una vez más nos hicieron sentir orgullosos de esa camiseta y ese al final es el mayor trofeo que se puede alcanzar en el athletic, uno que no figurará en vitrina alguna jamás, y tampoco en un museo, sólo en los corazones de todos los aficionados.
Habeis alcanzado la gloria, el triunfo, habeis conseguido que nos sintamos una vez más orgullosos de ser del Athletic.
Gora Zuek!!! Eta Aupa Authletic!!!
Gontzal,
Y encima sin oírles, porque han estado toda la Liga como líderes y en muy pocos medios han salido. Nadie hemos comentado nada. Salvo… el último día. Esto les ha pasado siempre. No se habla de ellas, a pesar de todo lo que consiguen. El año pasado también quedaron subcampeonas y perdieron la final de Copa en la prórroga y de aquella manera… (recuerdos al árbitro de esa final…).
Son Athletic 100% y por eso el dolor es más grande. Pero… habrá que quedarse con lo positivo, que es el ambiente, San Mamés casi lleno, y el ánimo sin parar un solo minuto durante el partido. Y el ser del Athletic y sentirlo, y como comentas tú, estar orgullosos por lo que han conseguido.
¡Aupa Athletic!
Kaixo, animo a las jugadoras, lo dieron todo, se vaciaron. Eso siempre nos ha hecho sentirnos orgullosos de ser del Athletic, esforzarse la máximo, luego ganar o perder depende de mucha cosas. Un pero, creo que jugar en San Mames con tanto ambiente le peso un poco, pero como decia alguna jugadora , el jugar en san mames con el campo lleno , es inolvidable , independientemente de ganar o perder. Aupa Athletic
Hola Ramón,
Seguro que preferían ganar pero quién sabe si en Lezama hubiesen ganado. Otras veces jugar en San Mamés les ha favorecido por el apoyo del público. Es imposible saber si les perjudicó o no.
Pero había que jugarlo en San mamés porque en Lezama se hubiese formado un follón de aúpa.
Las jugadoras han comentado, por lo menos Erika en Radio Popular, que no se arrepienten de jugarlo en San Mamés.
Precios artículo, Itziar!.
Yo estoy como tú: todavía siento la desolación.
Estuve hablando con una de las jugadoras días antes y me confesó que cuando entrenaron en SM el miércoles ya se sintió sobrecogida, ¡con las gradas vacías!, así que no me extraña que alguna no diera pié con bolo en «la final» (llamémosle asi).
Por supuesto que fue un acierto jugar en SM!. Eso sí, quizá debieron preparar al equipo psicológicamente para que no les pesara tanto el escenario.
AURRERA NESKAK!
Kaixo Nowanda:
Y Gracias.
Una amiga (a la que no le gusta el fútbol nada) que vio el partido conmigo me llamó ayer a preguntarme si se me había pasado el disgusto… Buff… Es que es acordarme de las jugadoras y me da el bajón.
Yo supongo que también lo prepararon psicológicamente, pero… es que hay que ser , no sé, «insensible»…, para que no te afecte a esos niveles el jugar en San Mamés si no lo has hecho antes. Si yo que no soy jugadora y cuando salieron al campo y escuché el himno, se me pusieron los pelos como escarpias… ¿que les pasaría a ellas? Trabajado estaría pero… ES muy complicado.
Y por supuesto… AURRERA NESKAK!