Las leonas subcampeonas de Copa

El título del comentario lo he puesto apropósito porque su manera de luchar en la final dejó muy alto el pabellón del Athletic. Sé que es poco consuelo, que otra vez han quedado subcampeonas. Que de nuevo se han quedado con la miel en los labios pero… Estoy muy orgullosa de ellas y a pesar del mazazo recibido quiero que tengan la cabeza bien alta por lo logrado.

Si seguís como una piña lo vais acabar consiguiendo (Foto: Athletic Club)
Si seguís como una piña lo vais acabar consiguiendo (Foto: Athletic Club)

El Barcelona estos últimos años está un puntito por encima de ellas, repitiendo un comentario de aficionados que siguen al equipo femenino de manera continuada. A pesar de ello, nuestras jugadoras han puesto toda la carne en el asador y han conseguido tener a las catalanas contra las cuerdas toda la segunda parte. Pena que alguna de las ocasiones que tuvieron no se pudieron materializar. En la prórroga se adelantaron las del Barça lo que podía haber supuesto el golpe definitivo pero… No. Las neskas tuvieron seguido otra oportunidad y a continuación metieron el gol del empate. A partir de ahí más dominio del Athletic pero sin oportunidades.

De ahí a la lotería de los penaltis. Y lo que son las cosas, seguramente la mejor jugadora del partido del Athletic, Irene Paredes fue la que falló. Era desconsolador verla llorar al final del partido. Buf. Pobre. Ahí fueron a saludarla todas las jugadoras de equipo campeón y por supuesto sus compañeras. La frase de siempre es la que voy a repetir. La que falla el penalti es la que se arriesga a tirarlo. Además, en este caso, por lo que me han comentado, una de las que iba a tirar el penalti era Iraia pero como se lesionó en la prórroga (¡qué mala suerte!), la sustituta para tirar uno de ellos fue… precisamente Irene, porque se vio bien y con confianza. Ánimo Irene y piensa que igual tu equipo llegó hasta los penaltis por el buen partido, buenísimo partido que jugaste tú. Ánimo y a por la siguiente.

También ánimo a Leire Landa que se lesionó en el primer tiempo y a ver si hay suerte y es menos de lo que parece. Y ánimo a todas, porque seguro que el próximo año vais a seguir ahí, y el que la sigue la consigue. Además vais a seguir teniendo detrás a la afición que a pesar de la kilometrada y de todas «las facilidades» puestas por la Federación (partido en Ceuta, casi sin posibilidades de alojarse, en campo de hierba artificial), siempre van a estar ahí con vosotras (incluso se veía una bandera del Athletic con la ikurriña en un balcón ceutí).

¡Aúpa Neskak! ¡Aúpa Athletic! ¡Y a seguir luchando el año que viene para conseguir el premio que tanto os merecéis!

A pesar de todo… enhorabuena al Athletic femenino

Quizá la palabra adecuada no sea enhorabuena, pero sí tengo claro que les quiero felicitar de alguna forma. Felicitar no por el resultado final sino por toda la temporada que han hecho. No se merecían este «broche» de ninguna de las maneras, pero parece evidente que éste no es el año del Athletic, por lo menos en lo que respecta a las finales.

Gradas a rebosar

Las chicas se han pasado toda la Liga en primera posición, lo que lo hace más cruel todavía. Hasta ayer sólo habían perdido un partido y ni siquiera había sido contra el Barcelona. Estaba todo preparado y parecía propicio. Con un empate bastaba. San Mamés, el de las grandes ocasiones, estaba precioso. Sol y todas las gradas completamente rojiblancas. Animando al equipo sin desfallecer ni un solo momento a pesar del resultado. Familias enteras, padres, hijos, abuelos. Sentimiento a raudales. Ganas de triunfo enormes. El himno cantado más que nunca por gargantas jovencísimas… La carne de gallina. Todo preparado para el triunfo. Pero… no ha querido la fortuna que haya sido así y San Mamés se quedó sin el tan anhelado premio. Hubiese sido una despedida perfecta…

El mal cuerpo con el que salí del campo todavía no se me ha quitado, así que no me quiero ni imaginar cómo estarán las jugadoras. Eso sí, deben saber, lo contrario es imposible, que todos los que ayer estaban en San Mamés, e incluso los que no estaban siguen con ellas, y seguirán con ellas. En los triunfos y en las derrotas. Aquí está quizá la grandeza del Athletic. Ayer se volvió a demostrar. 28.000 personas se juntaron para ver un partido de fútbol femenino. Impensable en cualquier otro lugar. Impensable incluso para equipos de primera masculinos congregar esa cantidad de público sea en situaciones buenas o en malas. Pero nosotros sí. Y cuando acabó el partido allí estábamos sintiendo el dolor que se palpaba en el campo. En grada y en jugadoras. Cada uno a su manera. Las jugadoras unas echadas llorando solas. Otras abrazadas, también llorando. Otras saludando a las campeonas, o más bien era al revés, las campeonas que iban a consolar a las derrotadas.

Ánimo Tzibi

Y entre todas Tzibi, destrozada, pero dando una vuelta al campo ella sola, única y exclusivamente para aplaudir al público, supongo que agradecida por el nuevo espectáculo que había dado de apoyo incondicional.  La verdad es que se me rompió el alma viéndola así. Cada vez que me acuerdo se me humedecen los ojos. Y por supuesto, todo el mundo aplaudiéndolas: a ella, a Tzibi, a Arrate, que se le unió en la vuelta de «honor»,  y a todas las demás. Aplaudiéndolas ¿Por qué, si no ganaron? Porque se dejaron el alma y algo más, y porque son Athletic.

Iraia dijo a la prensa más tarde que no cambia este vestuario ni este equipo ni esta afición por nada del mundo.

Pues que sepáis que nosotros tampoco os cambiamos a vosotras, ni al equipo, ni al Athletic por nada del mundo. Y seguiremos igual de orgullosos tanto en vuestras derrotas como en vuestras victorias.

Unidas a levantarse otra vez

Un abrazo a todas y todos los que formáis este equipo eta segi aurrera.