(Permitidme que del paréntesis del Valencia no hable)
Sí ya sé que sólo hemos pasado a cuartos de la Europa League, ya sé que falta un mundo para llegar a la final y que en medio hay que eliminar al Schalke 04 y al Sporting de Lisboa o a los ucranianos, sí ya lo sé, pero a pesar de eso creo que lo que hemos hecho va a pasar a la historia, no sólo a la de nuestros corazones, sino también a la del Athletic de la mejor gloria. Si la semana pasada hablaba del baño que se le había dado al Manchester United nada menos que en su casa, ese baño, similar o mayor se le ha dado aquí en San Mamés. Por 180 minutos hemos sido la admiración de todo aficionado al fútbol que se precie, todos se han tenido que haber visto obligados a rendirse al juego del equipo. Comentaristas españoles no han dejado de elogiar al equipo ni un segundo. Igual con los ingleses, que no han podido más que reconocer la superioridad de los bilbainos, ante su equipo. En Argentina, en Francia, en Chile, se habla ya del Athletic como el favorito para ganar esta competición. ¡Ojalá se convierta en realidad! Pero paso a paso… que me pongo nerviosa.
Entre todo esto tengoque destacar a la afición, como así lo han hecho en todos los medios, y eso que muchos no saben a ciencia cierta lo que ha sido Bilbao en ambos partidos, pero sobre todo este jueves. ¡Qué locura! Ya te gustaría pillar esta afición Mou, ¿eh? ¡Pues lo tienes clarinete!
Yo estuve en el autobús que sacó el colectivo Athletic Eup con la colaboración de la cafetería Aroaldi, y el Huevo Berria, y al pasear por las calles de Bilbao la gente ya desde primera hora se volvía loca, pitando desde los coches, saliendo a las ventanas a cantar con nosotros, o a aplaudir. Los niños y las personas mayores te miraban con una sonrisa en los labios pero también en los ojos. Se veía la alegría y las ganas de conseguir algo grande en todas las personas. La Gran Vía, Pozas, Doctor Areilza, Maria Díaz de Haro, y más y más eran hervideros de gente esperando y empujando para conseguir un nuevo triunfo de nuestros chicos.
Y qué decir de San Mamés. El ambiente fue como el de la semifinal contra el Sevilla o quizá, mejor.
Y por último que no menos importantes el juego de nuestro Athletic que fue otra vez de ensueño. ¡Qué manera de jugar!, ¡qué manera de combinar!, ¡qué jugadas!, ¡qué manera de controlar el juego!, sin especular con el resultado, como ya sabíamos que no iba a permitir Bielsa, a por el partido desde el minuto cero, sin confianzas, con convicción, y sin compasión. El Manchester se tuvo que rendir a la evidencia, era muy difícil levantar el resultado y a pesar de intentarlo, a pesar de que Ferguson vino a por el partido. Pero… no esperaban que el juego se repitiese. ¿quizá lo de Manchester había sido una casualidad?. ¡Qué va! Era una realidad, y a ella se han rendido con deportividad. Ferguson y De Gea entre otros ya han dicho que podemos y merecemos ganar el campeonato (en el caso del portero me sorprende porque también está su ex equipo de por medio, el Atlético de Madrid), Gibs ha donado su camiseta al museo del Club, Rooney se iría “contento” aunque sólo fuese por que el público aplaudió su gol (la prensa y la afición inglesa ha alucinado con el detalle, así como con que se aplaudiese a Gibs al ser sustituido. ¡Cómo no le íbamos a aplaudir!)
Con la afición inglesa en Bilbao, ni medio problema. Igual que allí se quedaron alucinados con el ambiente, con el equipo, con el juego, con los ánimos, con el público y con todo. Ya se llevaron sus buenos aplausos de San Mamés, así como los aficionados que fuimos a Old Trafford, nos vimos obsequiados por los aplausos de los ingleses al acabar el partido. Una fiesta, vamos, en el amplio sentido de la palabra.
Por todo ello y por más, hoy (como siempre), a pesar de perder contra el Valencia, estoy orgullosísima de pertenecer a este equipo y a esta afición.
¡AÚPA ATHLETIC!