Siempre decimos que estos partidos de Copa pueden ser una trampa y hasta el minuto 35, así lo parecía, porque el Eldense no estaba poniendo nada fácil las cosas.
La presión del equipo alicantino era muy fuerte y los rojiblancos no tenían el balón. Había más control de ellos y cuando conseguíamos llegar arriba, como en partidos anteriores, se volvía a estar muy impreciso en esos metros finales. La intensidad del juego era alta y la mejor oportunidad del primer tiempo, fue para ellos, gracias a un error tanto de Yeray, que despejó hacia atrás, como de Vivian, que no fue contundente, y el rival se llevó el balón, propiciándose un uno contra uno que no acabó en mayores por la impericia del delantero. Curiosamente, pocos minutos después, el de siempre, el jugador que no me canso de decir, nunca hace prisioneros, y le da lo mismo jugar contra el Iturri que contra el Bayern, que él, sin dudarlo, pone la misma intensidad, Raúl García, se inventó una jugada en la banda, sacando un pase extraordinario que no fue de primeras gol porque el remate de Berenguer fue al centro. Eso sí, el rechace del portero lo enganchó Nico que centró a la red. Al de poco, esta vez sí, Álex pilló el rechace de una falta tirando también a colocar. Así 0 a 2 para el minuto 40. El mazazo ellos lo acusaron. Se llegó con este resultado al segundo tiempo.
Y la reanudación fue como el pistoletazo de salida. El Athletic ya tuvo el dominio del juego y ya con el partido de cara emergió la figura de Muniain, que tuvo balón y pudo filtrar un buen montón de pases para seguir haciendo buen juego y combinaciones. Pero ya con el trabajo hecho, porque en el primer tiempo Iker no estuvo igual, estuvo poco fino (como todos), y perdió un par de balones de los que te la lían y bien. Uno de ellos hay que agradecerle al árbitro porque cuando el jugador del Eldense se iba casi solo, pitó una falta, desde mi punto de vista inexistente y podía haber sido una ocasión de gol para ellos. Pero en el segundo tiempo el capitán ya pudo disfrutar, e hizo jugar a todos los demás. Por supuesto, no él solo, también Berenguer estuvo muy bien y agún otro. Y así, otra lucha de Raúl García hizo llegar el balón a Iker que se metió hasta la cocina, con mucha calidad, y le regaló el tercer gol a Zárraga.
La falta de acierto de otros partidos, desapareció y casi todo lo que llegaba arriba se convirtió en gol. Hasta llegar a 6. Otro de Berenguer, uno en propia puerta y el último de Iker, para redondear su actuación, gracias a una pared con Guruzeta que le regaló un buen balón.
Toda esta tranquilidad en el segundo tiempo se tradujo en que Valverde pudo dar minutos a Paredes, Balenziaga, e incluso a Villalibre. Así como dar el partido entero a Muni y a Raúl, que también estaba pensado ya que comentó, que en el caso del capitán, era importante que acabase el partido, de cara a que tenga más minutos, porque está jugando menos que el resto. Su protagonismo ha bajado esta temporada pero es importante que esté enchufado y este buen partido le va a venir fenomenal. Yo tampoco le pondría de titular en Liga, pero saliendo del banquillo puede ser útil o muy útil. Ahora solo falta esperar, que si éste es su nuevo rol, que el jugador lo lleve bien. Seguro que sí.
Por poner un pero al partido, pena haber recibido un gol, tras un barullo en el área. Julen Agirrezabala, que estaba en la portería, no pudo hacer nada, y hay que decir que estuvo muy seguro todo el encuentro. ¡Vaya tranquilidad que da tener estos dos muy buenos porteros!
Y ahora, a jugar en Liga contra el Osasuna. Un equipo el navarro que está haciendo una muy buena temporada, incluso se habla de equipo revelación, y está a sólo dos puntos del Athletic, por lo tanto sería fundamental vencerle para alejarles más en la clasificación. Por tanto… ¡a por el Osasuna! Y…
¡Aúpa Athletic!