Como si fuese algo normal, este año de nuevo tenemos final de Copa.
Tren especial a Madrid en la final del 84
El milagro del Athletic es algo que se sigue acumulando en el tiempo, y sus gestas quedan ahí inscritas en la memoria de todos, aunque en el caso de la Copa, en los últimos años, nos ha faltado poner la guinda. El que el equipo haya llegado a seis finales en 15 años, me parece una pasada. Sí, ya sé que no hemos ganado ninguna, pero a ver qué equipo puede decir lo mismo, y sobre todo teniendo en cuenta nuestra forma de competir. ¡Cómo no voy a ser del Athletic! Es imposible no serlo. Y eso que llevamos sin ganar Copas 40 años, pero en mi caso me da igual. El sentimiento es algo que tengo tan interiorizado que no puedo sacarlo de dentro. El otro día le oí a la noche en la tertulia de Hincha Bilbaíno a Simone, un italiano que es del Athletic decir, que a él si el Athletic no gana el sábado, pues le dará mucha pena, pero su sentimiento va a seguir siendo igual, pero que sí cree que el Athletic necesita ganar para él poder seguir «convirtiendo» al resto de italianos para la causa rojiblanca. Creo que tiene razón, los del Athletic es imposible que dejemos de serlo, pero un título como éste, conseguido otra vez, la número 25, sería una inyección muy importante para las nuevas generaciones, esas que se unen o funcionan bastante con las victorias. A esas generaciones que necesitan tener sus propios recuerdos de triunfos, de celebraciones especiales (no la voy a nombrar), de batallitas sobre éste o aquel partido que se ganó o que se vio junto a no se quién. Para ellos sería un puntazo lograrlo. Por supuesto que para mí también, jejeje. Pero yo ya lo he visto. Este Athletic es único y es lo más para nosotros, seamos de donde seamos. Ya se sabe que el bilbaíno nace donde quiere. Y una prueba de ello fue la tertulia de ayer, ya comentada de Hincha Bilbaino, en la que se juntaron un inglés, Matt, un uruguayo, Marcelo un italiano, Simone, y un venezolano, Daniel, que quizá sean más de mi equipo que yo misma, que ya es decir. Esto es una gozada y me enorgullece que así sea. Ellos sí que tienen mérito y no los que somos de aquí. Una maravilla. Os pongo el enlace de dicha tertulia.
Final contra el Betis en 1977
Mi primera final in situ fue en Madrid, contra el Betis. Aquí arriba me veis con mis tíos, prima y unos amigos. Faltan los que no están en la foto que eran otro buen montón. Otro tío, más primos, más amigos. Tenía 13 años y la experiencia que viví allí fue imposible de olvidar. El día de confraternización con los béticos fue precioso, y lo único que falló fue el resultado, como tantas otras veces. Aún así, viviendo eso ya no hay conversión posible. Athletic, Athletic y nada más.
En la segunda que estuve, ganamos. Fue contra el Barcelona de Maradona y Schuster. Una gesta que también es imborrable. A esa fui en tren, con 3 de mis hermanos y otro montón de amigos. En la foto de arriba estamos mi amiga, Carmen, mi hermano, Edu y yo, sacando el cuerpo por la ventanilla del tren, despidiéndonos de los que habían venido a la Estación del Norte a decirnos adiós. Más de 10 horas de viaje para llegar a primera hora de la mañana del día del partido, y para volver con la Copa de madrugada, tras el mismo. Un palizón, que con la Copa fue menos, o casi nada. Menos mal que esa vez le vi ganar porque con tanta derrota podía pensar que la gafe era yo. Podía seguir con las finales, que hay más, pero prefiero pasar al origen, es decir, a comentaros que si soy del Athletic, uno de los motivos se puede ver en esta otra foto, que os pongo aquí abajo.
De procesión a una final
Perdonad la baja calidad de la imagen pero los años es lo que tienen… No sé ni qué final es, ni de qué año, pero ahí podéis ver un coche tuneado, al estilo de aquella época, en el que fueron también a Madrid, mi padre, mi abuelo y mi tío, que son 3 de los que podemos ver ahí, que con otro montón de amigos se plantaron en Madrid. Es decir, ya desde mi abuelo se estaba inculcado el amor a lo zurigorri, llevando a las finales a sus hijos. Algo que pasa de generación en generación, como es mi caso y el de la mayoría de athleticzales. Imposible no sucumbir a ello.
Y este año, a Sevilla, otra vez con mi familia, y digo otra vez porque también fuimos los 4 a la de Barcelona. Fue la primera final de mis hijos, con 13 y 12 años (igual que yo en mi primera final), por lo que esta vez, ellos eran los querían ir de todas formas, con entrada o sin ella. Hemos tenido suerte y entraremos los 4. Estoy deseando que llegue el sábado a las 22:00 horas para ver el partido en familia, porque eso es precisamente lo que es el Athletic, FAMILIA. Y que mejor cosa que verlo con ella. Con mis hijos, con todos los athleticzales y con todos los que nos faltan (¡aúpa vosotros, abuelo, aita, Edu, María, Ángel, Alberto, Itziar,… y tantos otros, apoyad también desde donde esteis). Ya encima si ganamos sería la leche. Pero hay que jugarla y que nuestros chicos pongan toda la carne en el asador para lograrlo. Lo van a hacer, así que esperemos y confiemos. Lo mejor está por venir.
¡Aúpa Athletic!