Sin brillantez el Athletic elimina al Alcoyano

Ya avisó Marcelino, en la previa de la eliminatoria, que lo importante era pasar a la siguiente ronda de la Copa, dando igual cómo se jugase.

Delantero centro puro (Foto: Athletic Club)

Dicho y hecho, sin grandes alardes el equipo consiguió clasificarse, que era lo que queríamos. El Alcoyano también jugaba y ya, anteriormente, había eliminado a dos primeras, al Huesca y, a nada más y nada menos, que al Real Madrid. Así que la tarea no era fácil. Y así lo demostraron sus jugadores porque en el minuto uno tiraron una al palo. Nuestro entrenador introdujo 9 cambios en la alineación, y aunque en algunos momentos sí consiguió dominar a los alicantinos, en gran parte del primer tiempo no fue así. Cayeron en el juego que favorecía a los locales, no se consiguió entrar por bandas, y el Estaba cómodo. Y si a eso le unes una falta directa sacada perfecta, desde el borde del área, que desvía un poco la barrera, despistando a Ezkieta,… poniéndote en desventaja en el marcador,… entonces… se demuestra que Marcelino «ya había visto el partido antes». Es broma, pero era lo que podía pasar, porque ya nos pasó contra el Ibiza. Me gustó que Marcelino defendiese en la rueda de prensa posterior al partido a los jugadores del primer tiempo, y sobre todo a los sustituidos, Morcillo y Sancet. La labor de ellos fue desgastar a los rivales, y por supuesto, son válidos para jugar de titulares. Muy bien, Marcelino.

El segundo tiempo, ya fue otra cosa, gracias a la entrada de Iker y Raúl, ambos, almas de este equipo. Raúl se mata a trabajar y arrastra a todo el mundo. Además ambos ayudaron a Vesga y Unai López, en la salida de balón, y así, consiguieron una pequeña superioridad en el centro del campo, dominado todo el segundo tiempo. Fue fundamental. Mejoraron también a sus compañeros. De hecho, Lekue que quizá flojeó un poco en la primera mitad, combinando con Raúl, sacó un centro preciso y precioso, con la zurda, que Asier, con un salto portentoso remató de cabeza a gol. Nuestro delantero centro. Y no lo digo por decir, ya me entendéis. Mirad la foto que he puesto en el comentario, porque merece la pena. ¡Vaya salto!

¡Qué maravilla!

Empate y a seguir trabajando. Y el que más, Muniain, que no paró y que no hacía más que recibir faltas, una tras otra, porque era la única forma que tenían de pararle. Iker está, seguramente, en su mejor nivel. En una de esas faltas, con Iñaki ya en el campo, Iker hizo su sexta asistencia en 4 partidos. Un escándalo. Y en este caso, falló el héroe ante el Real Madrid, el portero José Juan, saliendo defectuosamente, y Williams, aprovechó y de cabeza también, nos dio la victoria. Luego, el cancerbero, para resarcirse del error, hizo una parada impresionante, a otro remate de cabeza de Williams. Hubo alguna llegada más pero así acabó el partido. Resultado justo, pero apretado, tras partido, repito, complicado, pero… solventado, que era lo importante, y a por el siguiente.

De todas formas, sí quiero comentar, que casi nos está pareciendo normal que el Athletic lo gane todo. Y no, no es normal. Llevamos cinco victorias consecutivas, cuatro de ellas fuera de casa, y también, cuatro de ellas remontando un resultado adverso. Ahora lo pensamos y nos parece que es sencillo. Cuando de normal y sencillo no tiene absolutamente nada, ya que el año pasado lo de remontar un partido era una auténtica quimera. Y ganar fuera… buf… Los números de nuestro nuevo entrenador son un escándalo. Estamos todos alucinados. Y que siga la fiesta, porque esto no para.

Y el domingo, a jugar contra el Barcelona en su campo. Encima, además de las ganas que nos tendrán, le tendremos delante, o más bien, enfrente, al ínclito Mateu Lahoz. ¡Qué horror! Se me abren las carnes, que diría el enorme Forges. ¿Sabéis que os digo? Que si yo fuera Marcelino, reservaba a los titulares para la Copa, de entre semana, que me parece mucho más importante que el partido de Liga. Porque os recuerdo que los partidos que nos arbitra éste fenómeno, suelen tener consecuencias, a modo de tarjetas,… y más escabechinas, No merece la pena. Que en Barcelona jueguen los suplentes. Y así, darlo todo para intentar pasar a la siguiente eliminatoria de Copa, que sería, nada menos, que otra semifinal. ¡Ah! Y, por supuesto, ganar con los suplentes al Barça. ¡Que gozada sería! ¡A por ellos! Y…

¡Aúpa Athletic!

y al acabar el partido hizo una importante defensa de los mismos, sobre todo en el caso de Morcillo y Sancet.