Lo de este verano y mi capacidad de sorpresa no tiene límite. Ayer si alguien al leer la noticia del nuevo jugador hipercarísimo del Bayern (Javier Martínez), me dice que pensó que era cierta, le diría: …pero ¡Qué dices! Y resulta… que es cierta, que Javi de madrugada fue a las instalaciones de Lezama, y entró, no se sabe si saltando vallas o no, para recoger sus objetos personales… ¿?
Increíble. LLevo más de una semana sin escribir en este blog, pero es que cada día que pasa, hay algún nuevo desastre y ya el anterior se queda obsoleto. La semana pasada fue lo del circo y que el Club no fuese a la hora convenida de la función de tarde, y que a la siguiente función no fueran los jugadores que tenían que ir: ¿quién es el artista que se encarga de esas cosas? ¿Se puede solucionar peor? Y, claro, como no nos enteramos de quién es la culpa, cada uno parece sacudir al que más le conviene según sus preferencias… ¿quizá la culpa también era de Llorente? Sin saber cómo fue, yo también me hago mi película particular, para sacar algo positivo, pero sólo lo puedo ver en Ibai Gómez, que me lo imagino corriendo por Santutxu para llegar a la función porque le avisaron sin tiempo (digo yo que sería así, por lo que gracias, Ibai)
La anterior «fiesta» la tuvimos con los del Frente Atlético en Lezama… ah… que no… que no eran del Frente Atlético… que eran aficionados del Athletic… Glubs… ¡qué bien! Bueno, pues esos que fueron a montarla en Lezama como si fuese el campo de entrenamiento del Atlético de Madrid. Faltaba el trajeado con el pasamontañas. Otro ridículo que alimentó los telediarios locales y nacionales. ¡Genial!
Y, como fin de fiesta (porque espero que así sea, ya que no estoy para soportar más bochornos), lo del fin de semana Javi entrando de madrugada a por sus pertenencias ¿?¿?¿? ¿En Alemania hay cambio de hora? ¿No podía haber ido de día? ¿Era necesario pasar sin avisar? ¿No podía haber enviado a alguien a por todo? Y si decide ir él, ¿no podía haber utilizado el paraguas tan chulo que utilizó para el reconocimiento médico?… Éstas y muchas más son las preguntas que se me ocurren… y todas ellas me llevan a una conclusión: ¡Tenía que estar borracho para hacer semejante mamarrachada!
Y ahora, a divulgar la información a los cuatro vientos y que los alemanes la digieran como puedan, total,… el jugador es suyo y sólo han pagado 40 millones de euros… (Eso sí,… espero que fuese sólo y no le acompañase ningún amigo… porque… ¡Qué cruz!)