Mazazo en el descuento al Athletic

2 a 1 perdimos en el último segundo de los 3 minutos de prolongación, decretados por el árbitro.

Yeray determinante (Foto: EP)

La derrota en Roma dolió muchísimo, sobre todo por la forma. Diría que no se puede permitir, que todo el trabajo de un partido se pierda de semejante manera, y quizá duele más por la sensación de la falta de oficio de los nuestros, que no son capaces de lograr, que en esos últimos minutos no se juegue nada. La falta de alguien que con espolones sea capaz de retener el balón y conseguir fueras de banda o faltas. Bueno, esto último con este árbitro que tocó, hubiese sido imposible, porque madre mía, ¡qué jeta!, ¡qué casero!, ¡qué descaro! Luego vuelvo al trencilla. Una pena que te ganen así. Sobre todo, no mereciéndolo. El resultado más justo hubiese sido un empate. Así que, se nos quedó a todos cara de tontos y de preocupación. Y como muy bien dijo Óscar de Marcos tras el partido, que si queríamos una final en San Mamés, ya la tenemos, aunque con adelanto. La final es el próximo jueves, donde tendremos en frente a un equipo muy correoso, al que no le importa dar cera, y al que ayer se lo permitió hacer un colegiado, que tuvo dos varas muy distintas de medir y que mediatizó el partido de cabo a rabo, con el tema de las tarjetas. Los pisotones romanos varios no fueron ni falta, mientras que los nuestros eran tarjetas. Nos cargamos en el primer tiempo con 3, mientras que ellos hasta el minuto 71 no recibieron la primera y única, para Shomurodov. Un pisotón a Jaure, al que incluso le arrancaron la bota, sin tarjeta, para seguido, recibir el mismo Mikel, la suya, por un pisotón la mitad de claro que el anterior. A Maroan le abrasaron a agarrones y fueron pitados todos como falta contra el Athletic, y un agarrón que hizo él fue amonestado con tarjeta. La de Yeray en el primer tiempo fue clarísima, pero la del segundo, que supuso la expulsión, era evidente que se la iba a sacar, por lo fácil que nos las sacaba a nosotros, así que podemos decir, que Yeray pecó un poco de pardillo. Minuto 81 y uno menos. Por cierto, Shomurodov también podía haber recibido la segunda amarilla, pero, claro, jugaba en La Roma, ¿verdad, señor colegiado?

El equipo mereció más. Quizá el único momento que sufrió mas de la cuenta, fue curiosamente cuando nos adelantamos en el marcador, que no sé qué les pasó, pero tomaron el dominio del encuentro los de Ranieri. Hasta que lograron el gol del empate y entonces volvieron a recuperar el control del partido los rojiblancos. Evidentemente, la expulsión hizo mucho daño. Normal, porque los italianos tenían que dar el arreón definitivo y lo dieron.

Tengo que destacar a Unai Gómez, que por segundo partido consecutivo salió como titular. Fue, como siempre muy trabajador, con y sin balón, pero además participó bastante en la creación del juego. Le puso un balón a Nico que no pudo controlar, le dejó pasar también otro balón, muy peligroso, otra vez a Nico, pero… al pequeño de los Williams, está temporada le está costando un mundo ser determinante. Siempre tiene a dos o tres jugadores encima y por mucho que lo intenta no lo logra. A ver, porque le seguimos esperando. Unai también tuvo varios remates, aunque no fueron a puerta, uno de enorme garra, de cabeza que salió desviado. Y puso los corners de lujo, convirtiéndose uno de ellos en el gol de Iñaki, tras prolongación de Paredes (que salió para sustituir a Vivian lesionado). Buen partido el suyo, el de Unai. Lo cual también le vendrá bien a nivel personal, ya que al salir en el puesto de Sancet, parece que muchos quieren que sea un calco de Oihan y es imposible, con él y con cualquier otro jugador. Aquí cada uno tiene sus cualidades y aporta lo suyo. Las comparaciones, además de ser odiosas, no suelen servir para nada. Pero a Unai seguro que le da mucha confianza este partido.

La defensa quizá estuvo un poco al garete. Yuri está temporada está sufriendo un montón. Se le van con relativa facilidad. Vivian, tras un fallo en una jugada que le pillaron la espalda, se tuvo que retirar lesionado. Yeray además de las tarjetas cometió otro error que no fue gol de milagro. Y para los que digan que Ernesto debería haber quitado a Yeray por la tarjeta que tenía, les recuerdo que el que le tenía que suplir era Núñez, que lleva bastante tiempo sin jugar. Así que, igual muchos nos hubiésemos arriesgado hasta el final con el 5. Y para el partido de vuelta, salvo recuperación milagrosa de Vivian, vamos a tener que jugar con Paredes y Núñez. A ver si nos dan un alegrón y lo bordan.

Por último, destacar a Maroan, que se tuvo que partir la cara con los férreos italianos, sobre todo con Mancini, pero no se amilanó, y se movió muy bien por toda la delantera. Combina bien con los compañeros y es una pesadilla para los defensas. Se desmarcó muy bien en el área e Iñaki lo vio, al finalizar el primer tiempo, poniéndole un pase atrás que no fue gol porque el remate le cogió demasiada rosca. Una pena. Del Barakaldo, y jugar en Lezama, contra el Bilbao Athletic, a jugar la Europa League, contra la Roma. Y no le afecta, parece que lleva toda la vida ahí. Que siga así.

Y ahora el domingo en Liga contra el Mallorca, que casi molesta un poco, ahí en medio, pero que hay que ir a tope porque el Villarreal, no da tregua y no podemos relajarnos. Pero, claro, inevitable, teniendo la vista puesta en la final del jueves. Eso sí, de momento,… ¡A por el Mallorca! Y…

¡Aúpa Athletic!