Oportunidad perdida. Teníamos muchas esperanzas que esta reforma de Estatutos que el Club ha acometido por medio de la Comisión, y que mañana se va a votar en la Asamblea Extraordinaria del Athletic, fuese para conseguir unos estatutos acordes al siglo XXI en el que nos encontramos pero… todo se ha quedado en agua de borrajas. El conjunto no me gusta y me parece, repito, una oportunidad perdida enorme. Hablaban de estatutos modernos, de estatutos participativos,… pero… nada más lejos de la realidad, como se demuestra con mis siguientes comentarios.
No me parece comprensible que la buena intención de utilizar más la telemática para el buen funcionamiento del Club, no la plasmen en cosas concretas, que aumentarían la participación del socio en el funcionamiento de su Club. Sólo aparece cuando se establece que el socio podrá utilizar la web del Club (con código de socio y número Pin) para avalar a los compromisarios que quieran serlo, pero no para avalar a la candidatura que se quiera presentar a Presidente y Junta Directiva del Club. Incomprensible. Para los compromisarios sí, pero para avalar la candidatura a Presidente y Junta Directiva no. Pretenden que 1.300 personas (más o menos) vayan a Ibaigane en 7 días naturales, a apoyar una candidatura a Presidente y a Junta Directiva. Conclusión: ya sabemos todos quiénes van a conseguir, a toque de corneta, que se avale a una candidatura de semejante forma. ¿Por qué nos impiden avalarlo, a los socios de a pie, por medio de la Web del Club o de emails?
Los estatutos permiten que los socios introduzcan algún punto a tratar en el orden del día de la Asamblea con el apoyo de un tanto por ciento determinado de socios o de compromisarios, así como convocar Asambleas, o mociones de censura, pero ¿Por qué no permiten que se utilicen los sistemas telemáticos para que el socio exprese su voluntad, para adherirse a dichas propuestas? Sin utilizar la web, o los emails conseguir los apoyos necesarios es de nuevo imposible. De nuevo la posibilidad se queda sólo al alcance de grupos organizados, muy muy organizados. Y no al alcance de todos los socios, como debería de ser.
Los estatutos vuelven a incluir la posibilidad de que el socio solicite información al Club sobre asuntos del Orden del Día de la Asamblea (a contestar en la misma), si esta información no daña los intereses del Club. Este punto, repito, ya estaba, y doy fe, porque lo he intentado, que es papel mojado, ya que cuando se ha solicitado información no se ha dado. La anterior Junta no contestaba a nada, la Junta actual contesta algo más, pero siempre quedan preguntas que olvidan u omiten, como por ejemplo el número de bajas y de altas anuales de socios (información que desde luego no es perjudicial, y que no la han dado cuando se les ha solicitado). Sobre esto se les ha hecho la propuesta, de introducir en los estatutos el que si no contestan a las preguntas, por lo menos, que exista la obligatoriedad de decir el motivo de no contestar. No lo han hecho. ¿Por qué?
¿Por qué no se ha regulado la obligación de que los Puntos del Orden del Día que hacen referencias a competencias de la Asamblea, se voten separadamente, impidiendo por ejemplo, que se sigan votando las Cuentas y La Gestión conjuntamente? De hecho el aprobar la Gestión de la Junta Directiva y las Cuentas son unas de las competencias de la Asamblea pero… si se trata así, de nuevo son unas competencias no reales, ya que no se pueden votar separadamente. Por no comentar que el contador, actualmente Alberto Uribe-Etxevarría, todas las Asambleas ha incumplido los Estatutos al tratar el tema de las Cuentas y los Presupuestos del año siguiente de manera conjunta, cuando los estatutos actuales y la propuestas especifican que hay que tratarlo de modo separado. ¿Reformamos los estatutos y seguimos poniendo algo que sabemos seguro que vamos a incumplir? No tiene ningún sentido.
Por todo esto y por mucho más (un voto por correo complicadísimo, el limitar el mandato de los Presidentes y las Juntas Directivas, el no introducir la Asamblea Universal, o el limitar el número de compromisarios,… ) no puedo dar por buena esta reforma de Estatutos. Por ello, como compromisaria que soy, voy a votar que NO.
Eso sí, me gustaría agradecer a la Comisión redactora de los Estatutos su enorme trabajo, su esfuerzo gratuito y desinteresado por su Club, nuestro Club, con el desgaste que ello conlleva. Por eso mismo, en el supuesto de que saliese el NO, me permito solicitarles que, por favor, siguiesen alargando su esfuerzo, porque con la base de lo hecho, y con una mayor participación de los socios y compromisarios (que a la postre van a ser los que den su SÍ o su NO a la propuesta) se puede llegar a un consenso, y a unos Estatutos del siglo XXI.