En primer lugar debo decir Feliz Año Nuevo a todos los que me leen, porque hasta ahora no lo había dicho, y aunque estamos ya a 7 de enero, nunca es tarde.
Pena que el Athletic no ha podido empezar el año con una victoria o incluso un empate que hubieses sabido fenomenal por como nos hubiésemos puesto en la clasificación pero… lo que son las cosas, el equipo en uno de esos partidos que se juegan bastante bien resulta que pierde así de «fácil» con los vecinos, permitiéndoles acercarse en la clasificación. Curiosamente, en uno de los partidos en los que el equipo ha dominado, ha tenido la pelota y ha llevado el control del juego, no hemos sido capaces de concretar ese dominio en algo positivo. En algunos partidos que hemos ganado hemos jugado mucho menos pero… El problema es que, como escuché ayer a alguno, donde hay que jugar bien es donde se resuelven los partidos y ahí el Athletic no dio una a derechas. Es algo que ya llevamos comentando un tiempo, los rojiblancos están jugando bien hasta que llegan al último cuarto de campo donde no sé exactamente qué es lo que ocurre… Se les funden los plomos, se cortocircuitan, se les ennegrece el pensamiento y toman siempre la peor de las decisiones, haciendo que el último pase sea un auténtico despropósito.
Viendo el partido unos amigos comentaban que Aduriz estaba fatal, yo lo discutía argumentando que aunque sí que le veo falto de chispa, es muy difícil que el delantero haga algo cuando casi no le llegan balones. Muy difícil, por no decir imposible. Tuvo dos, uno puesto por Muniain, uno de los mejores del partido, balón, al que quizá por falta de velocidad llegó muy forzado e hizo un pase atrás bastante malo, y el de Ibai, buenísimo también, que no consiguió enganchar. Pero, nada más en todo el partido que llevarse, en esta caso al pie o a la cabeza. Sí, Aritz no está muy bien pero… tampoco es que sus compañeros ayudasen mucho. Ander Herrera sigue enfrascándose todos los partidos en buscar el pase imposible, y claro, al ser imposible nunca le sale. Perdió balones a tutiplén. Si por mí fuese volvía al banquillo. Susaeta tampoco estuvo fino. ¡Qué manía de sacar los gilicorners esos que lo único que propician es el contraataque del contrario! Ayer hasta en dos ocasiones. Susaeta en corto para Muniain, éste le devuelve y para cuando va a centrar Markel ya tiene al defensa cerca o aunque no éste, Susa se empeña en chutar al muñeco y ala… contraataque para la Real. Desesperante. Además Susaeta tampoco estuvo afortunado en los pases, ni de cerca, ni por la derecha , ni por la izquierda. Tuvo que salir Ibai, demasiado tarde para mi gusto, tardísimo, para conseguir algún pase decente.
Ander Iturraspe y Mikel Rico siguen estando muy bien, no permitiendo a la Real dominar el juego ni siquiera un ratito. Ander imperial en los balones largos por alto que fue una de las pocas armas de la Real. Otra de las armas de la Real fue la calidad que tienen sus hombres de arriba. Carlos Vela sólo era parado en falta y Griezmann metió un golazo. Sus dos remates en el primer gol fueron buenísimos. Eso sí, me gustaría que alguien me explicara por qué el goleador del equipo contrario estaba sólo las dos veces, en ese córner. También los txuri-urdines demostraron una habilidad especial en llevarse el balón con la mano sin que se notara. Hasta 3 hubo en el partido no pitadas. La de Rubén pardo en el segundo gol (lo reconoció el mismo jugador ante la prensa), la de Griezmann en un contraataque y la de Mikel Vergara en su área (quizá la menos pitable de las tres). La Real hizo bien lo necesario. Defender muy bien, ser peligrosos con el balón parado (gracias a Dios no tuvieron muchos) y contraatacar con mucho peligro. Suficiente. Además metió el primer gol en un momento psicológico como es el final del primer tiempo. Lo bueno del Athletic es que a pesar del golpe no se descompuso y siguió haciendo lo mismo que en el primer tiempo pero.,… con las mismas decisiones horribles en el último pase. Una pena.
A ver si el próximo partido jugamos un poco peor pero ganamos (es broma… aunque la verdad es que lo prefiero a jugar bien y palmar).