No es una final de Copa pero sí que es muy importante.
El Athletic se la juega en el Pizjuán. El último partido de liga ha querido ser en uno de los estadios que no es precisamente de los más favorable a los intereses rojiblancos, por no decir que se nos suele dar fatal, pero es lo que hay. El no haber hecho los deberes antes, contra el Getafe, o contra el Alavés… han hecho que los rivales que nos siguen tengan todavía posibilidades de alcanzarnos (están los dos a tres puntos), e incluso de rebasarnos, ya que tanto el Espanyol como la Real Sociedad, con respecto a nosotros tienen el golaverage a favor, y encima, la casualidad ha hecho que se enfrentan entre ellos. Eso sí tenemos la ventaja de que dependemos de nosotros mismos. Si ganamos o empatamos no nos importa lo que hagan los de detrás.
A pesar de ello, miedo me da, no sólo porque en la ecuación también entra el Sevilla, que si nos gana podría ir a Champions, sino porque a veces los míos me hacen desconfiar. No penséis mal. No me refiero a que no quieran ir a la UEFA. No. Estoy segura de que quieren aunque haya 3 previas. De lo que no me fío es de qué partido van a jugar. No sé si van a dar la de cal o la de arena y me da un poco de miedo.
Todos tienen que estar a tope porque el Sevilla de Caparrós no nos lo va a poner nada fácil, aunque últimamente no es que estén muy finos, pero… A ver si Raúl García está tan acertado como el otro día, y bueno como lo ha estado todo el año, y a ver si sus compañeros le acompañan haciendo un partido de gran nivel. Sobre el famoso «biscotto», del que tamto se está hablando esta semana, estoy segura de que no se va a dar. Otra cosa es que se empate, pero sin acuerdos… El Athletic tiene que ir a ganar para clasificarse directamente a la UEFA sin previas… que luego se empata… y hay 3 previas… pues bien venidas sean. La cosa es llegar a Europa, sea como sea.
¡A por el Sevilla! Y…
¡Aúpa Athletic!