Partidazo del Athletic frente a nada menos que el actual campeón de la Champions League. Un equipo que llevaba una media de 4 goles en los partidos anteriores y que no ha sido capaz de perforar nuestra portería ni una sola vez.

Inconmensurable (Foto: Borja Guerrero y Gaizka Portillo)
San Unai Simón, encomendándose a todos los dioses y santos, hizo un encuentro excelso, sacando 4 manos, que madre mía, ¡vaya maravilla! Para empezar en el último minuto del primer tiempo detuvo una que era claramente gol, y que hubiese supuesto un enorme jarro de agua fría para un equipo que había hecho un muy buen primer tiempo, jugándole de tú a tú, repito al actual campeón de la Champions, al que no le dejó sacar el balón en ningún momento con comodidad, ni le dejó practicar su juego combinativo y rápido. La presión alta estaba metiendo en problema a los parisinos, que no pudieron disfrutar. Tuvieron que tocar el balón mucho más, pero en zonas no peligrosas para los rojiblancos. Ni ellos ni nosotros tuvimos acercamientos peligrosos a portería, salvo el del minuto 45 ya comentado, y una falta sacada por Berenguer, que parecía que se envenenaba, y Safonov, despejó.
En el descanso todos felicitándonos por el partido y pensando que, quizás, el equipo no era capaz de mantener el nivel, sobre todo porque tanta intensidad de manera continuada es muy complicado. Luis Enrique hizo dar un paso al frente a sus muchachos, que apretaron un poco más, y comenzaron a dominar el desarrollo del juego y, en pocos minutos, se multiplicaron sus oportunidades, pero de nuevo, nuestro mejor jugador, volvió a demostrar que lo es, y también que es el mejor portero español, por mucho que la «caverna mediática» se empeñe en dar la tabarra con que hay que sustituirlo. Curiosamente, Luis Enrique, sobre Unai en rueda de prensa posterior destacó su partido, y recordó los palos que tuvo que aguantar él, como seleccionador español, porque decidió ponerlo de titular, a pesar de que la prensa le consideraba el tercer portero de la selección. Buen ojo Luis Enrique. Y a modo de broma, dijo que con lo que le debe Unai, que a quien se le ocurre hacer el mejor partido de la temporada justo frente a su equipo, y «que no le vuelve a convocar». Impresionante Unai, sacando los tiros de Mayulu, Zairē-Emery y Fabián. Una maravilla. Lleva 4 partidos sobresalientes, bueno, éste de ayer, de matrícula de honor. Por supuesto, le eligieron el MVP del partido, claro. No hubo duda, porque sostuvo al equipo durante esos 30 minutos, que los franceses dominaron de cabo a rabo el desarrollo del juego, y más. Los últimos 15 minutos, el equipo se pudo sacudir un poco la presión, y se puso atacar más. Hubo algún acercamiento nuestro, aunque no excesivamente peligroso, pero sí lo suficiente para meterles el miedo a ellos y no permitirles seguir achuchando tanto nuestra área. Y en ese momento, la comunión entre el público y el equipo fue extraordinaria. A lo largo de todo el partido también, pero en esos minutos finales, viendo el esfuerzo que estaban haciendo los jugadores los decibelios se multiplicaron de manera exponencial. ¡Vaya ambientazo! El jugador número 12, se dejó el alma gritando y empujando a los suyos. El «A por ellos» a pleno pulmón y con bufandas al viento, fue una maravilla, los pelos como escarpias, y tengo que reconocer, que se me cayó alguna lágrima. ¡Qué emoción! La comunión entre todos fue total y absoluta, y quizá se consiguió, dar un poco de oxigeno a los jugadores, para poder aguantar hasta el minuto 93. Me acordé de un aficionado gallego, Javi, hincha del Atlético de Madrid, que este fin de semana ha asistido por primera vez a La Catedral, y que me dijo que piensa volver, porque salió encantado, que esa unión, ese sentimiento entre grada y equipo no lo había visto en ningún otro campo, y que le maravilló (a pesar de la derrota de su equipo). Ya le dije que vuelva cuando quiera, que le acogeremos muy contentos. Si el ambiente contra el Atlético fue enorme, nada comparado con lo de ayer. Emocionante de verdad. Además sabiendo que te estás enfrentando al campeón de la Champions, que es un equipazo, y el máximo favorito a volver a ganar el título. Y no pudieron hacerlo contra nuestros chicos, que encima están en cuadro por las lesiones. Por tener, no teníamos ni dos centrales titulares. Solo a Vivian, que mejoró mucho con respecto a esta temporada, pero al que quiero verle mejor, porque puede y sabe. A éste le tuvo que acompañar Yuri, que hizo muy buen partido, para no ser su posición. Sólo en una jugada, Barcola le dejó en evidencia, pero es que, ¡que jugador!, dificilísimo pararle. Adama también hizo un partidazo. Todos, en general, porque también Íñigo Ruiz de Galarreta, Jaure, Areso (que estaba fundido cuando le sustituyeron), Berenguer (aunque le penalizaron unos cuantos pases que falló), Guru (que dejó dos balones muy buenos a Sancet y Álex), … Muy bien partido de todos. Encuentro de los que te hacen estar más orgullosa si cabe de los jugadores, y de ser de este equipo. Y se demostró que el equipo ya está en la senda buena. Jugar los dos últimos encuentros contra el Atlético y el París Saint Germain, y hacerlo de esta manera es llamativo y nos lleva a pensar que el nivel del año pasado está aquí. Que aunque siguen faltando muchos jugadores por lesión o por no estar a su nivel, que pueden competir con cualquiera.
Con el empate logrado el equipo tiene 5 puntos, y está en la posición 28, a dos puntos de clasificarnos, que lo haríamos si consiguiesemos entrar entre los 24 primeros. Quedan dos partidos que hay que ganar, empezando por el primero contra el Atalanta, que está el quinto. Otro reto, y muy difícil, pero… en enero ¡a por ellos!
Y el domingo vuelta a la Liga, está vez en Vigo, y lo que más me preocupa es que se recuperen bien para ese día, del palizón que se dieron ayer, porque tienen que estar hechos polvo. El Celta juega hoy, pero desconozco si harán rotaciones y no creo que físicamente se den la paliza que se dieron los rojiblancos, porque ¡que manera de correr y trabajar ayer todos! Sea como sea, el domingo hay que ir con todo, porque es la Liga la que da de comer. Así que… ¡A por el Celta! Y…
¡Aúpa Athletic!