La catedral este fin de semana ha vuelto a demostrar que está con los buenos jugadores. En este caso los ovacionados han sido Puyol y Joaquín. El primero de ellos al recibir el premio One Club Man que por cuarto año consecutivo entrega el Athletic a un jugador qe haya destacado y pertenecido siempre a un mismo club. Premio que es un acierto de esta Directiva porque sirve también además de para premiar una fidelidad, algo fundamental en nuestra filosofía, para extender o ampliar el radio de acción en el que se nombra a nuestro club. Los anteriores premiados han sido Matt Le Tissier, Sepp Maier y Paolo Maldini. Esta vez el elegido ha sido un catalán Carles Puyol que lo tenía bien merecido y así lo demostró el público de San Mamés con su enorme ovación. Además de aplaudirle muchísimo, me emocioné. Me gustó que en el vídeo que pusieron al inicio del homenaje, (vídeo de Athletic TV) apareciese el momento en que Xavi y él, al dar la vuelta de honor tras ganarnos la Copa del Rey en Valencia, sacaron la ikurriña y la bandera del Athletic, mientras nos aplaudían. Gran detalle por su parte. Algunos que discutían el darle el premio a él decían que es más fácil quedarse en un club como el Barça en donde se ganan títulos. Que era más genuino el premio a Le Tissier… Pues igual sí pero… es muy difícil siempre encontrar alguien como Matt, asi que a mí dárselo a Puyol me parece perfecto. Y tampoco me importaría dárselo a Xabi Prieto, que este año se retira tras pasar toda su carrera en la Real, porque lo merece igual que los otros.
Sobre Joaquín decir que en el descanso del partido me preguntó mi hija que por qué se le tiene cariño a este jugador bético. Le contesté que supongo que será por su calidad, por su simpatía y por los años que lleva en la élite. Además de porque siempre ha sido un jugador noble en el campo y nada marrullero. Añadí que si le cambiaban en el segundo tiempo seguramente saldría ovacionado. Y, efectivamente, así fue. Una ovación casi tan grande como la que se llevó Puyol. Grande y merecida. Él salió encantado y así lo ha dicho, tras el partido, en las redes sociales. Siempre ha hablado bien de San Mamés y en esta situación no podía ser menos. San Mamés dictó sentencia como muchas otras veces. Y seguro que ahora alguien me salta con la coletilla esa de que a Iniesta le pitamos. Sí, sí se le pita. Es un excelente jugador pero aquí no se olvida aquella vez en que simulo más de la cuenta y consiguió que expulsasen a Amorebieta. ¿Que somos un poco rencorosillos? Pues sí. ¿Que el jugador también lo es? También… y lo digo por sus posteriores declaraciones menospreciando San Mamés, lo que supongo que también echó más leña al fuego y más motivos para pitarle. Sí, a Iniesta se le pita, ¡a ver si no vamos a poder hacerlo!… Como hacemos lo contrario y aplaudimos a su compañero Xavi, incluso en un mismo partido, y así lo demostramos el año pasado que la pitada a uno y la ovación al otro fueron consecutivas ya que Xavi sustituyó a Iniesta en el segundo tiempo. Quizá a mí en el caso de Iniesta me hubiese gustado más la indiferencia, pero… San Mamés es así. Aquí se ha aplaudido también a jugadores del Madrid, y lo destaco porque es un equipo, al que no hace falta ni que lo diga, que aquí se le tiene bastante «paquete»… por ejemplo a Raúl, y muchos años antes a Juanito… y a muchos más. Se seguirá haciendo. Y estaré orgullosa de que así sea. Porque sí, porque es La Catedral.
¡Aúpa Athletic!