Esta temporada en Liga con los equipos que suelen estar arriba estamos haciendo buenos o muy buenos partidos, pero… nos está pasando como en el Pizjuán el sábado. Jugamos, tenemos más oportunidades que el rival, les achuchamos pero… en un detalle o dos se nos van los puntos. El Sevilla no mereció la victoria pero nos ganó por dos goles de diferencia. Uno por la enorme velocidad de Gameiro, que dejó en evidencia a la defensa, y el otro por el árbitro, que vio un penalti en una caída de Krychowiak, que nos condenó a un 2 – 0 muy difícil de levantar. Si a esto le añades la lesión temprana de Raúl García, y que el penalti que le hicieron a Aduriz no fue considerado como tal, susamos y sumamos y resulta que todo fueron imponderables que llevaron a que pasara lo de siempre a orillas del Guadalquivir. Que perdimos. Ya antes del partido comentamos que el Sevilla está en un momento de forma excepcional, en casa. Siete partidos seguidos ganados, y con el del sábado ocho. Vamos que no nos enfrentábamos a un equipo flojo. Al contrario. Se encontró como pez en el agua dejándonos el balón y jugando al contrataque. Y la velocidad de Gameiro hizo el resto en la única oportunidad que tuvieron en el primer tiempo. Mérito del Athletic que no hubiese más. Nosotros oportunidades de San José, Iñigo Lekue (otra vez muy bien), Raúl, Aduriz, Williams… pero sin gol. Y en el segundo tiempo tampoco fue muy distinto, aunque el Sevilla estuvo mucho más tranquilo y tras el penalti, transformado por Gameiro también, estuvo incluso dominador, durante los diez o quince minutos que tardaron los rojiblancos en asumir el mazazo. El Athletic lo siguió intentando pero sin peligrosidad (salvo el penalti no pitado). Pero sí con acercamientos continuos al área. A lo que voy con todo esto, es que si jugamos así no vamos a perder muchos partidos. La calidad está y faltó un poco de suerte o un poco menos de mala suerte. O si me apuras faltó también un arbitraje neutral. Pero si el equipo sigue así va a ser un equipo muy complicado de batir.
Otro de los desastres es que si el año pasado allí se lesionó de gravedad Muniain, este año le ha tocado a Raúl García. No sabemos hasta qué punto es grave o no, eso sí la pinta fue horrible. Ya han avisado… que si no hay rotura como poco pueden ser entre seis y ocho semanas. Raúl es un baluarte que será muy difícil de sustituir. El otro día en Sevilla, lo hizo Eraso, y quizá por nervios, por falta de ritmo o por lo que sea, estuvo muy impreciso, fallando un montón de pases. Pero eso ha sido un día. De hecho, cuando este año comenzó la temporada jugando, lo hizo francamente bien, encima viendo puerta. Rápido, habilidoso, y con mucha visión de juego. Si tiene minutos seguidos como al principio los pases al hueco volverán y esa capacidad para crear ocasiones de gol también. Sino es así, Valverde tiene ahí a Muniain que donde mejor rinde es en la media punta. Vamos, que opciones sí que hay, aunque tal como estaba Raúl es evidente que le vamos a echar de menos. A ver si en poco tiempo le volvemos a tener en el campo.
Y el miércoles otra vez el Villarreal, otro que mete mucho miedo… El pasado comentario dije que el árbitro para ese encuentro iba a ser Mateu Lahoz y me confundí. Mateu nos lo reservan para el Camp Nou… en fin. El árbitro será Velasco Carballo… no sé si es de Guatemala a guatepeor. Al final el nombre casi da igual porque puede ser como este fin de semana que te pilla Prieto Iglesias y te hace un lío… Yo lo que pido siempre a un colegiado es que sea imparcial y que no se note que esté. ¿Demasiado, verdad? Y para acabar lo que le pido a mi equipo es que juegue como últimamente y así volverán con la clasificación para la siguiente eliminatoria de Copa.
¡Aúpa Athletic y a por el Villarreal!
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Feliz día de Reyes en la Catedral
La entrada del año en la Copa contra el Villarreal casi se nos atraganta, como el primer partido de Liga contra la Unión Deportiva Las Palmas. Pero curiosamente, contra el equipo que más calidad tiene, fuimos capaces de dar la vuelta al marcador, algo que no ocurría en Copa desde hace más de cien años (remontar un 0 – 2). Estos dos partidos han sido muy distintos y por supuesto me quedo con el último. Contra Las Palmas, el perfecto toque de balón de los isleños hizo que el Athletic cayese en una especie de letargo que propició los dos empates que consiguieron hasta dejar el marcador en el definitivo 2- 2. Me gustaron mucho. No se despeinaron en todo el partido a pesar de ir siempre por detrás en el marcador, siguieron a lo suyo esperando su oportunidad, tocando y tocando. El Athletic acabó cayendo de maduro ante su buen manejeno de balón, pero no me parecieron muy peligrosos… Curioso… porque nos metieron dos goles… Pero si se les hace regalos como el de De Marcos… lo aprovechan, claro. Empate y para las islas como locos de contentos. Nosotros con cara de tontos porque de nuevo retrasamos el acercarnos a los puestos de Champions.
Por su parte, en la Copa, el submarino amarillo, me pareció un equipo peligrosísimo. De hecho, en el primer tiempo los dos únicas llegadas al área que tuvieron las convirtieron en gol. En ese momento todos pensamos e incluso verbalizamos eso de: Agur Copa. ¡Qué poca fe en nuestros leones! Y efectivamente, fueron más leones que nunca. El resultado del primer tiempo no refleja lo que se vio en el campo. El Athletic tuvo más llegada pero no consiguió transformar las oportunidades. Un Villarreal súper serio no nos dejó hacer más y en dos arrancadas consiguió dos goles. ¡Qué peligrosos y rápidos son! En el segundo tiempo los rojiblancos siguieron a lo suyo, a lo que habían hecho en el primer tiempo pero en este caso el acierto de Williams, sí que consiguió esquivar al portero para que el balón fuese a la red. A partir de ahí, a asediar al rival, entrando también en el campo Aduriz, que consiguió el segundo gol, tras la segunda conexión con Iñaki. El tercero fue obra de Aymeric a pase de Beñat, otro de los destacados del partido (era su segunda asistencia). No me olvido que el Athletic jugó con algún cachorrillo en sus filas. No lo digo por Williams que parece que ya de cachorro no tiene nada. ¡Qué fuerza y garra tiene! Lo digo por Lekue, al que aunque le hemos visto poco, no me canso. Incluso no jugando en su sitio lo hizo muy bien. Se le ve la calidad en cantidad de detalles. Él, al acabar el partido, dijo que no le importa el lugar en el que le coloque Valverde. Yo que no tengo nada que perder, le voy a pedir al entrenador que lo coloque en su sitio, porque siempre rendirá más, que a pierna cambiada. Hace dos semanas le vi con el Bilbao Athletic contra el Lugo, de extreño derecho y me pareció uno de los mejores del partido, incluyendo un gol precioso. Ya se vio contra el Villarreal que no le cuesta tirar a puerta, en este caso, una volea muy difícil que salió por poco. Iñigo está pidiendo minutos a gritos.
El Athletic tuvo una última oportunidad antes de acabar el partido, también de Laporte, pero no pudo ser. Y así acabó la remontada, dejando el marcador en un 3 – 2, que es un resultado más ajustado a lo que vimos y que nos permite ir con esperanzas a Castellón, aunque ya sabemos que va a ser muy difícil, no sólo porque sea un campo que se nos da fatal, sino por el momento de forma de los amarillos. A ver si nuestros chicos están tan puestos como el segundo tiempo de La Catedral y nos dan otro alegrón. El miércoles la respuesta. Por cierto, el árbitro designado es Mateu Lahoz… Miedo me da, porque el defensa Bailly ya repartió estopa a más no poder y sin una sola tarjeta amarilla (fijaos en el gol de Williams cómo dejó a Beñat, por el suelo, después de que el rojiblanco diera su perfecto pase a Iñaki)… Bailly es el típico jugador que siempre «pilla cacho», y con Mateu y su «sigan sigan» no sé lo que puede pasar.
Pero… por medio y antes, tenemos mañana mismo que enfrentarnos al Sevilla, otro equipo en forma, y en el Pizjuán, una plaza que tampoco se nos da nada bien. Muy difícil, pero si queremos seguir en puestos europeos… ¡A por ellos y Aúpa Athletic!
Los colchoneros otra vez ganan al Athletic
Desesperante que volviesemos con las manos vacías del Calderón, aún sin merecerlo pero… las cosas son así. El Athletic jugó el mejor partido en muchos años contra el Atlético de Madrid, una de nuestras bestias negras, desde la final de Bucarest, de infausto recuerdo. El mejor partido. Se compitió desde el minuto uno al noventa y en muchas fases siendo superior a ellos. No sólo tuteándoles sino que incluso jugando mejor. A pesar de ello, por tres matices pequeños, pero que no insignificantes, volvemos otra vez con cara de tontos, aunque orgullosos por cómo se desarrolló el partido.
Empiezo por el primer detalle, el que más me enfada, porque es el de la participación del árbitro, tomándose un protagonimo que no le competía, pero… para eso están los árbitros, en nuestro caso… para… pues eso… Por supuesto, me refiero a que el gol del empate de ellos no debería haber subido al marcador, por lo menos en ese momento porque el primer tiempo ya estaba acabado. El trencilla dio un minuto de prolongación y ya ese minuto se había sobrepasado. El córner se sacó después del minuto 46. Su reloj es igual que el de todos. Si das un minuto más, es sólo un minuto. Sino, prolonga dos. Fue una faena que encima después ni nuestros defensas ni Iraizoz estuviesen inspirados. Al contrario. Estuvieron fatal. Ir al vestuario con cero a uno hubiese sido otra cosa.
Segundo detalle: la lesión de Iturraspe se notó mucho. Estaba haciendo un muy buen partido junto con Beñat, también a gran nivel. La salida de Rico hizo perder control en el centro del campo. Estuvo fallón, y encima no despejó como debía en el borde del área, haciendo un enorme favor a Griezmann, dejándole el típico balón que desean todos los jugadores… para completar el desastre. El francés, todo hay que decirlo, metió un golazo, imparable para Gorka y para cualquiera.
El Atlético de Madrid no hizo más. Bueno sí. Un buen puñado de faltas que como siempre son sancionadas con distinto criterio que las que comenten nuestros jugadores, con respecto a las tarjetas. Supongo que todos estaréis hartos de que nuestras faltas sean tarjetas y las de los contrarios, siendo iguales o mucho peores, casi nunca conlleven cartulina. Misterios, como que Giménez acabe sin cartulina cuando hizo cantidad de faltas por detrás. Faltas o léase patadas. Pero… Así es el Villarato… no hace más que favorecernos… ¡Ah… No…! ¡que es al revés! Bueno algún día ya me lo explicará alguna mente preclara porque yo desde luego no lo entiendo.
Un tercer punto que contribuyó al resultado, fue que Raúl García estuviese tan igualmente fallón y menos intenso que en los otros partidos que había jugado hasta ahora. No hay más que ver la repetición de la jugada en la que rechaza el portero la ocasión clara de Aduriz. El balón llega al borde del área donde están un defensor atlético, no me acuerdo quién es, y Raúl. Y no pasó nada… Una pena, pero… También me parece humano. Son muchos años allí, muchos amigos y no consiguió jugar como lo hace siempre. Yo le hubiese sustituido. Pero repito, que lo que le ocurrió me parece muy humano y lógico.
Para acabar, decir que nos quedaremos con que el equipo compitió, tuteó y en momentos, fue superior a los colchoneros, y así pensaremos que la próxima vez les ganamos seguro. A la vuelta lo comprobaremos.
Ahora de momento, mañana nos llega el Linense en la Copa. ¡A por ellos y aúpa Athletic!
Gurpegi, gran capitán
Está jugando pocos partidos. Él sabe que no es titular y lo acepta. Pero cuando sale no sólo cumple, sino que lo hace realmente bien, como el domingo contra el Málaga. De hecho en ese partido fue uno de los mejores. Es el tercer central para Valverde y Carlos no le defrauda. Es más, le podría poner incluso difícil a Txingurri el tener que elegir en algún partido en concreto. De hecho yo no eché nada en falta a Laporte. El que expulsasen a Mikel San José en el minuto 19 condicionó todo el partido y quizá también ello dio más protagonismo a nuestros centrales. En determinados momentos el equipo se tuvo que dedicar a contener, algo que seguramente no hubiese ocurrido si el cuarto árbitro no le hubiese dado un ataque de protagonismo agudo. Pues ese protagonismo no deseado, que mandó a la caseta a Mikel, sacó lo mejor de nuestro capitán. Durante los 90 minutos estuvo perfecto por alto, no cometiendo ni un solo fallo, ni dejando nada que rascar a los delanteros. En la faceta que más brillo fue en la de la anticipación, cortando bastante balones que podían haber sido muy peligrosos de no andar él al quite. Perfecto todo el partido. Hizo muy buena pareja con Etxeita, jugador que siempre da un ocho de nota. Entre la sobriedad de uno y la seguridad del otro no dejaron prácticamente nada al buen hacer de los delanteros andaluces. Tener a Gurpegi es un seguro, y sí, a pesar de la edad, cuando sale cumple. Así que, ¡qué más le podemos pedir!
Carlos tuvo dudas a final de la temporada pasada de si seguía o no jugando, pero decidió que otro año estaría bien y aunque su papel es limitado, está demostrando que su decisión no fue errónea. Lo está haciendo muy bien. las temporadas son largas y nunca se sabe si puede haber alguna lesión corta o larga, alguna acumulación de tarjetas, más expulsiones… La cuestión es que tal y como está el Athletic ahora, si algo de lo mencionado ocurre, tras la faena inicial sabemos que el puesto de central está cubierto y bien cubierto. Y además también puede actuar de medio centro, como ya lo ha hecho. Así que…
¡Enhorabuena Carlos! Da gusto tener un capitán así.
¡A por todas, Athletic!
Hasta dónde puede llegar esta temporada nuestro Athletic es la pregunta que nos hacemos todos. Ilusionarse es gratis y este año los aficionados lo estamos, por las cosas que estamos viendo. Lo primero de todo es que al comenzar la temporada el equipo nos regaló nada menos que la Supercopa, arrebatándosela al super Barcelona. Triunfo en ese torneo, la Supercopa, sobrevalorado según los catalanes, pero que se comen los higadillos por no haberla conseguido. Triunfo de enorme mérito por cómo se consiguió, por dónde se logró y por el resultado final que se obtuvo. Nada menos que 5 a 1. Seguido o a la vez ganaron las dos eliminatorias necesarias en Europa, para poder estar otra vez en la UEFA Europa League, a pesar de la dificultad, por las fechas y por el poco tiempo que se tuvo para que el equipo estuviese en forma.
Ahora, a pesar de que por medio ha habido algún que otro petardazo, hasta en las mejores familias pasa, nuestros chicos han conseguido clasificarse para la siguiente ronda en Europa, encima pasando como primeros de grupo, a falta incluso de disputarse un partido. Vamos, clasificación con chulería. Sobrada, repito, a pesar de algún traspiés inicial. En Liga estamos séptimos y a un punto de puestos europeos. Se puede soñar. Claro que se puede soñar, pero es sueño con base porque el equipo nos lo permite. Hay un once titular más o menos definido y a ese once se le pueden introducir cambios sin que se resquebraje la estructura, a no ser que los cambios sean de diez en diez. Hay un banquillo potente, y más potente que va a ser cuando se recuperen totalmente los lesionados. Valverde va a tener problemas porque no va a saber a quién sacar. Bendito problema.
Aritz Aduriz, base y pilar sobre el que se asienta este equipo dijo el otro día que su objetivo era ganar en Europa. Me encantó escucharlo. Me parece muy difícil, pero a la vez estupendo que ese sea el objetivo. No creo que dicho objetivo sea incompatible con el de ir partido a partido. Así se fue la vez anterior, cuando se llegó a la final estando con Marcelo Bielsa. Fue partido a partido, en unas eliminatorias muy complicadas que sobre el papel nadie pensaba que se podían pasar pero… hasta Bucarest llegamos. Aritz quiere repetir y además ganar. Muy difícil sí. Pero intentarlo, hay que hacerlo por supuesto. Y a ver qué pasa. Habrá que tener suerte en todo, eliminatorias, días de partido, arbitrajes, juego propio, del contrario… Pero todo buscando ese objetivo último del triunfo absoluto.
En Liga, también, ya veremos. Partido a partido pero intentando mirar hacia arriba porque el equipo ha demostrado que a pesar de perder con los dos primeros ha competido en ambos partidos y ellos no lo tuvieron fácil para derrotarnos. Así mismo, se ha visto que también se puede perder de mala manera, si se hace mal, contra cualquiera, pero… es lo normal. De hecho el fútbol es un juego y todo puede ocurrir.
Y en Copa, también soñaremos. Eliminatoria a eliminatoria. Poco a poco. Para empezar, no menospreciar a nadie y a jugar sin olvidarnos del objetivo, ganar pero jugando. No ganar desde el vestuario. Ya sabemos todos que las eliminatorias iniciales pueden llegar a ser muy indigestas. El jueves tenemos la ida contra el Linense, sin confiarse y dándolo todo como siempre. ¡A por ellos y aúpa Athletic!