¡Madre mía, el Athletic a la final!

¡Estamos en la final de Copa!

¡Nos vamos a Sevilla!

¡Gracias, Yuri! (Foto: EFE)

He pensado que el título y el inicio de mi comentario tenían que ser éstos, y sobre todo, no hablar de fútbol, porque si lo hago igual me deprimo a pesar del subidón que tengo. Ha sido increíble. Y encima lo he visto en los Cármenes, in situ, pero pasando por todos los estados de ánimo que habréis pasado vosotros, seguro. Ilusión, nervios, apuros, tristeza, cabreo, alegría indescriptible, agobios horrorosos y por último, júbilo absoluto (sigo sin hablar de fútbol, prefiero). Nuestros jugadores son jugadores a los que mueve la fe, y aunque esté todo perdido e imposible, siguen luchando y siguen luchando hasta el segundo final. Fe. Fuerza. Confianza en ellos mismos. Ímpetu para resurgir, o incluso renacer, porque hoy, otra vez estábamos muertos. El periodista Ramón Orosa lo explica muy bien en su artículo del Deia titulado El cuarto milagro copero del Athletic, segundo de Yuri Berchiche, porque ha sido eso… sin quitarle una coma. Un milagro de difícil explicación, salvo por volver a constatar que nuestros rojiblancos son indestructibles. Estando como un boxeador sonado en la lona (así estábamos), se levantan y se vuelven a levantar, y son ellos, los que al final, y contra pronóstico, dan el último zarpazo… ¡Y qué zarpazo! Y en esta Copa ya llevamos unos cuantos. Hoy ha vuelto a ser Yuri. ¡Yuri de mi vida! Ha dicho él, que es el gol más importante de su carrera, hasta ahora… Quizá el 18 de abril haya otro. ¿Quién sabe? El gol que ha sido fabricado entre 3 jugadores. Vesga, con su maravillosa asistencia, pasando al hueco; hueco, que se ha hecho porque Córdoba (¡vaya bien los pocos minutos que ha jugado!) con su movimiento hacia adentro se ha llevado a los dos defensa de la zona; y Yuri… Que casi sin ángulo, pero con arrobas y arrobas de fe, mucha fe, ha chutado para que los chalados que estábamos en Granada (digo por el viaje que nos hemos cascado) estallásemos; para que los de Bilbao y toda Bizkaia, se muriesen de la emoción; para que los peñistas y no peñistas, seguidores de todos los rincones del planeta se volviesen locos; y para que los que están y se han ido para allá arriba, que últimamente han sido muchos, fuesen corriendo a dar las gracias a la Amatxu de Begoña, a San Mamés, a San Valentín de Berriotxoa,… Y seguro que me olvidó de alguno de los santos que han participado porque han tenido que ser muchos (¡qué me perdonen, que no quiero represalias y menos en la final!).

Y así… supongo que mis alumnos y compañeros del colegio Ikasbide, que ayer protagonizaron un precioso de video de ánimo previo al partido (Ikasbide Athleticekin), (merece la pena que lo veáis), podrán seguir con sus ánimos celebrándolo en las clases, aunque yo no esté. Eso sí, ya lo celebraré el lunes con ellos. Aunque igual alguno se sorprende de verme porque ya me han dicho que alguno piensa que he cogido el coronavirus y que estoy en cuarentena. Jejeje. Y sí, un poco enferma sí que estoy, pero por la enfermedad zurigorri, que afecta a tantos y tantos.

Aprovecho para mandar un abrazo enorme a todos los athleticzales, que se han alegrado conmigo, o sea, a todos.

Por cierto, enhorabuena también a la Real Sociedad, por su paso también a la final. Nos vemos en Sevilla. Una final vasca que igual va a escocer bastante a muchos pero…

Y ahora, podría decir que más que nunca, pero no… prefiero decir como siempre, … me despido como siempre, diciendo…

¡Aúpa Athletic!

P.d.: Perdonadme que siga escribiendo, pero cuando alguien expresa mejor que tú, en este caso que yo, lo que ha vivido, creo que hay que compartirlo. Y acabo de leer la siguiente reflexión, de un amigo malagueño, «Vamoaveee» (publicada en la página web aupaathletic.com), al que sólo he visto un día en mi vida, pero como ya os he dicho más veces, el Athletic tiene estás cosas maravillosas. Repito, de un amigo, que merece la pena también que leáis. Expresa lo que sintió anoche y siente con el Athletic. Coincidiréis en muchas cosas de las que dice. Un abrazo, Ozelito, desde esta distancia tan cercana.

Y otra vez…

¡Aúpa Athletic!

Va por ti «Tron»

Familia Athletic

Una de las mejores cosas que tiene el Athletic es que me ha hecho conocer a un montón de personas, con las que igual sólo me une nuestra afición a unos colores, pero que gracias a ella me he podido ir tranquilamente a tomar algo, a comer, a ver un partido a Madrid, e incluso a ver una final, aquí al lado, a Bucarest,… Uno de ellos es Juanvi, o, mejor, porque muchos le llamamos así, «el Tron».

Sobre él ya escribió el 1 de mayo del 2014 Jon Uriarte en el Correo, en Pródigos de San Mamés, un comentario muy bonito en el que nos contaba, como sólo él sabe hacerlo, quién era Juan Vicente Otero. He intentado introducir su texto (El Urtubi de Vallecas), pero no lo consigo, porque sólo lo tengo en imagen y excede lo permitido. Aquí va un resumen. Juan Vicente es un hijo de emigrantes que volvió a España y por amor acabó en Vallecas, con un alma y un sentimiento plenamente rojiblanco, y no por su Rayito, que también le gustaba, sino por el sentimiento rojiblanco del Athletic. Sentimiento que ha pasado a su mujer, Olga, y por supuesto, a sus dos hijos, Unai y Raúl. Un chalado del Athletic, como aquí o en cualquier lugar del mundo hay y estamos muchos. He tenido la suerte de conocerle y de compartir con él varias tardes o noches futbolísticas o simplemente culinarias y ha sido un placer. Un buenazo con el que daba gusto estar, discutir o disfrutar de nuestro equipo.

Pues bien, hace muy poquito, una m***** de enfermedad, se lo ha llevado y nos ha dejado aquí a todos como huerfanos. Y digo a todos porque aquí y allí un montón de gente lo queríamos. Si os queréis hacer una idea de lo que os digo, os dejo un enlace de la web aupathletic.com en el que los foreros hablan de él.

Mañana vamos a jugar contra el Rayo Vallecano y casi seguro que él, en otras circunstancias, hubiese estado aquí, por eso es que me he acordado y lo he querido compartir con vosotros. El Athletic no es sólo fútbol, es sobre todo sentimiento. Hace poco vi un vídeo que grabaron en el programa el Chiringuito, pidiendo a la gente del Athletic que dijese una palabra que definese a nuestro Club, y curiosamente, decían muchísimos la palabra familia. Eso es el Athletic, Familia. Y mañana, por desgracia, nos va a faltar en las gradas la presencia de uno de sus miembros, «el Tron», aunque en realidad sí que estará porque lo llevamos todos los de su Familia en el corazón.

Un abrazo a Olga, a Unai, a Raúl, y a todos sus amigos de Athletic Sekta, de aupaathletic, de Vallekas (con k, como él decía),… y que sepáis que mañana estará con nosotros animando a sus zurigorris, desde donde quiera que esté. Esperemos que el Athletic esté a su altura.

Goian bego.

Y…

¡Aúpa Athletic!