Algún día tenía que llegar la derrota y tocó ayer.
Nico, quizá tocado (Foto: Agencias)
Se acabó el paseo triunfal que duraba 14 partidos, una racha difícil de olvidar, por la calidad del juego ofrecida y sobre todo por los resultados. Ayer no fue lo mismo, a pesar de que quizá el resultado más justo podía haber sido un empate, por los merecimientos de unos y de otros. Pero como esto no funciona por méritos sino por goles, no conseguimos nada positivo porque ellos metieron uno y nosotros no fuimos capaces. Sí contamos oportunidades de unos y otros a mí me salen 4 nuestras y 3 de ellos, pero, lo dicho. Ellos metieron una de las suyas y nosotros no.
El primer tiempo, estuvo igualado, y aunque se empezó bien con una serie de 3 aproximaciones peligrosas, se vio que el tema iba a estar complicado. Nico tras esos primeros momentos no consiguió superar más a su par. Foulquier, el mejor del partido, borró del verde al pequeño de los Williams. Incapaz de sobrepasarle y muy desafortunado en los pases. Quizá su peor partido de la temporada y encima, para colmo de males, en el segundo tiempo, recibió un golpe fortuito y acabó retirándose del campo tocado. Miedo da, porque se le vio con hielo en la rodilla. A ver si hay suerte y no es nada.
El segundo tiempo, comenzó parecido con una clarísima, para Oihan que no acertó a llevar a la red, el perfecto pase de la muerte de Lekue. Y a partir de ahí más bien poco. Hugo Duro, que un momento antes había fallado una increíble, le ganó en un salto a Yuri, para rematar de cabeza a gol. El lateral quedó un poco retratado. Pena. Y a partir de ahí, bastante impotencia rojiblanca. Lo mejor lo provocaron (dos de los recambios) entre Adu, con un pase en profundidad y Unai Gómez, que de zurdazo hizo lucirse a Mamardashvili. Otra pena. Y nada más. No sé mereció perder, pero tampoco se estuvo bien como para pensar en ganar el encuentro. Quizá coincidieron muchos jugadores flojos, como para sacar algo de provecho. Álex, que estuvo realmente mal con el balón parado y, en juego, casi no se le vio. Herrera, perdió más balones de lo que es habitual en él. Guruzeta no entró nada en juego. Tampoco le llegó nada aprovechable. Nico, Yuri (con el error mencionado). Quizá el mejor, sobre todo en el primer tiempo fue Beñat Prados, pero en el segundo tuvo menos incidencia en el juego y acabó sustituido. Por cierto, aunque en la tele ni lo mencionasen, vaya penalti le hicieron a Asier Villalibre, que salió de refresco. Una llave de judo en toda regla, que aunque el balón no estuviese por allí, debería haberlo mandado pitar el VAR. Pero ya… Lo tenemos claro.
Y una vez perdido, mejor que haya sido en Liga y no en Copa, ahora a pensar en esta otra competición que tanto nos gusta. Además nos la jugamos en La Catedral, a partido único. Hay que ir sin confianzas, por mucho que el rival no sea el mejor Barcelona que hemos conocido. Tampoco lo era en la primera vuelta y nos ganó, aunque no lo mereciese, así que con el mono de trabajo, a estar mas afortunados con el balón, trabajando a tope… ¡ a por el Barça! Y…
¡Aúpa Athletic!