Casi con esta frase podía empezar el comentario y a la vez acabarlo porque el partido no ha dado para más de sí. O quizá el Athletic ha sido el que no estaba para mucho más. De hecho casi la mayor protagonista ha sido la inmensa inocencia del Córdoba, que ha dejado a las claras el motivo de su clasificación. De cara a puerta han demostrado una incapacidad manifiesta. Lo malo es que nuestros chicos no es que hayan estado mucho más acertados.
Nada más que echarse a la boca. Cada vez que se recuperaba el balón se perdía en unos contrataques realmente lamentables. Algún disparo de Ibai y otra ocasión de Aduriz a pase de Viguera, pero Juan Carlos estaba empeñado en mantener a su equipo con posibilidades hasta el final del partido.
He escuchado que el equipo se está dejando llevar y que no lucha. No puedo estar más en desacuerdo. Ayer el equipo no estuvo bien y por momentos el Cordoba tuvo demasiadas oportunidades. Pero los jugadores no se esconden y meten la pierna si es necesario. Lo que pasa es que como nos ocurre siempre, al jugar contra los colistas, el juego se nos atraganta y presenta más dificultades de las que sobre el papel debería tener. Pero tampoco podemos olvidar que el Córdoba se está jugando las habichuelas en Primera, con ello quiero decir que ellos también juegan y con ellos hay que contar. Sobre todo, porque nos ganaron en la primera vuelta.
Así que lo realmente importante es que el equipo ha conseguido los tres puntos, que era el objetivo, y así le pone presión al Málaga, que de hecho no ha sido capaz más que de empatar. Es decir, les tenemos a un punto. Y nosotros a lo nuestro.
¡Aúpa Athletic, a seguir metiendo presión y ahora a por la Real!