Esto es un no parar y, encima, lleno de alegrías. En primer lugar quiero decir que solo he visto a partir del minuto 38, ya que una tiene que trabajar, como le habrá pasado a muchísima gente, por este curioso horario de las 16:30. En fin. Lo digo porque sobre el primer tiempo poco tengo que decir.
El director, Ernesto (Foto: EFE)
El coco Fenerbahce, que nos daba a todos más miedo que un nublado, resulta que no lo ha sido tanto. Empieza a ser una costumbre que una vez visto el partido pensemos que los rivales no eran tan buenos, o tan fieros como los pintaban, pero ya tantos y tan seguido,… No sé. Son 6 victorias consecutivas, 11 encuentros seguidos sin conocer la derrota, 5 también en Europa League ganando,… No sé, empieza a parecer que esto no es una casualidad. Para empezar desde marzo es la primera vez que este equipo turco no mete un gol en su casa. El público es de los terroríficos, pero ni aún así. Los nuestros ni se han inmutado. Encima si reciben un regalo de reyes anticipado en el minuto 5 a modo de cesión horrible al portero… que Guruzeta y su fe, lo convierten en un pase a Iñaki, para que empuje a gol,… pues ¿qué más quieres? Tranquilidad para seguir haciendo lo que mejor saben, trabajar a machaca martillo, presionando arriba y no dejando respirar al rival. Encima, si un gol en los primeros minutos hace mucho daño, que te metan otro al final del primer tiempo, puede ser la puntilla..Y eso hizo Iñaki, otra vez, metiendo un misil por la escuadra, tras una internada en el área, aunque bastante escorado. Fue lo mismo, porque el pobre portero todavía la está buscando. 0 a 2 y al descanso.
El segundo tiempo que sí vi entero, fue de control casi absoluto rojiblanco. Ayudado a partir del minuto 69 por la casi autoexpulsión de Muldur, debida a dos patadas por detrás a nuestro bigoleador, en apenas 10 minutos. Dos amarillas y a la caseta. A partir de ahí sí que desaparecieron los turcos, como dijo su entrenador, el supuesto nombre One, Mourinho, al acabar el encuentro. Tuvimos más oportunidades para aumentar el marcador pero ya no se movió. Por tanto, seguimos comandando la clasificación, en solitario, hasta que juegue la Lazio, luego veremos, si somos colíderes con ellos o líderes en solitario. Pero… de momento, no se puede decir otra cosa que IMPRESIONANTE. Todo ello dirigidos por Ernesto, del que no suelo hablar gran cosa pero que, desde luego, se merece todos los parabienes que le podamos decir. Siempre se ha dicho que es un gran gestor de vestuarios, aunque yo siempre he tenido una espinita clavada con él, por algún tema,… «Al César, lo que es del César». Está manejando la plantilla con maestría, introduciendo 5, 6 o 7 cambios en todos los partidos, y casi no se nota. Los periodistas y los aficionados, cada vez lo tenemos más difícil para adivinar las alineaciones, y que alguien me discuta esta afirmación, porque le recordaré enseguida, el once inicial que puso contra el Real Madrid, que ni al de imaginación más calenturienta se le hubiese ocurrido. Esos dos laterales con Adama Boiro y con Gorosabel. Buah. Digo otra vez que… impresionante. Criticado Andoni y con poquísima experiencia Boiro, titulares ante todo un Real Madrid. Muchos ya pensaron que estaba tirando el partido. Y, tras 10 años de derrotas en Liga en San Mamés, contra los blancos, conseguimos una victoria de prestigio, y no por deméritos del Madrid, como dijo la caverna mediática madrileña, sino por méritos propios rojiblancos. Y esto es solo un ejemplo. Ayer ha vuelto a jugar Gorosabel y lo que le vi yo, me gustó. Encima teniendo que lidiar con uno de los más rápidos. Buen partido el suyo. Los minutos, la confianza,… Todo ayuda. Ernesto da la sensación que esto lo trabaja muy bien. Que saca lo mejor de los jugadores. Hay un montón activados. Casi no sabes quiénes son los titulares y quiénes no. Aunque claro, alguno igual me dice que tenemos a Martón que casi no ha jugado, lo cual además de ser cierto es también normal, porque con tanto jugador alguien tiene que quedar sin salir. O Núñez, que desde que Yeray está recuperado de sus problemas físicos, le ha comido el terreno, y es él que entra en las rotaciones. Y siguiendo con Ernesto, el juego que despliegan sus jugadores, que evidentemente es el que él pide, es rock and roll, del bueno, que los aficionados estamos disfrutando muchísimo. Y si ha habido algún partido en el que este estilo de música no ha aparecido, el que sí lo ha hecho ha sido el acierto goleador de los jugadores, que no es que tengamos uno tipo Aduriz, que se forraba y era el que monopolizaba, no. Ahora a falta de un único crack, tenemos a muchos otros que poquito a poquito van aportando, sean defensas, medios o delanteros. Así que Valverde, por favor, sigue sacando lo mejor de estos jugadores y seguiremos disfrutando con vosotros. La derrota tendrá que llegar en algún momento, pero nos va a pillar con muchos puntos en el bolsillo, por lo que dolerá menos. O eso espero, jejeje.
Y ahora, como digo todas las semanas, sin tiempo para nada, nos toca visitar en Liga, Mendizorroza, donde no van a regalar nada. Así que… ¡A por el Alavés! Y…
¡Aúpa Athletic!
P.D.: Solo decir, a la Liga, a la Federación, a quien corresponda, que disimulen un poquito, que ya sabemos que no quieren al Athletic en la final de la Supercopa, lo sabemos, pero que él, sea el único equipo que solo va a tener 71 horas entre su partido de Copa y la semifinal contra el Barcelona, mientras el resto van a tener 94, la verdad es que canta un poco. A lo que hay que añadir las casi 11 horas de vuelo hasta Arabia Saudí, para jugar en un país en el que los derechos humanos brillan por su ausencia. El que se juegue la Supercopa allí es otra de las muchas vergüenzas del fútbol español, y del txoko que se han montado algunos para forrarse de dinero. De hecho, si el Madrid o el Barcelona no se clasifican y no van a este torneo, hay una penalización económica para la Federación. Es probable que también la haya si no llegan a la final, pero si es así, no ha trascendido. Todo muy limpio, vamos. Como soy una persona educada les diré solo, que se vayan a tomar vientos. Los insultos solo los pienso.
¡Aúpa Athletic!