Julen parando el penalti (Foto: Borja Guerrero)
Ya dije el lunes que para mí éste es el auténtico partido del año. No será derbi, como me contestó uno de los que entró a comentar en este mismo blog, pero sí es el verdadero Clásico. Y la alegría de ganarlo es inmensa. También será porque estamos poco acostumbrados a hacerlo, de hecho desde el 2015 que no les ganábamos, con esa obra de arte de cabezazo de Aduriz. Parece que fue ayer, pero por desgracia no. El Madrid se estaba acostumbrando a que el partido fuese bastantes veces difícil, por el buen juego rojiblanco, pero al final siempre nos ganaban. Aunque también soltamos algún petardazo. Pero ayer no. Se mire por donde se mire se hizo muy bien partido. En algunos foros he leído que es el peor Madrid de hace muchos años, pero ya vale de quitar mérito a los nuestros. Les faltan jugadores lesionados, pero sigue teniendo una selección mundial. Mientras, nosotros tenemos a nuestros chicos. Y como también comenté el lunes, pusiese a quién pusiese en el campo Ernesto, iban a ir a comérselos. Sabiendo que iba a hacer rotaciones, nadie, ni el más osado, hubiese apostado por la alineación inicial que eligió el Txingurri. Alucinante. ¡Chapeau por su valor y por su confianza en la casi mayoría de los jugadores! Para empezar en la portería Julen, lo cual no me sorprendió excesivamente, por lo comentado sobre lo de ir entrando poco a poco Unai. Sí que fueron sorpresa los dos laterales. Adama y Gorosabel. ¡Qué mejor manera que coger experiencia que en un partido así! Los dos me gustaron, aunque al final, antes de ser cambiados, creo que ambos estaban bastante cansados. Gorosabel estuvo muy bien y teniendo delante muchas veces a Mbappé. Sólo le recuerdo un fallo, que a punto estuvo de costar un gol, pero el pase atrás, sorpresivamente el francés citado lo chutó horrible a manos de Julen, que ni se despeinó para pararlo. Menos mal. Adama también estuvo a buen nivel, aunque en el gol de ellos se despistó un poco. Los medio centros elegidos fueron también medio sorpresa, Beñat y Jauregizar, por el hecho de que no estaban acompañados de Ruiz de Galarreta (que salió en el segundo tiempo sustituyendo al primero). Enormes los dos, ¡Vaya manera de dominar el centro del campo! Más sorpresas, Guruzeta en el banquillo y Berenguer de titular, junto a los Williams y a Sancet. No he mencionado a los centrales, porque no me parecieron sorpresa, Vivian y Yeray, eran los que tenían que jugar y, también, ¡vaya trabajazo hicieron¡ ¡Qué nivelón! De verdad, impresionantes. Y a lo que iba, es que ¡Olé, Valverde, por su valor! Le hubiesen caído tortas de las gordas si no sale bien. Pero salió perfecto.
Primer tiempo para enmarcar, a pesar de no meter gol. Muy bien el equipo, haciendo casi desaparecer a los blancos, que el único protagonismo que cogían era gracias al VAR, desde bien pronto. ¡El asco que me produce este tema es de los de antología! Para empezar, Kylian, al de pocos minutos ya se dejó caer en el área, a ver si colaba. Y al de poco, en un fuera de juego como una casa de grande, el francés metió gol, pero el árbitro, Sánchez Martínez (para mí, Martínez «el facha», porque es clavado al personaje de la revista El Jueves), es llamado por el VAR. Voy a poner el nombre del sinvergüenza, que estaba al mando de la VARbena, como le llamó un amigo, para que quede señalado. Figueroa Vázquez. Y le dijo que había un posible penalti. ¡Vaya jeta! Que el defensa ”no toca el balón», palabras textuales suyas. Y se ve en las imágenes de manera clara y meridiana, que Gorosabel toca y desvía el balón, poco pero claro. Hay que tener mucho cuajo para llamarle al árbitro, viendo como se ve que no es penalti. Y no es que se confunda y no lo vea. Estoy segura que lo ve, como lo vemos tú y yo, y todo el que mire. Que lo que quiere es que el árbitro, tenga la jeta de pitarlo, una especie de: «Oyé, que te llamo para que cambies de idea y pites penalti». Y encima, todavía le tenemos que agradecer a Sánchez Martínez, que tuviera personalidad y que no lo pitase. Pero ya ves el partido, de un humor de perros, porque se ve la mala fe, de parte del colectivo arbitral. Para Sánchez Martínez, también tengo sobre todo con el tema de las tarjetas que no les sacó a ellos. Tchoauméni, no tenía que haber acabado el partido, porque en el primer tiempo le hizo un entradón a Prados , que le podía haber partido el tobillo, y en el segundo, sí le sacó amarilla, que debía haber sido la segunda. Y en la última jugada del partido, otra entrada muy fea, está vez a Unai Gómez, que era merecedora de cartulina, con el disimulo de pitar el final, no sé la sacó. Dan mucho asco, la verdad, incluso a pesar de ganar. Me recuerdan, y lo añado porque se me había olvidado, que a Galarreta le podía haber sacado la segunda amarilla por un pisotón. Efectivamente. Gracias. Jejeje.
Bueno, vuelvo a los nuestros que son los que nos importan. El segundo tiempo, empezó muy bien con el gol de Álex a pase de Iñaki. Alegría total y absoluta. El campo que se caía. Pero ahí reaccionó el equipo de Ancelotti, y empezaron a jugar mejor. Llegó el penalti de Julen, y su exhibición, al parárselo a Kylian. ¡Buah! Momentazo. Aunque tengo que reconocer que en mi pole de alegrones por un penalti parado está, además del de la final de Copa de este año, el que le paró Gorka Iraizoz a Cristiano Ronaldo, también en San Mamés (perdonadme la maldad, jejeje). Pena que al de poco el Madrid, empató por medio de Bellingham. Pero con Guruzeta en el campo, que había sustituido al otro goleador, Álex, su fe le llevó a quitarle el balón a Valverde, y se fue solo contra Courtois, para batirlo, por el primer palo. Tanta alegría no cabía en La Catedral y supongo que se oyó desde muy lejos, los tres gritos a pleno pulmón de …. Gorka… GURUZETA, Gorka .. GURUZETA, Gorka… GURUZETAAAAAA.
El Real Madrid intentó la heroica, que tan bien se le suele dar, pero no se produjo el milagro. Un Athletic muy serio se lo impidió. En este segundo tiempo, los merengues estuvieron por momentos bien, pero no lo suficiente, para doblegar a este equipo que es todo fe, garra y trabajo. Es un gusto verles luchar. Así que vamos a disfrutar de esta victoria, contra el equipo blanco, que son solo 3 puntos, pero, madre mía, que tres puntos y ¡qué ilusión!
Y sin tiempo de nada, el mismo domingo a la hora de la sobremesa otra vez a La Catedral, a enfrentarnos a un Villarreal recién eliminado de la Copa por el Pontevedra. No vendrán muy contentos, pobres. Sea como sea, y con los jugadores que sean los elegidos por Valverde, !a por el Submarino amarillo! Y…
¡Aúpa Athletic!