Según El Economista, el Tribunal de Cuentas ha detectado “múltiples irregularidades” en la gestión económica de Bildu, y ha “denunciando la existencia de sedes sin declarar, alquileres sin contrato, movimientos en las cuentas que no cuadran y anomalías contables en las sociedades mercantiles tenedoras de los inmuebles”. “La formación política en la que se han detectado más irregularidades es Eusko Alkartasuna” entre locales de su propiedad, 23 sedes “ocupadas sin contraprestación” y varias sociedades. Bildu tiene más lío con lo de justificar sus cobros: “Registró unos ingresos ordinarios de 23,1 millones entre 2018 y 2019”.
La huelga, claro
Los sindicatos vascos celebran el aniversario del Estatuto con una huelga en la función pública, la mejor articulada para proyectar que todo está fatal en la CAV. Hoy, autónomas y autónomos, y trabajadoras y trabajadores del sector privado, más que nunca, seremos quienes aportemos al crecimiento de Euskadi. Lo escribo crudamente porque creo que no debemos olvidar que un país solo con “lo público” no es sostenible, hizo bien el lehendakari Urkullu en recordarlo. Y que no nos vengan con que estamos mejor porque hay más huelgas como la de hoy: lo estamos porque generamos y distribuimos riqueza. Al menos, algunas y algunos, sí.
Y el acuerdo, por supuesto
El acuerdo entre PSOE y Sumar para la investidura de Pedro Sánchez es una buena noticia, para empezar, porque empieza a atarse la legislatura y, para seguir, porque se ha sustentado en una serie de beneficios, como la jornada de 37 horas y media semanales, que se incorporará al estatuto de los trabajadores. Una reducción horaria que lleva años disfrutando el funcionariado y que a las y los autónomos nos suena a música lejana, por supuesto. Pero bienvenidos los beneficios para quien pueda disfrutarlos y para quien lleva años incorporándolos a su normalidad hasta el punto de que llamarla “precariedad”.
Mejor que el PP
Es evidente, evidentísimo, que es mejor la opción del PSOE y Sumar al frente del gobierno español, con todos los recelos que levante Pedro Sánchez, que la del PP y Vox, que en Balears van a impulsar “multas de hasta 100.000 euros por no hablar castellano” (El Nacional). No nos extraña en quien moviliza a personas tan maleducadas que son capaces de toser, carraspear y hasta patalear, como niños idiotas, cuando un lehendakari elegido mayoritariamente les da la bienvenida en euskera. Estamos hablando de personas que no respetan y que no entienden el patrimonio cultural de cada una o uno. De esta manera, ¿dónde llegas?
Ayuso, en defensa de Milei
Por si la catalanofobia y la euskerafobia del PP no fueran suficientemente graves, Isabel Díaz Ayuso, la paladín en la recámara de Núñez Feijóo, tiene claro su favorito en las elecciones argentinas: “Pide a los españoles ‘abrir los ojos’: ‘Yo quiero que haya un cambio en Argentina’” (El Diario). A mí me gustaría que la propia Ayuso aclarase si dice que votaría a Milei porque le pilla lejos y, total, le da igual el desastre, o porque le parecen bien las ideas del populista argentino. En ese caso, tiene que aclarar si entre el Estado y la mafia prefiere la mafia, o si está a favor de la compra-venta de órganos y de bebés, o de llevar armas encima.