¿A quién le pareció buena idea?

En Demócrata he encontrado el titular más amable sobre el tema: “Covite critica que ‘Mikel Antza’, exlíder de ETA, conduzca un programa en Bizkaia Irratia financiado por la Diputación”. ¿A quién le pareció buena idea poner a uno de los jefes de ETA al frente de un espacio cultural, arriesgando la reputación de la emisora y, de paso, señalando a quien facilita su subsistencia? Ya conozco el tecnicismo: ¿tienen sus derechos recuperados los expresos? Por supuesto, pero la vergüenza no debería ser restituida con la misma facilidad. De hecho, quien no mostró ni muestra la sensibilidad más básica carece de sensibilidad creativa, por mucho que la fuerce.

Los hechos

Cualquier enfrentamiento con Netanyahu o Trump en el que él Pedro Sánchez pueda decir la última palabra (aunque sea un tuit) es un regalo. Pero la realidad, igual que con el bloqueo comercial al Kremlin que, al final, no fue tal y España compró gas ruso sin problemas, es otra: “España ha comprado más armamento estadounidense en los dos últimos años que en casi un siglo. Entre 2023 y 2024 el Gobierno español encargó material militar por más de 4.500 millones” (Xataka). Lo malo, ojo, es que este gasto no puede hacerse a empresas europeas, que Sánchez actúe como un ilusionista es solo comedia efectista.

¿Por dónde empiezo?

No sé qué hacía Yolanda Díaz entregando el Premio Planeta a Juan del Val. No sé qué hacía el tertuliano recogiéndolo. No sé qué hace la empresa devaluando su marca de esa manera. Al que mejor entiendo es a Josep Sánchez-Llibre, que aprovechó que jugaba en casa para afear a la ministra que tire con pólvora de otros y anuncie cambios legislativos sin consensuar con quien va a pagar la fiesta. Lo cierto es que entiendo la necesidad de salir en las fotos de Díaz (un día, en el Planeta; el otro, con mujeres acampadas en Bruselas), la buena venta de Juan del Val (que no contará con mi compra) y el modelo de negocio de Planeta. Allá cada cual.

Como deseen

Aplaudo a quien se la jugó en “la flotilla” que partió de Barcelona e intentó llegar a Gaza sin necesidad de blanquear su pasado en ETA. Comprendo que el gobierno español pusiera un avión militar para repatriar a las personas detenidas por el ejército israelí en aguas internacionales y por el morro. Pero esto, lo siento, no lo comparto: “El Gobierno pagó un vuelo comercial a los dos etarras de la flotilla tras rechazar el avión militar” junto a “una docena de activistas catalanes” (The Objective). Quien tenga un conflicto ético (qué pena que no lo tuvo antes) para aceptar a una ayuda miliki, que se financie la vía civil.

Siempre fueron pensados para adultos

Después de tanta hipocresía, me alivió leer ayer esta pieza en Vida Extra: “El arte de jugar sin levantar sospechas en Game & Watch”. Aquellas “maquinitas” que salieron a la venta en 1979, “del tamaño de una calculadora, con funciones de reloj y alarma”, estaban pensadas “para no llamar la atención”. “Podías tenerla sobre el escritorio como si fuera un reloj digital, y con un solo botón, convertirla en una consola de juego. Una jugada maestra”. Es decir: siempre fueron para adultos, aunque también hubo que enseñar a los desarrolladores que hacer videojuegos era una profesión. Por cierto, Nintendo vendió 43 millones de unidades.

Vamos a llevarnos bien…

Me parece bien que Pedro Sánchez no dimita. De hecho, creo que pedir dimisiones está sobrevalorado (salvo que les pillen con las manos en la pasta). Eso es lo fácil. Lo difícil es quedarse e intentar enderezar el rumbo. Hasta ahí le doy la razón a Sánchez: “No voy a tirar la toalla, soy un político limpio” (El Diario). Pero sobre la segunda parte debe ser más cauto. Y sí, he escrito “debe” y no “debería de”, porque quien tuvo un Ábalos, un Cerdán y un Koldo, tiene lo de su mujer y lo de su hermano, y lo de Leire Díez sobrevolando, tiene que medir mejor sus aseveraciones. Más que nada, para que no pensemos que se columpia mientras miramos.

Lo que le dijeron a Díaz (más que lo que dijo ella)

Me sorprendió que Yolanda Díaz acudiera al Congreso después del fallecimiento de su aita. Y más para hacer un discurso que sonaba, como casi todos, sobado y templado. Lo que dijo no pasará a la historia del parlamentarismo, como lo que dijo Núñez Feijóo, que repitió lo del fin de semana, como un chiste feliz (y fácil) que funciona. Para mí, lo más importante de la intervención de Díaz y de lo que dijeron los del PP fue la cantidad de veces que desde la bancada conservador interrumpieron a la líder de Sumar. No es una falta accidental de respeto, educación y sentido democrático: es sistémica. Y es peligrosa.

Que se quedan sin comer

Mertxe Aizpurua fue muy sincera cuando dijo: “Nosotros no venimos aquí a intentar hundir este Gobierno ni a finiquitar la legislatura” (Público). EH Bildu necesita este gobierno del PSOE con Sumar, más amable incluso que el del PSOE con Podemos (Pablo Iglesias les hacía algo de sombra). ¿Quién va a blanquearles de esa manera? ¿Quién va a acceder a negociar como si no lo hicieran lo del ayuntamiento de Iruñea y lo de “los presos” (la base y la cúspide de la legislatura) como hace Sánchez y hacía Cerdán? Nadie, por supuesto. EH Bildu han sido y son los cagapoquito, como escribió Antonio Agredano, de este PSOE. Allá a quien se la cuelen.

Vox, otro que se lo pone a Sánchez

Pero EH Bildu ha tenido un duro competidor en ponérselo fácil a Pedro Sánchez: Vox. La idea de echar a todas y todos los inmigrantes y a sus hijas e hijos, en la víspera del debate de ayer, era una perita en dulce que, por supuesto, todos mordieron. Entre la extrema derecha y cualquier demócrata, cualquier demócrata, por supuesto. Más allá del populismo de base fascista (que comparten Vox y Bildu, y esto también hay que decirlo más), Javier Ruiz daba datos en Bluesky: “La criminalidad en España cae un 2,8% el último año y está en mínimos históricos: 40,6 delitos por cada 1.000 habitantes, una de las más bajas del mundo”.

¿La más dura, Vaquero?

Maribel Vaquero, de EAJ-PNV, tiene varias cosas en contra: el momento y la alargada sombra de Aitor Esteban. Sin embargo, ayer supo pronunciar un discurso duro con tono amable, y fue la única que fijó las opciones reales de Pedro Sánchez hoy y con la que tiene encima. “Cuestión de confianza, su dimisión o elecciones” (La Vanguardia). Apartarse y armar una mayoría en torno a otro u otra socialista, como María Jesús Montero, es una alternativa compleja pero que permite sostener la legislatura y el bloque de la investidura, y dificulta al PP su plan de gobernar apoyándose en Vox, con todo lo malo que eso supone para todas y todos menos los fachas.

No son los contratos, son los empleos

“La reforma laboral de 2021 ha sido un fracaso: a pesar de que ya no existen ciertos tipos de contratos temporales, las empresas usan los indefinidos como si lo fueran”. Más claro que este titular en El Blog Salmón, difícil. Hacer modificaciones legislativas para eliminar una palabra (“temporal”) pero, al mismo tiempo, flexibilizar el fin del contrato indefinido, es pulir la forma pero no entrar en el fondo. Así, Yolanda Díaz sonreía ayer y aplaudía en Bluesky su éxito: más contratos y todos indefinidos. “En 2023, el 52 % de los contratos indefinidos tenía una duración inferior a 180 días” y “los fijos discontinuos han crecido”. Esto un éxito no es.

Una reunión, ¿para qué?

En Sumar tienen un problema: cuando este gobierno se acabe la carrera política de la mayoría de sus integrantes también lo hará. Quien no salte al PSOE (el regreso a Podemos es impensable) tendrá que buscar su acceso a la vida civil, algo que parece que no les gusta porque dan pasos como pollos sin cabeza: la rueda de prensa coral de la mañana del miércoles, sin la líder, y la reunión larguísima con el PSOE por la tarde, sin soluciones ni conclusiones, son la nada. ¿Para qué? Nadie se cree sus amenazas porque nadie se cree su fuerza. El invento (Sumar no es un partido, es una marca) ha salido mal y acabará peor.

Se benefician

De la intrascendencia de Sumar y el cainismo inapetecible de Podemos se beneficia directamente la izquierda abertzale. La de siempre transmutada ahora en Bildu. La misma izquierda abertzale que no logra desligarse de esto: “Euskadi y Navarra registraron 168 actos de apoyo a ETA y sus presos entre enero y junio de este año” (El Independiente). “Actos registrados en la vía pública y que se han materializado en forma de manifestaciones de apoyo a los presos de la banda terrorista, en pintadas y pancartas exhibidas en el espacio público”. Actos, pintadas y pancartas que cada día más agotan a la ciudadanía.

Los republicanos son los otros

Retomo una idea, la de que Yolanda Díaz renunció a formar un partido para lanzar una marca que ahora se le escurre entre los dedos. Los partidos son importantes porque compactan, aglutinan, reúnen. Y despreciarlos es un error siempre. Ahora lo hace Trump, en su red social, Truth, en la que habla de “los republicanos” (en referencia a sus representantes) como si fueran los otros, les llama “ridículos” y les exhorta a votar “sí” a su plan para cercenar el gasto público. Trump comete un error también con esto, un error político. Y ese matiz es importante porque solo con la política (que no comprende) le podremos vencer.

¿Cuántas fotografías se hacen cada día en el mundo?

5.300 millones, según un estudio de Phototutorial que cogen al vuelo en Photolari. “Un total de, atención, 2,1 billones de fotos a lo largo de todo 2025”. Según el mismo estudio, “más del 94% de ellas se toman con smartphones”. ¿Para qué? ¿Revisamos esas fotos? ¿Las editamos para dejarlas bonitas? ¿Las conservamos en discos duros bien guardados? ¿Las imprimimos para revisitarlas de vez en cuando? ¿Para qué ocupamos tanta memoria en nuestros teléfonos, nuestras tarjetas y “la nube”? Una foto cumple una función: retener momentos que nos evocan recuerdos, nombres, sensaciones… Solo sacarlas no sirve de nada.

Entonces, ¿ahora está bien?

Hace tiempo leí un tuit magnífico que decía: “Baja el paro, sube el pero”. A mí que haya más personas empleadas siempre me parece bien, incluso cuando se trata de trabajo estacional y siendo consciente de lo que supone. Esto no suele pasar en “la izquierda” (un territorio al que para entrar te piden credenciales), donde la estacionalidad es malísima o una oportunidad en función de que hable de ella la líder de un partido en la oposición o una ministra: Yolanda Díaz en Bluesky aplaude la “reducción de desempleo” hasta “la cifra más baja desde 2008”, y luce con orgullo el número de indefinidos aunque no explica cuántos son los fijos discontinuos.

¿En serio?

El digital de Pablo Iglesias cada vez me resulta más ajeno: creo que su visión de la realidad no tiene mucho que ver con la de “la gente”, pero, oye, puede que sea yo el que esté equivocado. Sí aciertan, sin embargo, cuando en Diario Red cazan esto al vuelo: “María Jesús Montero sobre Santos Cerdán: ‘Es una persona que no tiene nada que ver con el partido socialista’”. Una frase que recuerda a aquella evasiva de Rajoy: “Esa persona de la que usted me habla” y similares, porque usó fórmulas parecidas para no decir los nombres de los miembros del PP que fueron imputados mientras él tenía responsabilidades en su partido.

El PP se ata a la extrema derecha

Ascender a Miguel Tellado a la secretaría general del PP, y nombrar a Ester Muñoz portavoz en el Congreso (alguien con un perfil muy similar al de Tellado, según dicen quienes conocen la cámara baja), es una declaración de intenciones: Núñez Feijóo se ha atado a Vox sin remedio porque así lo ha decidido. Nadie entre quienes van tomar decisiones puede tender puentes hacia otras formaciones políticas. El PP tiene claro que va a gobernar apoyándose en la ultraderecha, con todo lo que eso conlleva. Esa es su estrategia y es su umbral ético. De lo suyo gastan. Pero no va a ser fácil de olvidar.

No “es solo un estudiante de informática”

Estoy absolutamente en desacuerdo con este titular en Canarias 7 y con la idea que proyecta: “El hacker que filtró datos de Pedro Sánchez es solo un estudiante de informática de Arinaga de 19 años”. Yoel y su amigo Ezequiel no están solos: alguien les anima, les enseña y, sobre todo, alguien les empodera. Pero luego todos desaparecen y parece que “es solo un estudiante de informática” el que comete el delito. Insisto: no. Absolutamente, no. Quien empodera tiene una gran responsabilidad y debemos estar muy atentas y atentos a estos agentes que dicen “tú puedes” para que otro mueva el dedo del ratón sobre lo que le conviene al empoderador.

Todo deshecho de golpe

“Estados Unidos acaba de aprobar, entre otras cosas: el presupuesto para la construcción de un estado policial (cuarentaicinco mil millones para ICE), quitar la cobertura sanitaria a millones de personas, sabotear su capacidad industrial renovable y las posibilidades de estabilizar el clima”. Este resumen de Xan López en Bluesky me parece estupendo. Todos los derechos que la ciudadanía de EE.UU. ha ido conquistando durante años han sido deshechos en solo tres meses de gobierno de Trump y unas horas de sesión parlamentaria. Esto es una desgracia lo miremos como lo miremos, y quien opine lo contrario es un idiota.

¿Negacionistas o idiotas?

Hace poco vi en alguna red social un mensaje que, palabras más, palabras menos, decía que sabes que necesitas unas vacaciones cuando todo el mundo empieza a caerte mal. Pues bien: todo el mundo me cae mal. Tanto que empiezo la columna lanzando esta pregunta al aire: ¿debemos seguir hablando de negacionistas del cambio climático o podemos empezar a llamarles tontos esféricos fosforescentes? Sin perder mucho tiempo en Google he encontrado este titular en 20 Minutos: “El aviso de Martín Barreiro sobre la ola de calor en España: ‘Es una anomalía térmica de más de 10 grados, es un calor extremo’”. Para mí la respuesta está clara.

También por esto

Empezando por los viajes espaciales para los ultrarricos, siguiendo por los jets privados y terminando por el uso que hacemos de la inteligencia artificial para gilipolleces, abrasamos el planeta. Y lo abrasamos, además, para que nada mejore, porque solo estos tres elementos (a los que podemos sumar la minoría de criptomonedas, refugio de quienes necesitan blanquear dinero). Porque en el caso del uso de la IA a nivel usuario (no podemos culpar a otros de nuestras mierdas), ¿qué hemos mejorado? Un ejemplo: “Dinamarca lucha contra los deepfakes creados con IA otorgando a las personas el derecho de autor de sus rasgos y voces” (El Diario).

¿Cuál es el negocio?

Vamos a tratarnos como adultos funcionales: si “el partido de Alvise pierde el derecho a la subvención electoral por no presentar la contabilidad de las europeas” (RTVE), ¿cuál ha sido el volumen de negocio e ingresos que ha recibido Alvise, por medio de su partido, que prefiere no mostrar las cuentas que agarrar la subvención que le corresponde como partido con tres eurodiputados? En total, tendría que recibir un millón de euros que rechaza mientras esconde las cuentas de “Se Acabó La Fiesta”. Insisto: ¿a cuánto ascendió la factura de la fiesta para que Alvise prefiera perder ese dinero antes de que fiscalicen sus cuentas?

Ideaza

Yolanda Díaz y los defensores de Sumar cuando esta lanzó la marca, intentando superar la estructura de los partidos, nos vendieron la ocurrencia como una ideaza. Hoy, “los socios de Yolanda Díaz dan por muerta la marca Sumar” y no hay donde apuntalar. Otra muestra más de que los partidos son necesarios porque compactan en torno a una ideología, y de que las ocurrencias salen mal. Pero la realidad es que lo de Sumar va a salir peor: ¿dónde van a ir quienes abandonaron airadamente Podemos (el caso de Alba García o Lander Martínez en Euskadi son paradigmáticos), persiguiendo la ideaza? ¿Y con qué argumentos?

Los viejos rockeros

Cuando Leo Messi ganó el Mundial me alegré. El vínculo emocional era, en mi caso, generacional: me sentí representado por aquel que iba a salir a ofrecer su último baile con ganas de triunfar. Y triunfó. Luego, como antes, me ha dado igual: bastante tenemos las y los del Athletic con lo nuestro. Hasta esta semana, en la que he encontrado esta noticia precisamente cuando Messi, con un equipo que no está a la altura de los europeos, ha quedado fuera del mundial de clubes: “Messi lidera por tercer año consecutivo la lista de camisetas más vendidas de la MLS” (Palco 23). Un brindis por los viejos rockeros.