«El españolismo frágil»

PP y Vox, de la mano, siguen arengando a la gente, siguen llamando a la protesta, siguen diciendo que las decisiones que toma el PSOE merecen una respuesta ciudadana contundente, y cuando aparecen los violentos, siguen desapareciendo como si nada fuese con quienes lanzan las soflamas. “El españolismo frágil”, así lo definen en El Nacional, y estoy muy de acuerdo. En la pieza, Antoni Maria Piqué repasa las tragedias que anuncian los periódicos españoles: “¡España se muere!”, concluye con dramatismo y avisa de que ninguna información se atiene a la literalidad del acuerdo, y de que todas imaginan consecuencias.

Todo a la mierda

Esa “España frágil” de la que avisa Piqué en El Nacional se puede ver, muy claramente, en este titular en República (que suele ser un medio templado): “El pacto de Sánchez con Puigdemont destroza la Justicia, la fiscalidad, el Estado de Derecho, la Democracia y la Constitución Española”. Yo creo que nos vamos a la mierda, sí, pero no por ser parte de España sin que nadie nos haya preguntado. Todos estos asuntos parecen problemas de burgueses y burguesas mientras el mundo sigue yéndose por el desagüe con invasiones cruentas de Israel y Rusia, y con un calentamiento global que nos derrite y nos inunda por los polos. Tenía que decirlo.

Solo pido que no me tomen por tonto

A estas alturas yo ya solo pido que no me tomen por tonto. Admito que nos enreden en una actualidad de mierda, con conflictos ficticios que encienden irresponsables de derechas y la ultraderecha, aunque creo que hay motivos más importantes de los que debemos ocuparnos. Pero esto de Victoria Prego me parece un insulto a la inteligencia: “Y todo esto por siete votos”. Eso no es verdad, ella lo sabe, y si ella no lo sabe, no sé por qué tiene una columna de opinión en El Independiente, la verdad. Los siete votos de Junts, como los cinco del PNV y el de Coalición Canaria garantizan una política Española que es menos mala.

Eso sería justicia

El acuerdo de ERC con el PSOE por el que España condonaría la deuda a Catalunya me mosqueó, no lo oculto. No entiendo las críticas de los gobiernos del PP que acumulan igualmente deuda con el Estado, porque hacen la misma trampa, pero, ¿es justo para Euskadi o Nafarroa, que tienen cero euros de deuda? Junto con nosotras y nosotros, Madrid tampoco tiene deuda con España, y ahora se preocupan allí porque el acuerdo “dinamita el sistema de financiación y obligará a Madrid a sostener al resto de CC.AA.” (Vozpópuli). Pero esto me parece de justicia: ¿cuántas sedes y con ello riqueza ha birlado Madrid con la excusa de la centralidad?

No pueden faltar

Intento transmitírselo con toda la calma del mundo, con serenidad, a mi hija y a mi hijo, para que lo tengan claro durante toda la vida y sean capaces de anticiparse: da igual lo que pase, da igual dónde vayan, siempre se encontrarán con alguna tonta o algún tonto. Es una verdad absoluta. Por ejemplo, quienes rompieron el cristal que protegía una obra de arte en un museo para protestar por el consumo de petróleo. ¿Qué aporta? Quien quiera venirme con milongas puede ahorrarse el viaje, porque un objetivo con el que estoy de acuerdo se ve afectado negativamente por una acción de pijas y pijos que se creen revolucionarios.

Si no eres cortesano, jódete

No me hace falta leer el artículo de José Antonio Zarzalejos en el que considera “temerario” que España dependa “de un carlista reconvertido (Puigdemont) y de un aldeano de la política (Ortuzar)”. El ahora columnista de El Confidencial lleva escribiendo el mismo texto, por lo menos, desde finales de los 90, cuando yo estudiaba Periodismo y empezaba a leer artículos de opinión de todo tipo. Zarzalejos tiene una concepción del mundo muy sencilla: si no eres cortesano, jódete. Y la ejerce. Señala a carlistas y aldeanos sin darse cuenta de que tres dedos de la misma mano le señalan a él por extemporáneo y acomplejado.

Una visión centralista y simplista

Ser cortesano no es bueno: te lleva a mirar mal a quienes no han querido serlo y te induce una visión tan simplificada de la vida que caes en el simplismo. Estefanía Molina lo tiene muy claro, lo que no tiene es información, ni memoria, ni capacidad de análisis, ni, por lo visto, Google: “PNV y Junts no están tan interesados en el color de las políticas del Gobierno como sí en las cesiones competenciales. Ejemplo: PNV apoyó el IMV la pasada legislatura, a cambio de que les cedieran la competencia a Euskadi”. Poner como ejemplo el IMV, una versión empeorada de la RGI, lo dice todo. Pero como lo dice en Madrid a algunas y algunos ya les vale.

Todo es posible en Madrid

Todo es posible en Madrid, hasta que la expresidenta de la Comunidad y candidata a la alcaldía llame a cortar una vía de la capital para manifestarse contra las decisiones de Pedro Sánchez junto a lo más extremo de la derecha capitalina. Entre gritos de “Pedro Sánchez a prisión”, “Sánchez dimite, España no te admite”, “Que te vote Txapote” o “Puigdemont a prisión” (Diario Red), Esperanza Aguirre volvió a sentirse aquella lideresa que un día se lo creyó, aquella mujer que no temía a la policía municipal y por eso envistió con su coche una motocicleta del cuerpo, aquella señorona que entre pijos y ultraconservadores encuentra su sitio.

Esto sí es noticia

Hemos visto en las portadas de los digitales los resultados de consultas digitales a la afiliación con participaciones ínfimas, y estamos viendo relegada a los márgenes esta del PSOE: “El 87% de las bases del PSOE apoya a Sánchez en su acuerdo con Sumar y en la amnistía negociada con ERC y Junts” (El Independiente). Con una participación del 63,4%, ahí es nada. La legitimidad de Sánchez entre las suyas y los suyos es inapelable, por lo que apelar, precisamente, como hace el PP, a las y los socialistas disconformes es otra chorrada más. Es el PP el que tiene un problema dentro y otro fuera, realmente, no el PSOE.

Una gran sociedad

Leo en Palco 23 que la “Real Sociedad anticipa ingresos de 40 millones por su pase a octavos de la Champions League. El conjunto txuri urdin ya se ha embolsado 27 millones de euros tras sus dos victorias y un empate en la fase de grupos de la competición europea. Si se clasifica para la próxima ronda, Real Sociedad ingresaría 12,4 millones más”, y me alegro porque un equipo vasco puede instalarse en la élite del fútbol. Si algo han demostrado además las y los de Donostia es que gestionan bien los millones que reciben con fichajes acertados y crecimientos asentados. Rivalizar con un equipo grande te hace aún más grande.

El país es suyo

No me parece justo para el conjunto del funcionariado que una parte del mismo (importante, no lo discuto) justifique y colabore activamente en huelgas ya no políticas, sino con fines electorales. No me parece justo para el conjunto del funcionariado que una parte proyecte la imagen de un colectivo acomodado y quejicoso que no reconoce unas condiciones laborales mejores (que se han ganado con méritos y pruebas, tampoco lo discuto). No me parece justo para el conjunto del funcionariado que quien les pone la bandera de un sindicato en la mano les enfrente a autónomas y autónomos que esta misma semana han abonado el IVA trimestral.

La mentira como recurso

La huelga de la función pública en la sede de Bildu se vivió de manera diferente que en otras sedes. Eso es una evidencia. Como lo es que en ese partido la mentira es un recurso. Mintieron cuando aseguraron que la ley de vivienda no suponía una invasión competencial (aunque Oskar Matute no mintió cuando dijo que a la ciudadanía, en realidad, eso no le importaba), y mienten en sus discursos bonistas sobre el medio ambiente. Sin medir cuánto plástico utilizan para las pancartas en su entorno, sus argumentos son fácilmente desmontables: su rechazo a la alta velocidad y a las plantas de energía renovable les señalan con total claridad.

Las consultas telemáticas están sobrevaloradas

La participación solo es posible en pequeños grupos, bien trabajada y con conclusiones elaboradas. Todo lo demás es simple apariencia: las consultas telemáticas son maquillaje en muchas ocasiones, y quienes las convocan (el ejemplo más claro es Pablo Iglesias) lo hacen con un resultado esperado. Igual que lo espera quien no la promueve: la consulta al Consell de la República no la lanza Carles Puigdemont, y el resultado, aunque llamativo para los medios (el 75% de quienes han votado promueven un bloqueo a la investidura de Sánchez), no es relevante (solo votaron 1.000 personas, claramente movilizadas, de 90.000 inscritas).

Correcto

He llegado a una edad en la que puedo llamar a un chaval por lo que pone en su camiseta: “Eh, tú, Iron Maiden”, del mismo modo, he llegado a una edad en la que me gusta llamara a las cosas por su nombre e, igualmente, he llegado a una edad en la que puedo contradecirme sin que me importe mucho. Me centro: me ha gustado que António Guterres haya hablado con claridad sobre Israel y cómo “el pueblo palestino ha estado sometido a 56 años de ocupación asfixiante”. “Nada puede justificar la matanza deliberada, las heridas y el secuestro de civiles o el lanzamiento de cohetes contra objetivos civiles” (Euronews).

Un milagro

Permítanme que haga una oda, casi una elegía, desde estas humildes líneas, a esas personas tan capaces, tan generosas en su esfuerzo, tan bien entrenadas y reconocidas, que han obrado el milagro económico: “El Santander bate otro récord de beneficios de 8.143 millones por la subida de los tipos” (EPE). Ni la invasión rusa sobre Ucrania ni la inflación ha hecho tambalear a esa empresa familiar, entrañable, que pasó de padre a hija, y antes de abuelo a padre, y que ha sido levantada con dedicación y cercanía a cada cliente y clienta, que por supuesto aportará su grano de arena en este beneficio colectivo que celebran las y los accionistas.

Algo sí hemos avanzado

“Sánchez ya no cree que Puigdemont deba ser juzgado: ‘Una crisis política nunca tuvo que derivar en una acción judicial’”. Este titular en República me parece casi revolucionario. No me fío del socialista, a sus hechos me remito, y estoy seguro de que es capaz de decir el entrecomillado con todo su aplomo sin creerse ni una palabra. Pero lo ha dicho, lo ha expresado, mucha gente en España lo ha oído o lo ha leído, y eso es importante. Muy importante. Porque es una verdad como un templo: PP y PSOE dejaron que el conflicto catalán se judicializase y se enquistase. Ellos generaron el problema, no Catalunya.

Veremos

Podemos sigue intentando presionar pero no lo consigue: “Tiene cinco votos y sabrá cómo usarlos”, “Irene, ministra o barbarie” y ahora “a que cojo la puerta y me voy”. Pero nada, al otro lado parece que nadie escucha y, si lo hace, no percibe amenaza alguna en esos avisos. “Veremos si ir con Yolanda Díaz si hay repetición electoral”, leo en Vozpópuli, y pienso: “Ay, pobres”. Podemos no tiene ninguna opción fuera de Sumar y dentro del grupo parlamentario que lidera Díaz tiene pocas. No sé si conseguirán sacudirse del dominio en el futuro (Iglesias ya obró un milagro con su irrupción), pero por ahora están condenados a resignarse.

La justicia española

Con tantas idas y venidas, no sé si, al final, Macarena Olona ha vuelto a su puesto de abogada del Estado. Quien sí parece que se reincorpora, según The Objective, es Edmundo Bal: “Recupera la toga de abogado del Estado y volverá al Supremo en octubre”. Lo bueno de la irrupción de partidos como Vox y Ciudadanos es precisamente que nos han enseñado quién está en la justicia española o lo bien que se han ganado la vida los protegidos del franquismo. Personajes como Olona o Bal, que han hecho política abrazando opciones extremas, belicistas y con unas faltas de respeto pasmosas regresan a la justicia española. ¿Qué podría salir mal?

Tenemos que acabar con ellos y ellas

No solo con los que Douglas Rushkoff llama “los milmillonarios tecnológicos”, tenemos que acabar con todas y con todos los milmillonarios. No se me ocurre mejor manera de repartir la riqueza que limitando la de las y los más egoístas. Según el investigador, “saben que están llevando el mundo al colapso y quieren escapar” (El Diario). Simplemente, no podemos permitírselo. Tenemos que acabar con las fortunas de los Musk, los Bezos y los Zuckerberg, obligarles a ser, de nuevo, personas, y no los superhumanos que creen que son. Y no, no se han ganado su dinero: han creado el sistema para quedarse el nuestro, que es distinto.

Pues no me parece mal

No quiero colaborar en el enriquecimiento de Elon Musk. De hecho, creo que con mis tuits de mierda si a algo ayudo es a que su inversión pierda valor. Pero no me parece mala idea la de cobrar por tuitear: si hay que pagar hay que identificarse, y si hay que identificarse muchas y muchos se retirarán. No nos engañemos: llevamos décadas clamando por un espacio virtual en el que podamos conversar sin trolls ni excesiva publicidad, y este solo es posible pasando por caja después de identificarte. Elon Musk tiene razón, aunque me fastidia dársela. Para compensar, seguiré colaborando en empobrecerle con mis tuits.

La moda

Meterse con el PNV está de moda. Especialmente, si eres periodista. Lo vemos en todos los medios, incluso en los señalados como “aparateros”. Nada mejor que una buena torta a lo Bud Spencer al lehendakari o a Ortuzar en informaciones, opiniones o Twitter para que quede claro que la o el periodista de turno está a la moda. Una moda compartida con España: la semana previa al Alderdi Eguna están siendo muy propicia para exhibir esa vanguardia en los digitales que presentan a un PNV dividido, sin músculo, acongojado por Bildu y ninguneado por el PSOE. Si esto es cierto o no, curiosamente, lo confirmará la afiliación el domingo.

¿Qué te han impuesto, Borja?

Borja Sémper se ha ganado muy bien la vida en lo público, la mayor parte de su carrera la ha desarrollado en Euskadi, se ha ganado cada voto que ha logrado (no lo discuto) y abandonó las instituciones de la CAV cuando le ofrecieron un empleo que le satisfacía en una empresa privada de Madrid. ¿Quién y qué le han impuesto a Sémper, más allá de su propio partido, para que en la tribuna del Congreso, en pleno debate del uso de otras lenguas oficiales, exprese: “A mí a lo largo de mi vida me han intentado imponer en qué lengua hablar, cómo pensar y cómo vivir. Ni aquellos ni usted, nadie me va a decir a mí en qué lengua hablar”?

Débil anda

Débil anda el partido de Núñez Feijóo si existe un “temor en el PP a un pinchazo el domingo por el ‘error’ de Sémper al hablar en euskera” (The Objective). Si un gesto hacia el exterior de la caverna tan sencillo como pronunciar tres frases en un idioma puede generar una desmovilización en un partido un par de días antes de una investidura, es que ese partido tiene la piel muy fina. Y si la tiene es porque no se ha protegido ni cuidado bien a sí mismo. La exposición al sol radioactivo de Vox es la que provoca tanta sensibilidad e irritación, a esta evidencia el PP ha respondido encadenándose a la toxicidad durante cuatro años.

Sánchez salvará a Puigdemont

Es evidente que en el reencuentro gana más Junts acercándose al PNV que al revés. Otra cosa es que la moda de meterse con el PNV dicte que hay que asegurar lo contrario. En cualquier caso, bien hallado ese retorno. Explicito esto porque no quiero que referenciar las críticas de Bernat Dedéu al “presidente 130” sea hacerlas mías. Solo señalo que lo que escribe Dedéu en El Nacional es interesante: opina que el uso del catalán y el euskera en el Congreso es otra señal de que “Sánchez ha fagocitado la dinámica del procesismo en la política española” y concluye que el presidente español es el único que puede asegurar el regreso de Puigdemont.

En resumen

No sé qué me parece porque desconozco la propuesta que, según adelantó Radio Nervión, algunas y algunos socios compromisarios quieren hacer a la asamblea sobre la filosofía del Athletic. ¿Hay que fijarla? Yo creo que todas y todos lo tenemos claro, y que el limbo nos deja margen suficiente. ¿Hay que actualizarla? Puede ser, pero no mirando a 2023, sino a 2033 y 2063. Lo que sí tengo claro es esto que tuitea Gorka Mostajo: “El objetivo de la filosofía no es otro que jugar y garantizar  el arraigo y el sentimiento de pertenencia a un Club, a una identidad y a una tierra; no una cuestión de pedigrí”.